Alaia Miller MontenegroMatías se acercó a saludarme besó mis labios y yo pude sentir aquella chispa Pero él se veía bastante incómodo.Acaso él ya no me amaba y solamente yo me había quedado amando a lo que pensé que éramos.Estaba claro que él ya no nos veía como antes mientras que yo seguía viendo ese hombre maravilloso que me consentía y me amaba cada día, aquel hombre que se había quedado en Estados Unidos seguramente.— si me permiten robarme a mi señora esposa por unos minutos— Matías tomó mi mano y me llevó algo alejado de las personas con la que hablábamos hace unos segundos— ¿Qué haces aquí Alaia? ¿Dónde están nuestros hijos?— están siendo bien cuidadosQuisiera decir que esos ojos verdes me miraban con amor pero no realmente no podía descifrar con que me veía con odio quizás con rencor con fastidio, quizás todo eso pero no había ni una pizca de amor en aquellos ojos en aquella mirada que me estaba dedicando.— ¿Por qué viniste? Tu deberás quedarte con ellosEste hombre mac
Alaia Miller IvanovichDos meses despuésHabían pasado dos meses desde que había regresado a Estados Unidos no sé si decir que para mi buena suerte o para mi mala suerte pero no supe más de Matías, de Juan Luis... Ni de mi familia.Gustavo yo habíamos quedado que si sucedió alguna emergencia o necesitaba algo que fuera extremadamente importante, que no podía resolver yo lo llamara como nada de eso había pasado en estos dos meses tampoco había tenido comunicación con él.Tenía una vida algo sola, solamente tenía a los niños y Cristi, al llegar a Estados Unidos retomé la empresa que eran de los débiles ya que todos estaba mi nombre y que desde Rusia lo había estado manejando aquí tomé la presidencia presencial al menos yo hice. cargo de lo que era mío.Fue bastante fácil entrar puesto que ya la mayoría me conoció comenzó a trabajar con ellos desde cero y estos dos meses me he ido muy bien la empresa poco a poco ha estado subiendo nuevamente, he trabajado tanto que hasta he tenido que ha
Matías IvanovichDos meses antes—¿Ella lo busca?— No señor hemos notado que él la está vigilando a ella y la última vez se apareció en un restaurante en el que estaba con los niños no sé por qué razón ella no actuó pero vi que hablaron por un rato esos guardaespaldas no me dijeron absolutamente nada pero yo lo estoy vigilando a él y pude notar que él la está vigilando a ella.— ¿Qué? ¿Cómo que lo estás vigilando A él Gustavo? ¿Desde cuándo?— desde que la señora lo ordenó ella nos dio su rostro lo buscamos por la base del FBI y del interpol que nos ayudó con unos contactos que ella hizo este año y logramos dar con él así que le colocamos a alguien para que lo vigilara y ayer me tocó vigilarlo a mí y hoy tambiénY este tipo de cosas era la que realmente me hacían enfurecer.Ahora resulta que hacian cosas a mis espaldas.Y todo el remordimiento que acababa de sentir pero como había Alaia se acababa de esfumar.— ¿Por qué no me dijiste nada Gustavo? ¿Desde cuándo eres un empleado de el
Matías IvanovichEstaba a punto de salir de casa para ir en busca de mi esposa cuando Gustavo entró.— ¿Qué sucede?— Le preguntó— se ha obtenido información sobre Juan Luis— me dijo doble los ojos, este desgraciado es el que me había hecho todo más difícil— señor creo que ahora está vigilando a su esposa tenemos que ella realmente pueda estar en peligro¿Qué?— Traela aquí entonces ¿Qué es lo que está esperando?— No señor queremos decirle que ni siquiera la seguridad de su casa y de estos hombres aún con la lealtad que le tienen van a poder protegerla— Fruncí el ceño ¿Qué está diciendo con eso?— ¿Por qué?— temo que el señor se volvió a conectar aquí en Rusia tiene aliados fuertes y no sé cómo tomarán el hecho de que fue la señora quien lideró todo este tiempo no creo que lo tomen muy bien.La invitaciónClaroSeguro es ahí donde quieren hacerle daño y ahora que creen que estoy débil.¡Mierda!Sabía que no todo podía ser tan perfecto.— sácala del país ahora, mándala a Estados Unid
Alaia Miller IvanovichActualidadYa tenía casi todo organizado para la fiesta de los mellizos me sentía muy emocionada aunque triste a la vez, al menos tendría amiguitos para los niños que invitar para que jugaran y disfrutaran de la fiesta me entristecida que mi familia no pudiera estar en el primer año de los niños.Me imagino lo mucho que hubiera disfrutado Sara organizando la fiesta de los bebés, hablamos muchas veces de cómo sería el primer año de los niños cómo lo haríamos qué haríamos y cuántas personas iríanEstaba terminando de vestir a Altair quien hoy se había despertado particularmente hiperactiva cuando los blancos entraron mirándome una forma extraña fruncí el ceño algo estaba pasando.— ¿Qué sucede?— Le preguntó directamente.No me iba a ir con rodeos ni mucho menos.— señora Tenemos que hablar— El tono en el que lo decir era confuso.No sabía decir si iba a decir algo de él si va a pedir algo para mí eso sinceramente yo este hombre no podía descifrarlo.— Dame un mome
Alaia Miller IvanovichEl regreso a Rusia para mí había sido lo más pesado estábamos a punto de aterrizar podía ver el aeropuerto desde aquí y no podía evitar sentirme nervioso asustada porque evidentemente tendré un encuentro con Matías.Respiré profundamente y luego solté el aire, me sentí nerviosa, asustada Y es que no sabía cuál iba a ser su actitud hacia la última vez había disparado hacia donde yo estaba, y sinceramente temia que aquel evento se volviera a repetir.¿Qué pasaría si eso es lo que hace?¿Qué pasaría si el hombre al que amo enfurece con el solo hecho de verme?Me preguntó de qué sería capaz Matías de hacer.No hay duda que mi cabeza me atormenta con tantas preguntas, al mismo tiempo pensaban que si estaba tomando la mejor decisión en venir hasta aquí, tal vez pude haberme quedado en casa con los bebés, sin duda los extraño demasiado sobre todo hoy en el cumpleaños. de ellos.Me da miedo que todo esto se fuera a salir de control y que no pudiese regresar a casa con l
Alaia Miller IvanovichLlegamos a un pequeño galpón me sorprendió mucho que me trajera este lugar aún así bajé con cuidado de la camioneta mirando a blanco quién parecía estar nervioso y mirando todo consumo detalle.— pensé que al ser un invitado me llevarías a tu casa y no a este... galpón ¿o este caso no soy una invitada? — Pregunté haciéndome la tonta — porque puedo jurar que eso fue lo que dijiste que era una invitada y que tú y yo solo íbamos a hablar.— siempre pensó que estos lugares son perfectos para el tipo de charla que vamos a tener tú y yo.— ¿Así? Yo pensé que me habías traído a este lugar porque no querías que nadie supiera que yo había llegado.Pude ver como unos hombres traían sillas para nosotros, podía ver el lugar completamente vacío excepto por un sofá bastante viejo y percudido y las sillas que bueno recién habían traído para nosotros.Me senté y le hice seña blanca que también lo hizo.— Si supieras que no es en este momento en donde me apetece que todos sepan
Matías IvanovichEl estrés estos días estaba acabando conmigo, acaba de devolverle la juga a Juan Luis para que entendiera que estaba harto de esto, había mando a Gustavo acabar con una de sus supuestas entregas, Miguel (el nuevo ayudante e investigador) me había traído demasiada información. de Juan Luis, información que no estaba seguro de usar porque no solamente el caería si no muchas personas más, personas que realmente me interesaba que estuvieran conmigo.No tenía ni idea que podía hacer, no sabía cuál sería su próximo movimiento ni cuál sería el mío, no estaba seguro hasta cuándo sería este juego estúpido, alguno de los dos tendría que seder en algún momento pero ese no sería yo.Si, era cierto que menos de la mitad de mis hombres se habían ido con el.Había cometido el peor error de mi vida al dispararle a Alaia no solo porque la había alejado de mi, si no porque desde ese segundo todo comenzó a dudar de mi, si algo tenían estos hombres era el respeto por la mujer y mi esposa