Alaia Miller IvanovichEl regreso a Rusia para mí había sido lo más pesado estábamos a punto de aterrizar podía ver el aeropuerto desde aquí y no podía evitar sentirme nervioso asustada porque evidentemente tendré un encuentro con Matías.Respiré profundamente y luego solté el aire, me sentí nerviosa, asustada Y es que no sabía cuál iba a ser su actitud hacia la última vez había disparado hacia donde yo estaba, y sinceramente temia que aquel evento se volviera a repetir.¿Qué pasaría si eso es lo que hace?¿Qué pasaría si el hombre al que amo enfurece con el solo hecho de verme?Me preguntó de qué sería capaz Matías de hacer.No hay duda que mi cabeza me atormenta con tantas preguntas, al mismo tiempo pensaban que si estaba tomando la mejor decisión en venir hasta aquí, tal vez pude haberme quedado en casa con los bebés, sin duda los extraño demasiado sobre todo hoy en el cumpleaños. de ellos.Me da miedo que todo esto se fuera a salir de control y que no pudiese regresar a casa con l
Alaia Miller IvanovichLlegamos a un pequeño galpón me sorprendió mucho que me trajera este lugar aún así bajé con cuidado de la camioneta mirando a blanco quién parecía estar nervioso y mirando todo consumo detalle.— pensé que al ser un invitado me llevarías a tu casa y no a este... galpón ¿o este caso no soy una invitada? — Pregunté haciéndome la tonta — porque puedo jurar que eso fue lo que dijiste que era una invitada y que tú y yo solo íbamos a hablar.— siempre pensó que estos lugares son perfectos para el tipo de charla que vamos a tener tú y yo.— ¿Así? Yo pensé que me habías traído a este lugar porque no querías que nadie supiera que yo había llegado.Pude ver como unos hombres traían sillas para nosotros, podía ver el lugar completamente vacío excepto por un sofá bastante viejo y percudido y las sillas que bueno recién habían traído para nosotros.Me senté y le hice seña blanca que también lo hizo.— Si supieras que no es en este momento en donde me apetece que todos sepan
Matías IvanovichEl estrés estos días estaba acabando conmigo, acaba de devolverle la juga a Juan Luis para que entendiera que estaba harto de esto, había mando a Gustavo acabar con una de sus supuestas entregas, Miguel (el nuevo ayudante e investigador) me había traído demasiada información. de Juan Luis, información que no estaba seguro de usar porque no solamente el caería si no muchas personas más, personas que realmente me interesaba que estuvieran conmigo.No tenía ni idea que podía hacer, no sabía cuál sería su próximo movimiento ni cuál sería el mío, no estaba seguro hasta cuándo sería este juego estúpido, alguno de los dos tendría que seder en algún momento pero ese no sería yo.Si, era cierto que menos de la mitad de mis hombres se habían ido con el.Había cometido el peor error de mi vida al dispararle a Alaia no solo porque la había alejado de mi, si no porque desde ese segundo todo comenzó a dudar de mi, si algo tenían estos hombres era el respeto por la mujer y mi esposa
Alaia Miller IvanovichEscuché gritos lo que me hizo saber que Juan Luis estaba furioso, me ponía nerviosa el pensar que haría conmigo, me recordaba constantemente que el no podía hacerme nada porque me considera importante pero a pesar de eso no puedo evitar tener miedo, tener susto.No he parado de pensar en mis hijos, no he parado de pensar en mis bebés, Altair mi pequeña bebé seguro me debe estar extrañando y Alan, mi príncipe.No sabía cuánto tiempo había pasado desde que llegué a USA, no sabía cuánto tiempo Blanco se había ido.Había oído como las personas que pensaba aquí se habían ido, había oído pasos y murmullos.— ¿Qué te tiene tan pensativa? — Mire al frente y pude ver a Juan Luis.Este hombre se veía muy molesto.— Bueno me preguntó ¿Cuando me dejaras ir?— le dije.— Tenía planes de hacerlo apenas tu guardaespaldas llegará pero resulta que nunca lo hizo ¿Puedes creer que tú guardaespaldas se quedó con su esposo? ¿No se supone que el te tiene lealtad?— Claro que me tenía l
Alaia Miller Ivanovich— Déjame decirte que has perdido el tiempo porque si es verdad que Matías está haciendo todo lo que dices seguramente también se enteró de lo que me estás contando, quizás por eso es que lo hace porque se ha enterado.Quizás tenía que mantenerme callada pero no podía hacerlo una parte de mí tenía que hacerle frente tenía que hacerle saber que yo no era tan débil como él creía que yo lo era.Estaba muerta de miedo en este momento, quería estar con mis hijos, al menos me daba algo de tranquilidad del saber que ellos estaban a salvo con Cristina en Estados Unidos lejos de todo este desastre, si algo me pasa estoy segura que mis hijos estarán en buenas manos con Matías sé que él los va a proteger los va a amar muchísimo.— No— Dijo muy seguro de sí mismo— Gustavo y yo tenemos una pequeña señal por si este tipo de situaciones, él me va a avisar si Matías se llega a enterar que él es el soplón, déjame decirte que jamás tuvieron oportunidad siempre supe lo que iban a h
Matías IvanovichCaminaba de un lugar a otro pensando en qué hacer, la decisión que tomaría a continuación tenía que ser perfecto, ya que la vida de mi esposa dependía de ello, ya no podría sacar la información a Gustavo puesto que estaba muerto.Está claro que mi esposa había pensado en salir de él solamente como topo pero lo había pensado en la información que podría darnos.Seguramente hubiese podido sacarle donde estaba ella y todo lo que hizo, tenía tantas preguntas por hacerle y saber que él no podía contestarme ninguno porque estaba muerto enfurecía porque yo mismo había terminado de matarlo, blanco solamente lo había herido, claro que moriría de sangrado si un doctor no venia atenderlo yo pude haber manda a buscar un doctor, pude haber sacado la información que necesitaba si solo mi ira, mi rabia, el odio que sentía por ese hombre en este momento no me hubiese ganado.Y es que como no podía sentirme de esa manera le había dado toda mi confianza a alguien desde siempre y esa pe
Matías IvanovichMande a dos francotiradores y aún experto en explosiones para que fueran a buscar a los socios de Juan Luis, para mi suerte estos estaban juntos lo que me aligeraba un poco más la carga, la orden era matar no los quería vivo, no quería saber nada , ni mucho menos preguntar absolutamente nada mi único objetivo era acabar con todo lo que esté imbécil estaba construyendo y que se diera cuenta que era yo de la manera más escandalosa que se pudiera.Seguía revisando la información que hace unos días me había llegado, sinceramente me alegraba no haber pasado absolutamente todo pero Gustavo antes de que llegara mis manos y aunque no puedo decir que sospechaba de él, al menos fui un poquito inteligente.No puedo evitar aún sentir rencor conmigo mismo, por ser tan estúpido, por dejar que todo esto llega hasta este momento, tanto que culpé a mi esposa porque todo lo que estaba sucediendo era su culpa, pero no, nada había sido su culpa al contrario. todavía ha sido mi culpa porq
Matías IvanovichYa había mandado a alguien por Sara, Gustavo la había puesto bastante lejos de donde yo estaba supongo que no quería arriesgarse que por ningún motivo yo diera cualquier ubicación era un lugar que ni siquiera estaba su nombre de hecho estaba a nombre de un vagabundo.Todavía me sorprende como Gustavo había sido tan malo con nosotros que siempre le habíamos brindado confianza y cariño, sobre todo Sara ¿cómo había sido capaz de hacerle algo así a ella? secuestrarla por dos meses.Le había pedido a mi personal que había ido por Sara que se encargará de fotografiar absolutamente todo y de traerse todo lo que podría ser importante quería ver todo.Mi teléfono sonó Así que lo tomé.— señor le tengo una mala noticia— Era uno de los que había mandado a matar a los socios de Juan LuisMalas noticias, no quiero malas noticias.— quiero que ese trabajo se haga hoy No quiero excusas no quiero malas noticias no quiero nada.— señor esa gente está en un piso en donde no podemos ent