La música del club sonaba con mucha fuerza por los altavoces, Alicia caminaba a mi lado y bajo su petición me pidió que no la tomara de la mano para que sus antiguos compañeros no sospecharan de la relación que tiene conmigo. Aquello me pareció una estupidez, pero respete sus deseos. — Puedes subir, yo saludaré a los chicos. — Exclama Alicia cerca de mi oreja. — No pienso dejarte sola rodeada de muchos hombres. — Los miro a todos con desagrado, porque habían varios que no dejaban de ver a mi chica con lujuria. — Vamos cariño, no seas tan celoso, sabes que solo tú puedes tocarme, o ¿Acaso debo recordarte lo que hicimos hace unas horas y lo que repetimos en la ducha? Una sonrisa surca mis labios, después de habernos limpiado por completo mi verga decidió que era momento de tener un buen polvo en la ducha y Alicia no se quejo en lo absoluto, de hecho me hizo una de las mejores mamadas del mundo, aun puedo sentir su boca succionar cada gota de mi semen como si no hubiera mañana. — Di
¿Conocen esa sensación de estar dormido y de repente te levantas de un salto? El fuerte sonido de un golpe en el auto me levanto de golpe y el chirrido de los neumáticos tratando de controlarme me alertaron de que algo malo iba a suceder. Nuevamente el auto recibe un golpe, esta vez levantando el culo del auto en el aire. — ¡Mierda! — Elijah me toma entre sus brazos protegiéndome de cualquier golpe. — ¡Harold ¿Quienes son?! — Exclama Elijah. — No lo sé, señor, han salido de la nada, ni siquiera veo al resto de camionetas, los tuvieron que haber interceptado. — ¡Entonces controla el auto y llévanos a salvo a casa ! — ¡¿Qué pasa?! — Pregunto asustada. — Estamos bajo ataque. — Simplemente responde Elijah. — Ten esto. — Elijah saca de su cinturilla un arma de color dorado grabado con sus iniciales. — Sé que no te gustan, pero en este momento nuestra supervivencia está en juego ¿Ok? esta es la vida real, si algo llega a suceder, o Harold, vas a dispararle a todo lo que se mueva. —
Observo a mi alrededor, tratando de controlar mis nervios en medio de la escena caótica. Me siento al lado del cuerpo de Elijah, mientras mi mirada se posa en el hombre que yace inerte, el mismo hombre que nos provocó el accidente. Un sentimiento abrumador de culpa me invade, me siento sucia y como una criminal por haberle quitado la vida a un hombre. Recuerdo el juramento que hice el día de mi graduación, donde prometí proteger y salvar vidas humanas, y ahora me encuentro en esta situación angustiante. Pronto, el sonido de sirenas y las luces rojas y azules parpadeantes inundan el lugar, junto con el ruido de varios automóviles acercándose hacia nosotros. Tres autos todoterreno se detienen frente a mí, y de uno de ellos baja Mike. Mi corazón late con fuerza cuando me levanto del suelo y corro hacia sus brazos en busca de comprensión y apoyo. La presencia de Mike me brinda un sentido de seguridad en medio del caos, y mis lágrimas empiezan a fluir mientras trato de explicar lo que ha
El constante pitido de una máquina me hizo entrar en sí, mis ojos se abrieron y una fuerte luz impactó sobre mi, el fuerte olor a alcanfor penetró mis fosas nasales y un frío terrible arrasó con el control de mi cuerpo. Estaba en un maldito hospital. Y entonces los recuerdos de lo que sucedió llegan a mi de golpe, el accidente, el arma, harold y…Alicia… — ¡Alicia! — Me siento de golpe en la camilla. recibiendo la mirada de varios pares de ojos. Alec, Nicholas, Justin y Mike se encontraban dentro de la habitación notablemente preocupados. — ¡Hey por fin despiertas! — Mike es el primero en acercarse a la cama. — ¿Dónde está Alicia? necesito saber si está bien, ella… quedó indefensa, yo… ¡Maldición ¿En donde esta mi mujer?! — Exclamó con desesperación. — Tranquilo. — Alec también se acerca. — Ella está bien, de hecho ella fue quien te salvo, solo que ahora está junto a Diane y Jesse en la cafetería tomando un poco de café. ¿Me salvo? Había olvidado por completo que Alicia es una
Han pasado exactamente dos semanas desde que le dieron el alta a Elijah y Harold, el guardaespaldas estaba realmente magullado, y no solo eso, juró su lealtad hacia mi por salvar su vida, y su esposa se convirtió en un mar de lágrimas por salvar al amor de su vida. Realmente me sentí como en un capítulo de anatomía según Grey o Dr House, aquello me hizo recordar lo mucho que amaba ser doctora aunque no me den la oportunidad de ejercer mi profesión. Y durante estas dos semanas Elijah se ha convertido en el mayor paciente infantil que alguna vez he tenido, quería que todo el tiempo lo estuviera abrazando y besando, y aquello no me molestaba para nada, de hecho ahora mismo estoy con él haciendo cariños en su gran espalda musculosa, mientras que vemos una película en nuestra habitación. — Hacía mucho que no veía una película. — Dice Elijah, se acomoda entre mis brazos buscando más confort. — Hago esto desde… que mi madre murió.— ¿Hace cuanto fue eso? — Le pregunto con una voz suave.
Alicia y yo habíamos compartido momentos increíbles juntos. Desde el momento en que la vi por primera vez, supe que era especial. No puedo evitar sentir que lo que tenemos va más allá de lo físico, aunque esa parte también es impresionante. Hay algo en su mirada, en la forma en que sonríe, que me hace sentir vivo de una manera que nunca antes había experimentado.Me he cruzado con muchas personas en mi vida, he tenido otras relaciones, pero ninguna se compara con lo que tengo con Alicia. Cuando estamos juntos, el mundo parece desvanecerse a nuestro alrededor. Su presencia es tan poderosa que siento que todo en mi vida cobra sentido cuando estoy a su lado.Sé que suena cursi, pero no puedo evitarlo. Estoy enamorado de Alicia de una manera que nunca antes había experimentado. Cada momento que pasó a su lado es un regalo, y no puedo evitar desear que esta historia entre nosotros nunca termine. Ella es mi felicidad, mi pasión, mi razón para despertar cada mañana con una sonrisa en el rost
Su imponente cuerpo se recuesta sobre el marco de la puerta del baño, con la mente turbia por lo que acaba de ocurrir hace unos minutos. Siento un gruñido brotar de mis labios al recordarlo. Las palabras de Michele se agolpan en mi mente como un huracán cuando la vi lanzarse a los brazos de Elijah. Mi única reacción en ese momento fue la ira desatada, sin descanso. No iba a permitir que esa maldita arpía se entrometiera en mi relación.Los celos y la rabia me cegaron por completo en ese momento. Ver a esa mujer buscando afecto en los brazos de mi pareja, Elijah, fue como una puñalada en el corazón. No me detuve a pensar, solo reaccioné instintivamente, dejando que la furia me controlara. Golpearla fue mi manera de marcar territorio, de proteger lo que consideraba mío.— ¿Qué pasó allá abajo? — Fue lo primero que Elijah preguntó. Agarro mi cabello en un moño y comienzo a limpiar mi rostro con agua. — No quiero hablar ahora de eso. — Aseguro.— Tenemos que hacerlo y lo sabes. — Elijah
Estar con Jesse y Diane en ese momento me hizo experimentar una sensación de camaradería que nunca antes había experimentado. Comprendí cuán importante era tener amigos en la vida. Durante mis años de escuela, siempre fui la chica callada que solía ser el blanco de las burlas de otros, pero al mismo tiempo, siempre obtuve las mejores calificaciones y tenía un futuro brillante por delante. Me había enfocado tanto en mis estudios que había perdido la oportunidad de crear recuerdos y amistades duraderas en la escuela.Cuando Diane salió del probador con ese vestido ajustado que realzaba su belleza, no pude evitar aplaudir. Se veía absolutamente hermosa, y en ese momento, me sentí agradecida por tener amigos que me habían dado la oportunidad de vivir momentos especiales y compartir risas y experiencias. La amistad era un tesoro que había estado ausente en mi vida por mucho tiempo, y estaba decidida a valorarla y disfrutarla al máximo.— ¡Eres una diosa! — Jesse se puso de rodillas y comen