Apenas Amber llamó al servicio de emergencias, fue claro que debía al menos notificar a la secretaria para que pudiera apoyar en la emergencia, así que abrió la puerta y le pidió entrar.

— Dígame, ¿en qué puedo servirle?—, pero en cuanto giró su mirada hacia su jefe, se dio cuenta de que algo andaba mal, pues ya se encontraba sin chaqueta, con el rostro enrojecido y la mano colocada sobre el pecho.

— Llame a una ambulancia, necesito que por favor esté atenta y controle la situación, no faltarán los chismes y que llegue a la boca de los medios.

— De acuerdo, pero ¿Usted que le hizo al señor Mckenzie?, se acaban de conocer, ¿Acaso le hizo molestar?

Liam al ver todo aquel enredo pensó que en otra circunstancia sería algo gracioso, pero los latidos acelerados e irregulares de su corazón lo tenían asustado, así que decidió intervenir.

— Kirsteen, siento que sea de esta manera tan brusca, pero te presento a mi novia.

— ¿Su novia?, pero usted me comentó qué la mujer que había mencionado en