Salimos las tres de la oficina y bajamos las escaleras. —¿Pensé que tenías acceso a ellas desde arriba? —pregunté curiosa y el negó —Para llegar a los salones VIP hay que atravesar el casino y subir por unas escaleras en la misma zona—asentí—Nadie que no esté autorizado sube a mi ala privada —Pero no hay nadie en las escaleras que lo impidan—dije extrañada. Conte que iba a mi lado me señalo discretamente a un par de hombres cerca de las escaleras que se mezclaban con los asistentes en el casino —Clasificamos a las personas por niveles cariño—me informa Massimo sorprendiéndome de nuevo mientras llegábamos al área VIP y me guiaba hasta unas escaleras que no había visto antes —¿Qué nivel soy? —pregunte antes de subir las escaleras seguido de Massimo —Eres nivel ocho—me informo Conte —Ocho—resople—¿por qué? —Eres el nivel más alto por debajo de nosotros amore—hablo Massimo guiándome por un pasillo. Me detuve y les miré detenidamente —¡No me digas! —me mofe—Imagino que ustedes son
Camino alrededor de la terraza verificando que todo está en orden. Esta noche será la cena que organice para celebrar el compromiso de Lissa y Conte. Todo tenía que salir bien. El servicio de catering ya estaba organizando la comida. Detrás de la barra del bar al aire libre ya estaba un barman que se encargaría de los pocos invitados, la mesa grande de desayuno estaba transformada en una elegante mesa decorada con altos centros de mesas de cristal donde reposaban tulipanes y lirios. Los toldos blancos que recubría la mesa y los sofás tenían muchas lucecitas que daban un aire romántico al ambiente. Había organizado todo en dos semanas. Miro mi reloj y me doy cuenta que Massimo debería estar por llegar. Había estado fuera una semana porque tenía unos problemas que resolver en Génova referentes al casino —Los padres del señor vienen subiendo—me informo Petra. Durante este tiempo habíamos llegado a estar alrededor la una con la otra. Aún más esta última semana ya que me había quedado p
—Helado ben jerry's triple caramelo—Lissa está rebuscando en el refrigerador del departamento que comparte con Conte mientras Cristal y yo estamos sentadas en los bancos de la cocina. Coloca el helado en la barra de la cocina y saca tres cuencos—Ben jerry's es fenomenal—digo acomodándome en el lugar—Estoy muerta—dice Cristal abriendo el bote de helado y sirviéndose una gran cantidad en su cuenco. Asiento de acuerdoHabía sido un día largo para todas. Primero había ido con Massimo hasta el despacho de su nuevo abogado y habíamos hecho todo el papeleo y ahora la boutique era mía de nuevo, después de eso habíamos ido hasta la propia boutique y ver a los chicos que estuvieron felices de que no los odiara.En la tarde Cristal y yo acompañamos a Lissa a su cita para un vestido de novia y ya había un ganador, pero mi terca amiga pensaba que un vestido que costaba más de cinco mil euros era una brutalidad y sí que lo era. Ahora habíamos salido de allí con una novia frustrada y triste.—Sabe
MASSIMOEstoy de pie afuera de la boutique que de nuevo es de Aurora y la miro sonreírme de la manera que me gusta—Esta noche llegare algo tarde—digo recordando todo el trabajo atrasado que tengo debido a mi viaje a Génova. Ella hace un lindo mohín y le doy un beso rápido—Bien—dice resignada—Esta tarde tenemos la prueba del vestido de novia para Lissa— me acercó y la rodeo con mis brazos—Quizás deberías mirar algo para nuestra boda—le digo antes de inclinarme un poco y repartir algunos besos por su rostro.—Que empalagosos son ustedes dos—dice Marcelo desde el interior. Aurora le hace una peineta—Vete a la mierda Marcelo—respondo riendo. Si. Soy un empalagoso, pero solo con ella. Miro la mano donde descansa el anillo de compromiso y no puedo sentirme más feliz. Dentro de un mes será mi esposa y eso es un hecho—Veré que puedo hacer—habla a la vez que coloca sus manos en mi pecho—Ahora ve a trabajar, así llegaras rápido a casa—dice tranquilamente. No sé si ella se ha dado cuenta, p
Minutos después una enfermera me lleva a una pequeña sala donde me descontaminan y me hacen ponerme lo necesario para poder ver a Aurora. La enfermera me lleva por un pasillo solo y silencioso. Abre una puerta casi al final y me insta a entrar.Me quedo de pie en la puerta mientras ella entra y revisa sus signos vitales y verifica que todo marche bien, revisa la vía y me da una sonrisa de apenada—Le estamos administrando antibióticos y fármacos para el dolor—dice en voz baja informándome. Me obligó a asentir y camino hasta estar al pie de su cama—¿Es necesaria? —señalo refiriéndome a la mascarilla de oxígeno que tiene—Es por prevención—toma una silla que no había visto y la acerca en silencio a la cama—háblele. Hágale saber que esta con ella—Cree... —digo y me detengo antes de aclarar mi garganta—Cree que me escuche—En mi experiencia de quince años he visto casi todo—dice acercándose de nuevo al monitor que mide el ritmo cardíaco de Aurora y escribe algo en sus notas—Las personas
MASSIMO Me reclinó en la silla mientras miro a través de mi móvil mis correos. Levanto la mirada un momento para asegurarme que Aurora está bien mientras respira tranquilamente gracias a la mascarilla de oxígeno que aún tiene puesta. Habían pasado cuatro días desde que ingreso y hasta anoche fue trasladada a una habitación después de superar dos días con fiebre. Durante estos cuatro días había despertado por momentos. Sin embargo, no había hablado mucho, pero le había hecho saber que estaba a salvo y que Gaetano no sería más un problema en nuestras vidas. —Hoy tenemos un mejor color—levanto la vista y veo entrar a Magui, la enfermera que se ha ocupado de Aurora desde que llego—¿no ha despertado hoy? —Niego —Anoche despertó y se molestó por la mascarilla—le digo. Ella sonríe con gracia. —La doctora me dio la orden de retirar el oxígeno—Se acerca a Aurora y le doy espacio para que ella revise sus notas y verifique sus niveles—Cuando despierte se sentirá mejor—asiento de acuerdo. L
Si Massimo o la abuela me dicen una vez más que debo descansar esto se va a poner feo, muy feo. Tres días en casa y Massimo no solo está trabajando mucho, sino que tampoco duerme conmigo porque según el necesito estar cómoda ¿dónde quedo mi supuesto enfermero?¡Qué mierda! Resoplo y cambio los canales de la tv antes de darme por vencida y apagarla. Miro el reloj de la mesita de noche y son más de las once de la noche, mi abuela ya está dormida en la habitación de invitados así que con mucho cuidado me levanto.Si, sé que no debo este de pie, pero ya me siento mejor.Ah, pero eso no lo ven. Camino descalza por el departamento de Massimo que esta oscuro y pensamientos no tan bonitos invaden mi mente, pero los alejo porque sé que estoy a salvo.Llegó al salón y la figura de Massimo en el sofá durmiendo me cabrea mucho. Me acercó con cuidado y toco su hombro suavemente—Massimo—llamo y al no recibir respuesta lo muevo un poco fuerte—¡Massimo! —este despierta y mira a su alrededor fruncien
Un mes después Me miro en el espejo de la habitación y no puedo creer lo que está sucediendo. Dentro de unos minutos me caso con el amor de mi vida, han pasado varias semanas en las que con su ayuda preparamos una íntima ceremonia en la terraza del Penthouse. Desde el día en que me mude definitivamente a el departamento de Massimo comenzó a decir que quería que planificáramos nuestra boda y así fue. Sin embargo, no todo ha sido fácil. Entre los preparativos de nuestra boda y ayudar a Lissa con los suyos ha sido demandante, pero estoy feliz porque ambas tenemos lo que queremos para nuestros respectivos días —Es hora de que te pongas el vestido—dice la esposa de mi tío Jesse. Mi familia está aquí para mí y eso me hace feliz. Veo cómo termina de darle volumen a mi cabello corto y acomoda la diadema de perlas que fue un regalo de mi abuela. Me levanto y me meto al baño para ponerme el vestido que escogí Mi búsqueda había sido lenta ya que ningún vestido me hacía decidirme hasta que e