MASSIMO Me reclinó en la silla mientras miro a través de mi móvil mis correos. Levanto la mirada un momento para asegurarme que Aurora está bien mientras respira tranquilamente gracias a la mascarilla de oxígeno que aún tiene puesta. Habían pasado cuatro días desde que ingreso y hasta anoche fue trasladada a una habitación después de superar dos días con fiebre. Durante estos cuatro días había despertado por momentos. Sin embargo, no había hablado mucho, pero le había hecho saber que estaba a salvo y que Gaetano no sería más un problema en nuestras vidas. —Hoy tenemos un mejor color—levanto la vista y veo entrar a Magui, la enfermera que se ha ocupado de Aurora desde que llego—¿no ha despertado hoy? —Niego —Anoche despertó y se molestó por la mascarilla—le digo. Ella sonríe con gracia. —La doctora me dio la orden de retirar el oxígeno—Se acerca a Aurora y le doy espacio para que ella revise sus notas y verifique sus niveles—Cuando despierte se sentirá mejor—asiento de acuerdo. L
Si Massimo o la abuela me dicen una vez más que debo descansar esto se va a poner feo, muy feo. Tres días en casa y Massimo no solo está trabajando mucho, sino que tampoco duerme conmigo porque según el necesito estar cómoda ¿dónde quedo mi supuesto enfermero?¡Qué mierda! Resoplo y cambio los canales de la tv antes de darme por vencida y apagarla. Miro el reloj de la mesita de noche y son más de las once de la noche, mi abuela ya está dormida en la habitación de invitados así que con mucho cuidado me levanto.Si, sé que no debo este de pie, pero ya me siento mejor.Ah, pero eso no lo ven. Camino descalza por el departamento de Massimo que esta oscuro y pensamientos no tan bonitos invaden mi mente, pero los alejo porque sé que estoy a salvo.Llegó al salón y la figura de Massimo en el sofá durmiendo me cabrea mucho. Me acercó con cuidado y toco su hombro suavemente—Massimo—llamo y al no recibir respuesta lo muevo un poco fuerte—¡Massimo! —este despierta y mira a su alrededor fruncien
Un mes después Me miro en el espejo de la habitación y no puedo creer lo que está sucediendo. Dentro de unos minutos me caso con el amor de mi vida, han pasado varias semanas en las que con su ayuda preparamos una íntima ceremonia en la terraza del Penthouse. Desde el día en que me mude definitivamente a el departamento de Massimo comenzó a decir que quería que planificáramos nuestra boda y así fue. Sin embargo, no todo ha sido fácil. Entre los preparativos de nuestra boda y ayudar a Lissa con los suyos ha sido demandante, pero estoy feliz porque ambas tenemos lo que queremos para nuestros respectivos días —Es hora de que te pongas el vestido—dice la esposa de mi tío Jesse. Mi familia está aquí para mí y eso me hace feliz. Veo cómo termina de darle volumen a mi cabello corto y acomoda la diadema de perlas que fue un regalo de mi abuela. Me levanto y me meto al baño para ponerme el vestido que escogí Mi búsqueda había sido lenta ya que ningún vestido me hacía decidirme hasta que e
Dos años despuésMe remuevo en la cama cuando unos labios me despiertan al repartir besos en mi cuello y a pesar de la opresión de mi corazón sonrió sin abrir los ojos.—Venga amore mío. Es hora de levantarse—dice mi esposo. Lentamente abro los ojos y lo veo sentado en la orilla de la cama. Lleva pantalones de deporte y su cabello oscuro esta húmedo después de la ducha—¿Saliste? —le pregunto y él sonríe. Pero sé que está calibrando mí estado de animo—Hice ejerció—Responde—Pensé que ya estarías lista para el trabajo—miro la hora en el reloj despertador—¡Mierda! —digo pateando las sábanas y caminando hasta el baño cuando una mano me detiene y mi marido me voltea hasta quedar frente a mi—¿Estas bien? —pregunta y asiento antes de lanzarme a sus labios para besarle. Quiero transmitirle mi amor con el beso y cuando nos lleva a la cama me suelto sonriendo genuinamente—Lo siento cielo. pero tengo mucho trabajo y cosas pendientes—él gruñe frustrado—Es muy tarde—me mira un momento mientras
Massimo está distraído y sumido en un extraño silencio mientras vamos camino al casino, y por primera vez agradezco ese silencio ya que no puedo dejar de pensar en la nota que encontré en su billetera esta mañana.La camioneta se detiene y baja para después tenderme la mano y ayudarme a bajar, veo a varias personas que están en la entrada del casino.—No sé si me agrade como te miran algunos—dice Massimo a mi lado mientras avanzamos hasta adentro con mi brazo entrelazado al de él—Siento que quieren ver lo que hay debajoLe doy una sonrisa, porque cuando me vio con el vestido no le hizo mucha gracia. Era un vestido de fiesta rojo corte sirena ajustado hasta las rodillas, desde donde partía una falda con un discreto vuelo. Era atrevido y seductor confeccionado en lentejuelas, con un pronunciado escote en «V», tanto delantero como trasero. El cabello lo había domado en un recogido sexi.—Cariño. Solo tú sabes lo que hay debajo de este vestido—le guiño—¿Qué hay para esta noche?—Tenemos u
Massimo estaciona el auto frente a la hermosa villa de Lissa y Conté, donde vamos a celebrar una barbacoa en honor a Ilyana. Anoche fue un éxito y me divertí con mi amiga como no lo hacía hace mucho.Sin embargo, hoy no puedo dejar de pensar en la cita que Massimo tiene esta tarde. Me carcome imaginarlo engañándome. Cundo le conté a Lissa su reacción fue de incredulidad. Salgo del auto y abro la puerta de atrás para sacar mi obsequio.No sin dejar de comerme con los ojos a mi esposo que hoy se ve caliente con su polera blanca Ralph Lauren que marca su glorioso cuerpo, jeans ajustados y zapatillas blancas. Por mi parte me había puesto una camiseta y pantalones negros, estos últimos rasgados en las rodillas, una chaqueta blanca y botas timberlandCaminamos hasta la entrada y rodeamos la casa hasta el jardín trasero y allí encontramos a todos. Marcelo, Cristal junto a su esposo, los padres de Massimo y algunas personas que Lissa había conocido con el pasar de los años, las cuales tenían
—A ver Aurora—Comienza mi doctora mientas revisa algunas cosas en mi expediente —tenemos que realizar algunos nuevos exámenes—asientoEstamos en la clínica de fertilidad para saber cuál es el próximo paso. Massimo a mi lado solo está en silencio y juega con el brazalete de mi muñeca. La doctora Cabano hace algunas anotaciones antes de levantar su oscura mirada hacia nosotros—La inseminación intracervical no resulto como esperábamos—dice frunciendo un poco el ceño—Realizaremos un nuevo chequeo e intentaremos con la inseminación intrauterina si están de acuerdo—¿Qué tan diferente es este procedimiento al anterior? —pregunta mi esposo enderezándose en su silla—Recordemos que el anterior procedimiento era menos invasivo. Colocamos los espermatozoides en el cuello uterino, esperando que estos fluyeran naturalmente por el útero y las trompas de Falopio, para así fecundar al óvulo, y lograr el embarazo.—Pero no sucedió— digo lo obvio mostrando mi descontento y la doctora solo me da una s
Abro los ojos lentamente. Veo que las cortinas de la habitación están corridas y tengo a Massimo envuelto a mi alrededor.Desde ayer. Después de la visita a la doctora solo se ha dedicado a cuidar de mí, después de desvestirnos nos metió a la cama y nos quedamos abrazados hasta que el sueño me venció. Me doy la vuelta entre sus brazos y lo miro dormir.Me quedo mirándolo y no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas. El terror que siento amenaza con ahogarme.Mi vida está a punto de cambiar, la familia que soñé se puede ir al traste en cualquier momento.Los brazos de Massimo se aprietan a mi alrededor antes de dejar un beso en mi frente aún sin abrir sus ojos—Todo va a salir bien—dice en voz baja—Vamos a estar bien—abre sus ojos y me mira con intensidad—Estoy muy asustada—susurro La última vez que me hice el chequeo todo estaba en orden y ahora esto—El lunes iremos a que veas al doctor—asiento—¿Qué haremos si tengo cáncer otra vez Massimo? —pregunto. Su agarre se aprieta m