En silencio, avanzo por el pasillo del hospital al día siguiente. Esta mañana me obligue a levantarme y no ceder a las ganas de quedarme sola en la habitación.

Después de mi intercambio con Damián anoche no sabía qué hacer. Por un momento pensé en irme, pero no pude. En cambio, me entregué al sentimiento y las letras que surgieron en el momento. Tomé una hoja y escribí lo que sentía en ese momento. Cuando acabé, le di una melodía suave la letra e increíblemente tengo la mitad de una canción, hace mucho que no escribía media canción de un tirón.

¡Diablos! Es la primera vez que lo hago.

Llego a la habitación Donde Abby paso la noche y toco suavemente dejando a un lado un momento mis problemas con Damián. De hecho, no sé, si está aquí, ya que como se le está haciendo costumbre no estaba en casa cuando me levante.

Escucho una voz que me invita a pasar y abro la puerta para encontrar a Abby recostada en la cama con mejor semblante. Y sentada a su lado con cara de disgusto encuentra sentada