El tiempo pasa lentamente y no sabemos nada de Damián ni se Zane. E intentando llamar varias veces a Damián, pero me manda a buzón. Lo que me hace penar en diferentes escenarios y ninguno es favorable.

Miro hacia la cama del hospital y Abby duerme gracias al calmante que la enfermera tuvo que suministrarle. Ella esta aterrada de lo que, ese par puede hacer. También me siento de la misma manera, pero sé que no le sería útil a Abby si también me hago escenarios en mi cabeza.

Estoy a punto de quedarme dormida sentada en el sofá individual junto a la cama cuando Zane entra poniéndome en alerta. Tiene el traje algo sucio y su rostro algo golpeado.

Me enderezo y es cuando veo a Damián entrar llevando el mismo aspecto.

—¿Qué hicieron? —susurro poniéndome en pie tratando de no despertar a Abby.

—Encontré a Hamilton en casa de sus padres—comienza—Ahora sabe cómo se siente Abby—gruñe en tono severo Zane.

Bajo la mirada a sus puños y miro a Damián.

—¿Se han peleado ambos con él? —inquiero. Damiá