—Massimo ¿celoso? —Lissa me mira sorprendida—Le dijiste que te trajo un delicioso postre—Cállate—la miro de mala manera.Lissa tenía que hacer algunas cosas y decidió pasar a visitarme, así que le conté el par de incidentes. Era viernes y los chicos se habían ido a preparar para la inauguración del restaurante que sería esta noche—¿Que? —Dice con fingida inocencia—Cristal los alabo toda la semana—resoplo.Miro alrededor de la tienda y veo a Ilyana—Tu hija va acabar con mi negocio—digo apuntando a Ilyana que tiene una figura de cristal en sus manos—¡No! —Grita mi amiga corriendo hasta ella y quitándoselo de las manos—¿No toca? —Pregunta con su carita de querubín—No mi amor. No se toca—la toma en brazos y llega hasta mi—Porque nos las invito a tomar un helado —digo y nos ganamos un chillido de la niña— ¿Chocolate? —Pregunto y rio al verla tan felizCerramos la tienda y con aun tiempo para la cita de esta noche.Caminamos unas cuadras y llegamos a la heladería y pedimos nuestros h
—Este lugar se ve muy bien—dice la madre de Massimo a mi lado mientras miramos alrededor del restaurant de Alonso—La comida es deliciosa—dice mientras come un mini bocadillo de calamares fritos con pan negroHace una hora habíamos llegado y en realidad todo se veía muy bien. El restaurant de Alonso se especializaba en comida marina y hasta hora lo que os meseros les daban a los invitados para catar estaba muy bueno.Massimo a mi lado solo gruñía y probaba la comida. Era divertido verlo como si fuera un adolecente enojón—El pulpo con patata confitada es mi favorito hasta hora—digo ganándome una mirada brillante de mi esposo que esta junto a su padre tomando champang —Así que te gusta como cocina el pelmazo ese ¿eh? —Puse los ojos en blanco y sorbí de mi champang—Por Dios Massimo—dice Chiara a la que le había contado el incidente en el gimnasio —Es Solo comida. El chico cocina muy bien—Ese chico como tú lo llamas, quiere con mi mujer—dice de mala gana—Pero a tú mujer no le interesa
Entro al departamento detrás de un Massimo furioso.Lo veo caminar hasta el mini bar y servirse un trago, tomárselo de una vez y volver a llenar u vaso.—¿Vas a decirme que quiso decir Alonso en el restaurant? —Pregunto midiendo su estado de animo—Solo dijo una sarta de mentiras—Habla sin mirarme—Entonces ¿Por qué te alteraste tanto? —digo acercándome, se da la vuelta y me fulmina con la mirada—Porque es pura mierda—dice en tono frio—Esto es tu culpa— continua y me quedo con la boca abierta— Si no hubieses insistido en ir a esa maldita inauguración —cierra los ojos y niega—Ah no—niego enojada— Esto no es mi culpa Massimo. Yo no sabía que algo así iba a suceder— pasa por mi lado y llega a la sala de estar. Abre la puerta corrediza que da a la terraza y sale. Lo sigo y este camina hasta estar inclinado en el borde mirando la noche en Palermo—Yo me puse de tu lado en ese lugar— sigo hablando— así que dime ¿Quién es Brian y que sucedió? ¿De que te culpa Alonso? —Insisto—¡No hice una
Una vez salgo el aire frio de la mañana golpea mi rostro.Camino de prisa por la acera, cuando estoy llegando a mi tienda visualizo el auto de Conte y este recostado en el hablando por su móvil. Me ve y comienza su charla e nuevo, así que camino hasta el—Si. Aquí esta—escucha y hace una mueca mientras aleja un poco su móvil de su oído— ¡Joder Massimo! no me grites que te oigo perfectamente— escucha— sí, la llevo para allá—Dice antes de colgar— ¿Qué haces aquí? —digo sabiendo la respuesta—Massimo me llamo y me pidió —que me acercara a la tienda para—Vigilarme— lo corto Arqueando mi ceja—Para verificar que estuvieras bien— me da una mirada de censura que ignoro—Temía que hubieses ido a serle frente al idiota ese y escucharas sus mentiras—niega— No estaba equivocado—Entiéndeme Conte—digo—Massimo no quiere decirme que sucedió y tenía que saber de qué acusa ese hombre a mi esposo—¿Aclaro tus dudas? —pregunta de mal humor cruzando sus bazos y mirándome detenidamenteNo respondo y sie
— ¿Cómo ha idos todo en casa me? —pregunta Chiara mientras tomamos una copa en la inauguración del Hotel y casino King of Ace en Génova.Habíamos llegado la noche anterior y había visto a mi esposo manejar todos los contratiempos con mano firme. Ahora estábamos disfrutando de la velada mientras veíamos a las personas de la elite Genovesa derrochar un poco de sus fortunas. Mire a mi suegra y suspire—Todo marcha bien—respondí y ella me dio una mirada escéptica— Bien. Massimo está tratando de sobrellevar lo sucedido con Alonso—ella asiente—Pero estoy dándole todo mi apoyo, creo que poco a poco está viendo que no tuvo la culpa en nada.—¿No los ha molestado más ese hombre? —pregunta antes de sorber de su copa—No—digo mientras miro alrededor observando mi entorno—Lo vi hace dos días —digo recordando que estaba entrando a la tienda cuando este paso y se detuvo un segundo. Me vio y creo que quería decir algo, pero después de unos segundos siguió su camino—Debes tener cuidado—me dice esta—
—Sabes que esto es ilegal—me dice Lizcano, el jefe de la policía.Me mira detenidamente antes de dejar sobre la mesa la carpeta con la información que le pedí—Y por eso estaré agradecida contigo eternamente— respondo antes de tomar la carpeta.El asiente y sorbe de su café mientras yo reviso la información—También te conseguí la información adicional—me informa—Esto lo hago por que los aprecio a ambos—Gracias—digo tomando el trozo de papel que está encima de todo lo demás antes de dejarla en su sitio. Miro la hora en mi muñeca y termino mi café— Debo irme— le digo—Massimo cree que estoy en la tienda de los suburbios con Greta—digo refiriéndome a la encargada de mi otra tienda—Comprendo—dice poniéndose de pie—Tengo que volver al trabajo. Fue un placer verte Aurora—Lo mismo digo Lizcano—me pongo de pie y ambos caminamos hasta la salida del café donde nos habíamos citado—Cuídate y otra vez gracias—dije antes de tomar mi camino hasta mi auto y subir.Dejo la carpeta en el asiento del
Dos meses después—No. No. Esas no van cariño—digo a Massimo que me fulmina con la mirada.Estamos en nuestra sala en pijama armando el Belén para noche buena. Como es costumbre todos los ocho e diciembre es el día de decorar la casa para el día de navidad.Este es nuestro tercer año haciéndolo y aun mi esposo no sabe cómo me gustan las luces en el Belén.—A ver amore—dice con paciencia que claramente no tiene—así se ve mejor, pero tu insiste en que no—me dice poniendo las manos en sus caderas y solo quiero lanzarme encima de su torso desnudo.Concéntrate Aurora, me reprendo.—El árbol de la luz se ve mejor con luces blancas—digo refiriéndome al Belén.Él pone los ojos en blanco.—Ve por las demás decoraciones y yo me encargo del nacimiento. —demando. Este deja las luces en el sofá y se va. Pasa por mi lado y deja una palmada en mi trasero antes de irse—¡Oye! eso me dolió—le digo—Claro que no—dice sobre su hombro—Te gusto— me responde.Me rio en voz baja porque el presuntuoso de mi m
—Bueno. Esta prueba dice que estas embarazada—Comenta la doctora Cabano con la prueba que me había hecho anoche en el baño.Lissa salto como loca mientras yo no sabía que pensar.—Vamos hacer una ecografía trasvaginal y veremos si estamos en lo correcto—me dice.Asiento como tonta porque estoy muy nerviosa. Me costó mucho no decirle a Massimo lo que había hecho, pero no quería darle falsas esperanzas.Esta mañana casi salí corriendo de la casa y me vine al consultorio de la doctora con la esperanza de que me recibiera.Me quito el vestido de cachemira negro y me pongo la bata.—¿Aurora? — la doctora me llama desde el otro lado de la cortina.—Ya salgo—logro decir. Salgo de detrás de la cortina.Mientras estoy acostada esperando a que la doctora haga la revisión cierro los ojos y solo puedo rogar que esto no sea un sueño, siento la intromisión de la doctora en mi cuerpo y trato de relajarme.—Bien Aurora. La ecografía coincide con la prueba— la escucho decir.Abro los ojos y la miro so