Narrador. Mateo no dejaba de dar vueltas dentro del despacho de Aslan, mientras Aslan trataba de invertir en la bolsa de valores, tenía mucho que no lo hacía, y volver al ruedo le costaba, pero se propuso a sí mismo que ya era momento de dejar las lamentaciones de lado y que debía empezar a valers
Narrador.Continuación del diálogo entre Ashley y William.—Quiero disculparme, porque fui un tonto, me dejé manejar por el enojo y no tenía razón ninguna para hacerte tal escena ni reclamos, pues yo en parte tuve mucha culpa de que te casaras con ese hombre porque las veces que fuiste a buscarme, i
Narra Aslan. Aunque estoy consciente de que se ve como un acto desesperado de mi parte, decidí ir con Jessica, siguiendo el consejo de Mateo, quien me dijo que ella podría ayudarme a conocer más a Ashley. Aunque no doy por terminada la idea de que mi chófer siga sus pasos, pues no estoy seguro de
Me quedé impactado, sé que ella guarda algo que no la deja avanzar, pero saber que fue tan malo, me causa mucho dolor. Y me hace sentir tan inútil saber que sufre y yo ni siquiera sabía. —Jessica de verdad agradezco mucho tus palabras, te confieso que Ashley es la única mujer que me ha hecho senti
Narrador. William convenció a Ashley para que permitiera acompañarla, y ella sin poder negarse le dijo que sí, de modo que ahora iban en un taxi hacia su casa, mientras él pensaba en cual excusa podría inventar para impedir que Ashley y Carla tuvieran un momento a solas. —Ash, estoy buscando un em
—¿Más de lo que ya lo hace?, ¡no lo creo!Narra Ashley.No niego que estar al lado de William así sea como su amiga es bastante inquietante, es como si me sintiera junto a un completo extraño. Él intentaba acortar la distancia entre los dos y agradecí al cielo cuando el taxista se detuvo.—Hemos lle
Narra Ashley.No me detuve a reprocharle a William por su aparente coqueteo conmigo, sino que lo ignoré y toqué la puerta; cuando mi madre abrió me miró con frialdad, una que me dejó helada, ni siquiera sonrió al verme, incluso no dijo nada, solamente dejó la puerta abierta y se fue.Somos tan extra
—Por favor, Aslan llámame para que me informe sobre su mejoría— pidió Carla como si fuera un ruego y teniendo ganas de llorar. «¿He sido muy dura?», se cuestionó Carla, luego bajó la cabeza mirando sus manos, mientras William se mordía la lengua para no gritarle que deje de ser tonta y no permitier