Narrador. El rostro de Carla se tornó tan rojo que Aslan creyó que a ella le daría un ataque, pero estaba conteniendo las carcajadas y Ashley miró a Mateo como si tuviera miles de cabezas, pues confundió a su madre con su hermana; una qué literal no tiene y claro que Carla está conservada, pero a e
—¡Qué seca eres amiga! — La corrigió su amiga mirándola con molestia y Ashley volteo los ojos, porque Jessica estaba tan metida en el papel que olvidó que ella y Aslan no son una pareja normal. —Mi Ashley se convirtió en una persona poco expresiva desde hace un par de meses para acá. No sé qué la
Narra Ashley. Respiré profundo al darme cuenta de que la situación se estaba saliendo de control, porque ya no se trataba de una mentira sino de algo que iba más allá porque ahora mi madre está tratando a Aslan como si en realidad fuera su yerno y yo aún no tengo claro mi propósito a su lado, puest
— Lo siento Ashley, sé que tú no estás obligada a esto— dijo apenado.—No seas tonto, no lo hago por obligación, si fuera de ese modo dormirías como estabas a mí nadie me dice que hacer— bromee para calmarlo y alcance el gel que no estaba lejos, le eche a la esponja y empecé a lavar cada parte de su
Narrador.Aslan no podía apartar la mirada del rostro de Ashley, por lo hermosa que le parece enojada, y lo que más le encantó fue verla admitir que sí siente celos. Se dijo que tiene suerte de poseer a una mujer tan hermosa y la cual parece mostrar algo de interés por él, porque veía que ya no se
Llevó su boca al primero, y le pasó con lentitud la lengua, esperando la reacción de Ashley, y fue instantáneo que ella arqueó su espalda para que sus pechos estuvieran el contacto más íntimo con esa boca agradablemente caliente. Creó con la punta de la lengua el círculo de la aureola del pezón, sa
Narrador.A Ashley una de las cosas que más la frustró durante un mes: fue creer que podría salir embarazada de ese hombre sin rostro, y pues no es de la que confía al cien por cien en los medicamentos anticonceptivos.—Ninguno lo estamos— concordó él, tras quedarse pensativo, ya que, si no estaba p
Ashley de repente quiso contestar su pregunta con más que un gesto y se apartó un poco antes de manifestar:—No es que esté molesta, sino que aún temo entregarme sin proteger tanto mi cuerpo como mi corazón.—¿Quieres hablar y decirme que te hizo ser tan temerosa? Ella negó, aún no estaba lista, cl