Narrador. Aslan se concentró en el hermoso rostro de Ashley mientras ella anudaba su corbata. —No quiero hacerlo solo, ¿podrías acompañarme? —Pidió Aslan sin pensarlo, luego se dio cuenta y le molestó sentirse débil, más delante de Ashley, pues él también era un hombre orgulloso. » Quiero decir,
—¿Es cierto que se casó con su amante? —Pero ¿qué demonios?, ¡apártense de mi camino!, ¡seguridad! —grité y de inmediato el equipo de seguridad me abre camino y no permiten la entrada de los reporteros al edificio. —¿Por qué diablos permitieron que los reporteros acamparan en el estacionamiento? T
Narra Aslan.—Entonces, ¿sabes quién es la chica de aquella noche? —Volví a preguntarle a mi padre luego de su incómodo silencio.—Las mujeres que trabajan en este departamento fueron llamadas para ser tu esposa ¿Me dirás que, si alguna de ellas hubiera sido, no hubiera aprovechado la oportunidad? —
Mi garganta quedó trancada y no podía emitir palabras. Mi corazón, no solo sangraba por hacerlo sino por las grietas que se habían hecho en él.—No te juzgo, tal vez no pude dártelo todo y la avaricia se adueñó de tu alma, pero dime por qué no me dijiste que querías ser la esposa de un adinerado, au
Narrador.Aslan llamó y llamó, pero el móvil de Ashley estaba apagado, así que después de más de veinte intentos decidió no llamarle más.—Señor, por motivo al revuelo que se ha armado en los medios televisivos la junta directiva considera que es mejor posponer el cambio de sucesión. Alonso hizo un
Aquí estaba yo en mi silla de ruedas, sentado en una mesa con mi amigo, siendo el entretenimiento de todo el que entraba y me veía, no sé si por mi dificultad o porque me reconocían, pero ya poco me importaba. El mundo ya me vio y si esta bestia que soy es lo que querían ver, pues, aquí me tienen.—
Narra Aslan. Luego de que hablamos y tomamos, no sentía que estaba ebrio e incluso ni mareado, cosa bastante rara, ya que llevaba tiempo sin hacerlo y pensé que a la primera caería; no obstante, quien está que arrastra la lengua cada vez que dice una palabra es Mateo. De camino a casa ya había caí
—¿No te bañarás mi niña? — le dijo con mucho cariño. —Sí, porque se quitará el autógrafo, y prefiero no hacerlo— respondió y Ashley se acercó a mí mientras ellas se fueron a continuar con lo que estaban haciendo. —Sé que no estás aquí porque sientas preocupación, vamos Aslan, deja de mentir— me su