Hanna se encontraba lavando su cuerpo, mientras que Enzo estaba sentado en el borde de la cama revisando varios documentos de aquellos jugosos negocios que le quitaban el sueño, de repente unos cuantos golpes a la puerta hicieron que él se levantara y fuera a atender; al abrir la puerta se trataba de Jack, quien sostenía en su mano un sobre.

—Buen día señor, de manera anónima ha llegado este sobre a la entrada principal, hemos revisado los videos de seguridad y se trata de un mensajero corriente —comentó Jack mientras estiraba el brazo entregando el sobre a su jefe.

Enzo fijó la mirada en aquel sobre y sintió un mal presentimiento, se tomó unos cuantos segundos para abrirlo y luego lo hizo, el rostro de Enzo cambió al instante, pasó saliva mientras que su respiración se agitó.

—¿Qué sucede, qué tienes en la mano? —preguntó Hanna tranquilamente mientras que absorbía los residuos de agua que habían quedado sobre su piel.

—Ha sucedido una calamidad, la desgracia nuevamente nos acecha