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Hemos perdido la batalla
Luego de la captura de Dante, Valery y Aurelius Bennett sale raron la dicha, era más que claro que su poder tenían las dos personas más importantes de sus enemigos, Aurelius saboreaba tener todas aquellas propiedades a su nombre y Valery cumplír su sueño de acabar con la familia Santos. Mientras tanto, Enzo y Hanna se encontraban en medio de aquella desesperada búsqueda, no iban a permitir que su hijo Santino perdiera la vida a manos de sus enemigos, Hanna había perdido la noción del tiempo día y gran parte de la noche rastreaba callejones y lugares abandonados, tan solo por petición de los hombres que iban con ella dormían un poco. En cuanto a Enzo, indagaba con compradores de mercancía callejeros, pero nadie le daba razón sobre el paradero de su hijo, exhausto se recostó sobre una vieja silla para descansar un poco, en ese momento su teléfono sonó, en cuestión de segundos llevó la mano al bolsillo y dio respuesta.—Hola —respondió Enzo sospechando que se trataba de Valery. —Hola
De castaño a oscuro
Mía fijó la mirada en aquel hombre que se encontraba bastante preocupado, mientras que Enzo no sabía por donde empezar. —Dante fue capturado a manos del enemigo —Mía luego de escuchar aquellas palabras se levantó quedando en shock.—¿Qué? —preguntó ella—. No puede ser cierto, Dante es un hombre bastante audaz y nunca se dejaría capturar, adicional con mis propios ojos me di cuenta que no fue solo, llevó a los mejores hombres y muy bien armados como para enfrentar a un ejército, claramente me estás intentando engañar —Enzo se levantó y negó con su cabeza. En ese instante un mensaje llegó al teléfono de Enzo, él llevó la mano rápidamente dentro del bolsillo y fijó la mirada en la pantalla.—No lo hago, me acaban de enviar esta foto, ya no queda duda alguna de que mis hijos han sido capturados —Mía levantó las dos manos y cubrió su boca rompiendo el llanto. —¡Es mi culpa!, soy la culpable de que Dante se encuentre en aquella situación, él no quería involucrarse en ayudar a su hermano,
En jaque
Mía regresó bastante furiosa ante las palabras por parte de Emma, fue directo a la sala para hablar con Enzo, necesitaba ponerlo al tanto de lo que estaba sucediendo, al llegar allí se encontró de frente con Enzo, quien se encontraba abrazando a Hanna.La escena era bastante fuerte, Hanna lloraba desesperadamente, ella tomaba los brazos de Enzo con fuerza buscando la manera de que él le dijera que Dante estaba a salvo, pero Enzo no podía mentirle. Mía al observar el dolor que causaba la captura de Dante, la culpa se apoderó de ella y fue inevitable que ella también rompiera en llanto.—Señora Hanna, lamento interrumpir en medio de este dolor, pero no puedo soportar más y debo aceptar la culpa, fui yo quien hizo que Dante fuera en búsqueda de su hermano, porque de lo contrario él continuaría con su libertad —dijo Mía con la voz entrecortada, Hanna giró su cuerpo y fue directo a ella, abrió los brazos y la abrazó con fuerza.—Enzo ya me puso al tanto de lo que hiciste, te agradezco por
Sin piedad
Luego de que Enzo se enterara de aquella terrible situación no pudo esperar más y con excusas baratas logró salir sin la compañía de ninguna de ellas de la propiedad, a su alrededor llevaba hombres suficientes para no correr peligro.—¡Iremos a visitar unos viejos conocidos! —exclamó Enzo mientras subió a su camioneta.Mientras que Enzo iba de camino no podía pasar por alto que los minutos corrían en contra de ellos, lo peor era que Valery no iba a desaprovechar la oportunidad para acabar con la vida de sus hijos. Las camionetas se detuvieron frente a una hermosa casa, Enzo descendió y lo primero que hizo fue llevar la mirada a su alrededor, esbozó una leve sonrisa y con la mano le indicó a sus hombres que lo acompañaran. De la manera más educada posible Enzo llamó a la puerta, pocos segundos más tarde personal de servicio abrió la puerta para atender a Enzo.—Buen día señor, ¿qué se le ofrece?—preguntó la empleada del servicio mientras observaba con asombro la cantidad de hombres q
La cacería humana
Luego de haber visitado a Tito, Enzo y su gente regresaron a las camionetas con destino a otra propiedad que se encontraba no muy lejos de donde se encontraban. Enzo de cierta manera se sentía incómodo al acabar con la vida de una persona, había prometido dejar aquel mundo oscuro, pero de lo único que estaba seguro era que iba hacer hasta lo imposible por recuperar a sus hijos con vida.Pocos minutos más tarde las camionetas se detuvieron frente de una propiedad más pequeña que la que habían acabado de visitar, Enzo junto con sus hombres descendieron a toda prisa y fueron directo a la puerta. Unos cuantos golpes fueron suficientes para que el mayordomo atendiera, Enzo llevó la mirada en aquel hombre y sin decir una sola palabra ingresó. —¿Pero quiénes son ustedes y qué rayos pretenden hacer, acaso no se dan cuenta que esta es una casa decente y antes de pasar a la sala se deben anunciar? —gruñó aquel hombre mostrando la molestia ante el atrevimiento por parte de Enzo y de sus hombre
Sin una sola pista
La frustración y el desespero se han apoderado de Enzo, ante el hecho de no poder dar con una sola pista que lo lleve directo al lugar donde tienen a sus hijos hace que aquel demonio que hay en su interior quiera destrozar el mundo entero. En medio de su desesperación llegó a la cabeza de Enzo su última salida, Oliver kim; y para ello la única manera de saber su paradero era a través de Emma.Sin pensarlo dos veces sacó su teléfono móvil y se puso en contacto con ella. —Hola —respondió Emma con la voz agitada debido al fuerte entrenamiento que estaba llevando la propiedad de Enzo.—Necesito un favor de tu parte, luego de lo que sucedió con el traspaso de las empresas, ¿sabes el paradero de tu padre? —preguntó Enzo siendo el directo.—No señor, la relación que había con mi padre terminó de la peor manera luego de que me entregó a Dante para que me casara con él y así unir las propiedades, supongo que debe estar en cualquier lugar, sus acciones no fueron las mejores provocando que ya
En la misma jaula
Emma se ha hecho cargo del sepelio de su padre, pero cuando llegó al panteón, allí se encontraba Enzo, Hanna, Mía y por supuesto el resto del personal a cargo de la seguridad. Hanna se acercó a ella y la abrazó con fuerza. —Lo siento mucho Emma, recuerda que cuentas con nosotros y tu dolor también es nuestro —dijo Hanna cerca de su oído. —Creí que iba a estar sola en este momento, mi padre se encontraba aliado de manera directa con Valentino y supuse que lo último que quisieran hacer sería estar en este lugar —supuso Emma. —Somos una familia, y recuerda que jamás te vamos a dejar sola, estaremos en los buenos momentos, como también en aquellos que sentimos que el mundo se cae sobre nosotros —respondió Hanna demostrando su apoyo. A pesar de aquella leve diferencia entre Mía y Emma, debido a la situación Mía hizo a un lado aquello que impedía que fueran las mejores amigas y se acercó a Emma, abrió sus brazos y le demostró que también lo sentía.—Nunca llegué a pensar que te iba a en
Pagarás por tu maldad
Mientras que Valery y Aurelius disfrutaban de la situación, Dante y Santino se encontraban cada uno en los costados de la jaula observándose de la peor manera. —Gracias a la mugrosa vida que solía llevar el hombre al que aún le dice su padre nos encontramos aquí, definitivamente tú no pareces ser mi hermano —comentó Santino.—Aunque no lo creas, los dos nos encontramos en este lugar gracias a Enzo, aquel endemoniado hombre se metió con las personas equivocadas y por ello nos encontramos aquí pagando por lo que él ha hecho, Valentino no tiene nada que ver con toda esta situación, solo lo estás diciendo para tratar de ocultar los verdaderos errores que cometió tu padre, eso sin hablar de aquella mujer que tiene por esposa —Santino al escuchar aquellas palabras fue directo en contra de su hermano y sin mediar palabra lanzó el primer golpe. Dante en cuestión de segundos respondió a sus golpes de manera agresiva y contundente; mientras tanto, Valery fija la mirada en Aurelius, le indico