Enzo se sentía demasiado afortunado al estar cerca de su esposa, el hecho de poder tocar su cuerpo libremente lo hacía sentir el hombre más afortunado, a pesar de que a él le encantaba tener intimidad con ella se controló luego de lo que le había sucedido a Jacob.El amor que sentía Enzo hacia su esposa era más fuerte que cualquier otro sentimiento pasajero, brindarle su apoyo y hacerla sentir acompañada era más importante que ir a la cama y descargar aquel deseo incontrolable.Hanna lleno la tina, colocó espuma y jabón con aroma dulce, ultimaba cada detalle ya que disfrutaba al máximo sentir que Enzo acariciara su piel, aquel hombre se había encargado de despertar en ella aquel deseo insaciable que lo único que provocaba era que pidiera más y más de él sin importar el cansancio. Enzo bajó la intensidad de la luz, colocó música suave, era el momento perfecto; él tomó de su mano y la ayudó a ingresar en la tina, luego de él llevó su cuerpo frente al de ella. Hanna llevó sus manos sob
Luego de aquel apasionado momento Hanna y Enzo se encuentran en el interior del auto yendo de camino al lugar donde Enzo la ha invitado, se encuentran tomados de la mano, ella viste de oscuro al igual que el, ahora en ella hay algo nuevo y difícil de pasar por alto. Ahora Hanna es una mujer ruda y dispuesta a hacer lo necesario para sobrevivir, se encuentra armada debido a la venganza que busca encontrar en Valentino, a pesar de que Enzo le asegura que su hermano ha desaparecido, ella no puede olvidar lo que aquel desgraciado hizo con ella.Hanna conserva la posibilidad de que en cualquier momento nuevamente va a aparecer Valentino para continuar queriendo hacerle daño. El fuerte entrenamiento que ella ha llevado lo ha hecho únicamente para darle la sorpresa a Valentino al encontrarse con una mujer completamente diferente a la que sometió, engañó y ultrajó a su antojo.—¿A dónde me llevas cariño? —preguntó Hanna observando las luces de la ciudad. —No importa el lugar al cual vamos
El tiempo ha pasado y con cada día que transcurre los deseos que siente Valentino por acabar con su hermano y su esposa son cada vez más grandes, luego de haber tomado en su poder las piedras preciosas y los documentos que su hermano guardaba con tanto sigilo se ha ubicado en un lugar estratégico, uno donde planeó comenzar con sus días de tortura para aquellas dos personas. Valentino ha utilizado las piedras preciosas para convertirse en alguien indestructible, a su alrededor tiene demasiados hombres que cuidan de su espalda, Valentino se sentía intocable, y no hace otra cosa más que desear tener de frente a su hermano y a Hanna para hacerles pagar por haberlo engañado según él.Valentino se encontraba sentado alrededor de la mesa sosteniendo en la mano una botella con whisky, a pesar de todas las maldades que ha cometido se siente víctima de su hermano. Caroline dando pasos cortos se acercó a él, colocó los brazos alrededor de su cuello y besó sobre la comisura de sus labios. —Per
Días más tarde.Hanna se encuentra en el patio trasero, ha plantado flores y disfruta pasar el tiempo allí, en aquel lugar encuentra tranquilidad luego de todo lo que ha tenido que pasar; Enzo continúa trabajando arduamente para recuperar lo que es suyo, ha jurado no darse por vencido hasta lograr conseguir lo que siempre ha deseado. Dando pasos cortos Enzo se acercó a Hanna, llevó la mirada a su alrededor dibujó en su rostro una leve sonrisa. —Has convertido el patio trasero en un lugar hermoso, tienes un corazón muy dulce y lo que irradia de ti solo son cosas buenas —Comentó Enzo logrando llamar la atención de Hanna.Hanna enderezó su cuerpo, soltó la pala, retiró los guantes y fue directo a saludar a su esposo, en su rostro mostraba una bonita sonrisa. —Amor, te extrañé demasiado, en este lugar trato de mantener la calma ya que en tu ausencia no puedo dejar de pensar que algo malo te puede llegar a suceder y me dejas sola, no me gusta estar lejos de ti —dijo Hanna mientras lo ab
Hanna se encontraba bastante emocionada porque a partir de ahora su vida iba a ser diferente, pasaría a llevar una vida arriesgada y emocionada como nunca antes lo había llegado a imaginar, pero lo que realmente le hacía feliz era que iba a estar al lado de su esposo a tiempo completo. Al lado del hombre que se había encargado de hacer que su corazón latiera con fuerza, el hombre que la había liberado y le había dado un sentido a su existencia, en su cintura resaltaba la empuñadura de la pistola.Al llegar a la casa, Enzo se levantó y fue directo a ella, escaneó el cuerpo de Hanna con la mirada, dibujó una leve sonrisa en su rostro.—Te ves... —Enzo hizo una pausa—. Eres endemoniadamente atractiva —Hanna abrió los brazos y dio un giró completo con su cuerpo.—He aquí a tu esposa, la mujer que se encuentra dispuesta a dar la vida por ti —Enzo abrió sus brazos y la abrazó con fuerza. —Te amo, eres el mejor regalo que he podido recibir de la vida —Se fundieron en un apasionado beso, mi
Los días han pasado, Hanna se encontraba con su abdomen cada vez más grande, Enzo la cuidaba como su mayor tesoro, debido al embarazo ella se ha quedado a tiempo completo en casa, Hanna luego de tomar el desayuno se ubicaba en el patio trasero, disfrutaba escuchar música mientras que cultivaba las flores.Enzo se encontraba en el interior del estudio revisando los documentos y archivos en la computadora, él aún conserva la esperanza de poder recuperar el control de todo y poner a Valentino en su lugar.De repente la puerta se abrió a toda prisa, Enzo levantó la mirada y empuñó la pistola llevándose una gran sorpresa, ya que nadie ingresa sin anunciarse antes.—Señor, señor, señor... —repetía Emilio mostrándose agitado. —¿Qué sucede? —preguntó Enzo levantándose de la silla mostrando preocupación en su rostro. —Hemos dado con su paradero —Enzo frunció el seño, ya que no lograba comprender las palabras de Emilio. —¿De quién?, cálmate porque así no logro entenderte —Emilio exhaló con f
Unos cuantos minutos más tarde Enzo besó los labios de su amada y con la yema de sus dedos acarició su abdomen, luego descendió del auto sin decir una sola palabra y luego subió a otro, Emilio ingresó a ocupar el puesto donde se encontraba su jefe. Todos los autos sobrepasaron al auto donde se encontraba Hanna, yendo a ella en el último puesto, Hanna sostenía en la mano la pistola con fuerza, en su mirada se podía notar que nunca antes había estado tan decidida de hacer algo como ahora lo estaba queriendo acabar con el hombre que había causado que su vida fuera un infierno.Al cabo de poco más de una hora los autos se fueron deteniendo, se encontraban cerca de la mansión dónde se encontraba Valentino recibiendo, Enzo al igual que Hanna sentían que a Valentino le quedaban pocos minutos de vida.Hanna desde la distancia a través de unos binoculares lograba observar como su esposo y los hombres que cuidaban de él avanzaban rápidamente yendo directo a aquella mansión. A pesar de que Han
Enzo se encontraba bastante agitado, deseaba con todas sus fuerzas terminar con lo que había empezado, él con respeto a su experiencia sabía que no podían dejar cabos sueltos, ya que serían graves problemas en el futuro, pero su hermano era una maldita patada en el trasero. —Ya hemos llegado, te pedí que por favor mantuvieras la distancia, no quiero que pongas en peligro tu vida y la del bebé —habló Enzo en medio de susurros cerca del oído de su esposa. —Ya me encuentro aquí y de cierta manera he sido yo quien ha logrado dar con el paradero de Valentino, así que no me pienso alejar —al escucharla Enzo gruñó.Emilio continuaba al lado de Hanna, Enzo le dio una leve mirada a su esposa y luego descendió junto a los demás hombres al sótano, pocos minutos más tarde se desató una fuerte balacera, Hanna se encontraba bastante preocupada y deseaba descender para ayudar a su esposo, pero esta vez Emilio no se lo permitió.Enzo y sus hombres en medio de aquel cruce de disparos lograron acabar