Una vez que estuvieron en la oficina, Enzo se sentó en su cómoda silla sirvió un buen vaso de whisky, Hanna rodeó el escritorio y fue directo a él, con su mirada puesta en la suya y la mandíbula tensa le dejaba claro que se encontraba furiosa en su contra. —Ni se te ocurra intentar golpearme, porque te aseguro que no me encuentro de buen genio para tolerar tus estupideces —advirtió Enzo.—¿Quién intentó acabar con mi vida?, es difícil no pensar que se trate de usted, me quiere lejos y piensa que con el hecho de intentar acabar con mi vida lo va a lograr —Enzo bufó. —No tengo ni la más mínima idea de quién puede ser —respondió Enzo—. Pero sí te dejo muy claro que yo no tengo nada que ver con eso y si no me crees, pues ni modo, en lugar de estar acusando deberías estar pensando ¿por qué la persona que intentó acabar con tu vida no lo logró?—Fue usted y lo hizo para causar terror, para que me quisiera alejar de todas las propiedades que dejó Valentino, ahora entiendo porque me mostró
Hanna luego de haber leído el contenido de aquel trozo de papel dio unos cuantos pasos cortos hacia atrás, cayó sentada en el sofá, Enzo fijó la mirada en Emilio.—Adriano Bennett —aseguró Emilio.—¿Pero con qué fin ese desgraciado se encuentra tras de Hanna? —preguntó Enzo.—Es tu esposa y sabes perfectamente que en este negocio el golpe más doloroso es el ataque a la familia —aseguró Emilio.—No, no tiene sentido que sea él —espetó Enzo mientras caminaba en círculos en la oficina tratando de descubrir posibles responsables. —Ya dejé de actuar, sé perfectamente que usted lo hizo —aseguró Hanna mientras se levantaba del sofá—. Es la única persona que ha amenazado con acabar con la vida de mis padres si no hago lo que me pide, quiere forzar a que me retire para así poder quedarse con todo ¿verdad?»Maldito desgraciado, usted es el mal encarnado, no puede haber otra peor pesadilla que compartir el mismo espacio con usted —Hanna de manera ágil tomó un florero que había sobre el escritor
La expresión por parte de Enzo al observar el contenido de aquel paquete no era porque se tratara de algo malo, bueno o no para él. —¿Qué sucede, qué contiene, por qué actúas de aquella manera? —preguntaba Hanna mientras se acercaba al escritorio. Al fijar la mirada Hanna en el contenido de aquel paquete sus ojos se abrieron, su respiración se agitó al instante, aún así estiró el brazo y tomó unas fotografías.El tono de la piel de su rostro cambió al instante, eran diferentes fotografías, más bien diferentes poses y mujeres, pero lo que le impactó a Hanna era que el hombre que se encontraba allí con aquellas mujeres era el mismo que le había puesto la argolla en su dedo y le había jurado amor por siempre.En aquel que ella había puesto toda su confianza y entregado todo su amor, el hombre al cual defendió a capa y espada sin importar las acusaciones que habían en su contra.En ese instante un frío desgarrador se apoderó del pecho de Hanna, ya que Valentino en repetidas ocasiones la
Ha caído la noche, Hanna se encuentra sentada en la sala de espera de un hospital acompañada de Enzo, luego de haberse enterado sobre la placentera vida que solía llevar su difunto esposo deseaba estar a solas. Tener tiempo para sí misma era lo único que Hanna pedía, su mirada se encontraba distraída, su tono de piel reflejaba que no se encontraba bien, Enzo se encontraba alerta al igual que sus hombres, se encontraba en un sitio público siendo difícil cubrir todo el lugar. Hanna por más que se esforzaba en cambiar de pensamiento, no lograba borrar aquellas imágenes perturbadoras que había observado en aquellas fotografías, «¿qué me falta para haber hecho del matrimonio una excelente relación?» se preguntaba una y otra vez como disco rayado, «¿acaso Valentino tenía razón y solo soy la peor mujer para llevar una relación?»Las preguntas y castigos que se hacía a sí misma llegaban de a montones, luego de lo sucedido juraba nunca más volver a confiar en un hombre y si alguien intentaba
Al llegar a casa Enzo acompañó a Hanna hasta su habitación, hizo ir al personal del servicio para darles indicaciones precisas sobre su nuevo cuidado.—Atiendan bien todas las órdenes que ella les dé, quiero ver una bandeja de fruta disponible para ella en todo momento y complazcan todos sus antojos —ordenó Enzo y al instante trajeron golosinas, fruta y todo lo que ella pidió.—No tiene que hacer esto, este embarazo no es su responsabilidad —Enzo negó con la cabeza.—Ese niño que se encuentra en tu vientre hace parte de mi familia y cuidaré de él hasta el último momento en el que me arrebaten la vida —Hanna abrió los ojos al escuchar sus palabras. —El bebé que se encuentra en mi vientre es solo mi responsabilidad, no quiero que interfiera con él, no hace parte de su familia, soy capaz de sacarlo adelante sola sin tener que hacer que se mezcle con usted y sus oscuros negocios —aseguró ella y luego se sentó en el borde de la cama —Me haré a un lado solo si ese niño no es hijo de Valen
Enzo luego de haber buscado hasta largas horas de la noche en el estudio decidió beber hasta quedar dormido, se encontraba bastante furioso en contra de su hermano, lo culpaba por su mala racha.Unos cuantos golpes a la puerta hicieron que Enzo despertara, levantó la cabeza del escritorio y llevó la mirada a su alrededor.—¡Carajo! —exclamó al observar el desorden—. ¡Adelante! —al abrirse la puerta se trataba de Emilio.—Buen día señor —saludó su hombre de confianza observando con disimulo el desorden que su jefe había causado—. La señora Hanna ya se encuentra despierta y ha exigido que vayas hasta su habitación, según ella, tiene temas importantes para hablar contigo —Enzo exhalo con fuerza. —Iré a darme una ducha, es demasiado temprano como para soportar su cantaleta, acompáñala hasta la mesa, dile que allí nos encontraremos, supongo que sus deseos de verme es para afirmar su acompañamiento a la empresa, debido a su estado de embarazo aquellos altercados que solíamos llevar han que
Luego de aquella terrible noticia que Enzo recibió se dirigieron hacia el interior de la empresa, Hanna al instante se dio cuenta que algo no andaba bien, la cara de frialdad y seguridad que Enzo siempre solía mostraba ahora le dejaba ver que se encontraba inseguro.Claramente ella también se preocupó, de cierta manera su vida ahora giraba en torno a Enzo, y si él estaba mal, pues a ella nada bueno le esperaba, a pesar de que sentía fuertes ganas de hablar con él, prefirió guardar silencio y darle tiempo.El ascensor se detuvo, Enzo se dirigió hacia la oficina, mientras que ella se detuvo, él giró su cuerpo y con su mano le indicó que fuera, ella negó, Enzo retrocedió acercándose a ella. —¿Ahora qué pretendes?, te aseguro que no tengo paciencia como para soportar tus espasmos involuntarios —en el rostro de Enzo se podía ver lo mal que la estaba pasando. —Nunca había tenido la posibilidad de estar en este lugar, me refiero con libertad, y me gustaría hacer un recorrido detallado, tra
Hanna luego de haber ingresado de aquella manera a la oficina, conectó la mirada directo con Enzo, rodó los ojos y luego negó con su cabeza, sin decir una sola palabra más, simplemente se dio vuelta y salió golpeando con fuerza la puerta. Enzo en su lugar se sentía incómodo y al mismo tiempo inexplicablemente avergonzado, se arregló la ropa cortando aquel caluroso momento que estaba viviendo junto a Valery, mientras lo hacía ella le dejaba ver a Enzo cuanto le molestaba quedar iniciada.—Pero ¿qué ha sucedido?, ¿quién es esa mujer y por qué ingresó de esa manera? —preguntaba Valery bastante molesta, pero Enzo ignoraba por completo sus palabras.»Ey, mírame te estoy hablando, ¿acaso tienes algún tipo de relación con esa mujer? —Enzo continuaba sin responder, Valery fijó la mirada en la mano de Enzo, y rápidamente fue directo a él, llevó su mano directo a la suya y la tomó con fuerza. »¿Pero qué es esta mierda? —preguntó ella señalando la sortija de matrimonio—. Creí que me amabas con