Una vez que Hanna salió de la casa tomó un taxi y pidió que la llevara lo más antes posible a la casa donde vivió aquel matrimonio junto con Valentino, su cuerpo continuaba temblando, en su mirada se podía notar la preocupación que le estaba devorando.La ansiedad por estar nuevamente en aquel lugar donde compartió por tanto tiempo con Valentino era tanta que no dejaba de insistirle al conductor del taxi que fuera más rápido. Unos cuantos minutos más tarde el taxi se detuvo y ella descendió a toda prisa, se dirigió hacia la casa, al ingresar no sabía dónde ir, no podía permitir que Valentino encontrara la casa sin ella, fue a la habitación principal escondió la maleta viajera, se sentó en el borde de la cama mientras que su cuerpo temblaba como un gran trozo de gelatina. No podía pasar por alto que su vida había cambiado, en el fondo sabía que debería prepararse para resistir ser castigada por sus errores; la visita que iba a tener en cualquier momento iba a marcar el resto de su vi
Enzo luego de darse cuenta que Hanna estaría expuesta en aquella casa a la voluntad de Valentino decidió ir por ella; él sabía que Hanna era la única persona que lo hacía sentir diferente y feliz luego en mucho tiempo. Mientras tanto, Hanna se encontraba aterrorizada de lo que le podía llegar a suceder a manos de Valentino; ella no era una buena mintiendo, además Valentino estaba al tanto de lo que estaba sucediendo en el entorno de ella, así que contemplar engañarlo sería darle una buena excusa para que él hiciera de las suyas con ella.La noche cayó, lo único que hacía Hanna era llevar la mirada del reloj a la puerta de la habitación, no se podía engañar a sí misma, sabía que tarde que temprano aquella puerta se iba a abrir y pasaría de supersticiones a hechos.Un golpe fuerte en la puerta principal hizo que ella se pusiera en pie, pasó saliva, el tono de su piel cambió al instante; Hanna se tornaba inquieta, movía las manos sin control, los pasos subiendo por las escaleras provoca
Hanna cerró los ojos mientras que trataba de recuperar el aliento, nunca llegó a imaginar que alguien iba a llegar en aquel tétrico momento, con su cuerpo completamente inmóvil se quedó en la cama, ya que Valentino sostenía en la mano una pistola y en su rostro se podía ver que no iba a dudar en hacer uso de ella.—¿Supongo que quién se encuentra aquí es Enzo verdad? —preguntó Valentino.—No lo sé —respondió ella con la voz temblorosa. —¡Maldita perra! —le gritó Valentino—. No puedes negar que te has estado revolcando con mi hermano, porque de lo contrario ese imbécil no estuviera en estos momentos aquí —afirmó Valentino con seguridad.»Lo único que has conseguido ha sido es que acabe con la vida de tus padres, y luego te llevaré conmigo a donde a mí se me plazca, luego de hacerte el amor una y mil veces te voy a poner a trabajar en un sitio nocturno, venderé tu cuerpo y así podré vengarme por tu traición —aseguró Valentino con palabras de odio. —No, no, no... por favor no, por lo q
Enzo se encontraba recorriendo la casa de un lugar a otro, de primera instancia se dirigió al sótano, por su mente pasaban cosas bastante fuertes, por lo que había descubierto, Valentino ya no era el mismo hombre de antes y sus alcances se habían convertido en un completo reto para él. Luego de unos cuantos minutos más tarde Enzo se encontraba en la parte de afuera de la habitación donde se encontraban ellos, tomó la perilla en su mano y trató de abrir, pero la puerta se encontraba con seguro, Enzo dio unos cuantos pasos atrás tomó impulso y con el pie derribó la puerta. —Bienvenido hermano, me sorprende tu visita, de haber sabido que venías en camino hubiera traído a una mujer más para que así ninguno de los dos hubiera tenido que esperar para hacer el amor a menos de que hagamos un trío —comentó Valentino de manera fría mientras que sostenía con fuerza en su mano la pistola. Enzo antes de responder llevó la mirada hacia la cama, allí se encontraba Hanna con su cuerpo cubierto con
Luego de que Enzo saliera de aquella habitación Hanna como puedo se levantó de la cama, Valentino fue directo a ella, levantó el brazo y la tomó con fuerza del cuello. —¿Te has enamorado de él? —Hanna llevó la mirada hasta la suya mostrando el terror que causaba Valentino en ella—. Ya no me puedes engañar, porque lo pude notar en la manera en la que le hablaste, sus miradas son bastante obvias, así que el peor castigo para Enzo será verte morir frente a sus ojos —Hanna intentaba liberarse, pero claramente no podía conseguirlo.—Si no fuera por el daño que le puedes causar a mis padres me hubiera ido con Enzo, y para que te quede claro el único motivo por el cual me encontraba a tu lado en aquella horrible relación era porque el dinero que recibía por ser tu esposa lo utilizaba para salvar la vida de mi madre, porque de lo contrario hace mucho tiempo me hubiese marchado de tu lado. »Eres un monstruo, un mentiroso, un egoísta, mientras que yo daba todo por ti y trataba que la relación
Hanna despertó lentamente, se encontraba asustada, se sentó en la cama y luego llevó la mirada a su alrededor.—Ya puedes estar tranquila, estás conmigo, Valentino se ha quedado en la otra casa, una de las mujeres de la casa ha curado tus heridas y te ha cambiado la ropa ensangrentada —Hanna giró la cabeza del otro lado de la cama observando a Enzo, quien se encontraba sentado en un cómodo sillón observando la fijamente.—¿Por qué lo hiciste? —preguntó ella. —¿A qué te estás refiriendo? —respondió Enzo con otra pregunta.—¿Por qué regresaste por mí?, ya no soy tu asunto, ni tampoco te soy útil, Valentino está de vuelta y él es la única persona que tiene el conocimiento del lugar donde escondió lo que tanto buscas —Enzo negó con la cabeza.—Regrese porque no podía permitir que Valentino acabará con tu vida —espetó Enzo.—Colocaste tu vida en riesgo únicamente por mí, nunca antes otras persona había hecho lo mismo, estoy muy agradecida contigo, llegaste en el mejor momento, porque de l
Amar y ser amada, era lo que Hanna siempre había pedido, un amor correspondido era lo que necesitaba para sentirse viva, y al escuchar las palabras que habían salido de boca de Enzo ella sentía como sus pies flotaban. Hanna era consciente que frente a ella no tenía al hombre perfecto, pero tenía al hombre que demostraba que en realidad le importaba, pero al mismo tiempo sentía temor de lo que sucedió en el pasado. —Quisiera ser tu amor, tu mundo, la razón por la cual en mi rostro existiera una sonrisa, poder entregarme a ti en cuerpo y corazón, pero debido a lo que tuve que pasar en el pasado junto a Valentino algo en mí ya no suele funcionar de la misma manera, por más que quiera confiar ya no lo consigo hacer, una vez que sentía que había encontrado al hombre perfecto con el cual iba a compartir el resto de mi vida todo se transformó en el caos.»Ya no quiero volver a pasar por la misma situación, mi sufrimiento se debe a una sola persona, lo más triste es que quien lo provocó fue
Hanna se encontraba completamente segura de que Enzo era especial, en medio de aquel terrible infierno que ella estaba viviendo, Enzo era su salvador, quien hacía que ella continuara de pie y pudiera continuar avanzando. Ahora más que nunca Hanna se encontraba completamente segura que amaba con todas sus fuerzas a Enzo, aquel hombre había pasado de ser su peor enemigo a ser la persona más importante en su corazón. Hanna llevó las manos hasta el nudo de la corbata de Enzo, la cual se la arrebató, zafó los botones de la camisa y de un solo movimiento la retiro sobre su cuerpo, con las manos le brindó leves caricias sobre sus fuertes pectorales, con la mirada escaneaba el cuerpo de Enzo. Los tatuajes y cicatrices del cuerpo de Enzo eran palpados por los dedos de Hanna, inclinó la cabeza y besó su pecho, Enzo disfrutaba al máximo la manera en la que ella se acercaba. Los besos que Hanna le brindaba fueron subiendo a través de su cuello hasta llegar a su boca, ella lo besó con loca pas