Días más tarde.Enzo ha decidido ausentarse de la oficina, todos los negocios los maneja desde la casa, debido a ello ha ordenado a Emilio que se haga cargo de introducir la mercancía en medio de aquellas entregas legales que salen de la empresa, esa ha sido la única forma de que Enzo ha encontrado para que la empresa no termine cayendo de manera permanente. A tiempo completo Enzo no hace otra cosa más que presionar a aquellos hombres que ha traído Emilio para rastrear los movimientos turbios con las cuentas de la empresa; adicional se encuentra demasiado pendiente del caso que se lleva en contra de Hanna.Debido a la presión por parte de Enzo sobre Tito para sacar a Hanna de prisión, él ha tenido que llevar el caso de Hanna a tiempo completo ya que es bastante complicado tratar de defenderla y más luego de que las pruebas que hay en su contra.—Señor, el abogado se encuentra en la sala, el dice que necesita hablar con usted y es importante —dijo uno de los hombres a cargo de la segu
Dos meses más tarde.Hanna se encontraba sentada en la sala jugando con sus compañeras mientras bebían un buen vaso con jugo, ella se había logrado acostumbrar a la rutina de aquel lugar, eso sin importar que fuera en el interior de la prisión. La puerta se abrió, Tito entró yendo directo a ella, Hanna al observar que la visita era para ella de inmediato se levantó e ingresaron a su habitación. —Buen dia señora Hanna, el día de hoy mi visita será demasiado corta —Hanna bajó la cabeza y exhaló con fuerza. —¿Trae malas noticias verdad? —preguntó ella completamente desmotivada.—No, nada de eso, todo lo contrario —Hanna levantó la cabeza y observó fijamente a Tito—. He podido lograr conseguir una fianza, por obvios motivos no podrá salir del país, tendremos que presentarnos cada vez que el juez lo requiera.Hanna no permitió que él terminara, simplemente abrió sus brazos y lo abrazó con fuerza, rompió en llanto debido a la alegría que provocaba el hecho de escuchar aquellas palabras.
Luego de un largo camino el auto se detuvo, uno de los hombres a cargo de la seguridad de Enzo abrió la puerta y ella bajó, Enzo salió por el otro costado y se paró justo a su lado. —Bienvenida a tu nueva casa, no te aseguro que vas a vivir los mejores y maravillosos momentos de tu vida en su interior, porque eso depende de ti, así que adelante —Hanna a pesar de todo se encontraba emocionada.Enzo abrió la puerta, el olor a nuevo y a limpio ingresaba por las fosas nasales de Hanna, ella al instante llevó la mirada a su alrededor, fue un momento único y especial para ella. —La habitación principal se encuentra en la parte superior, tiene una excelente vista quizá te pueda agradar, te puedes ubicar allí.—No, por mí está bien utilizar cualquier habitación, dejé la habitación principal para usted —Enzo nego con la cabeza.—La mía se encuentra atravesando el pasillo, siempre he solido vivir solo y me gusta tener espacio para poder pensar con claridad, pero estás invitada puedes pasar cu
Luego de aquel apasionado beso, Hanna dio unos cuantos pasos atrás, Enzo levantó las manos colocándola a la altura de su pecho.—Lo siento, no se que me pasó, pero te aseguro jamás volverá a suceder —Hanna levantó la mano interrumpiendolo.—No me ha quedado una buena experiencia luego de lo que viví junto a Valentino, no quiero sufrir más de lo que ya lo he hecho, tampoco puedo olvidar que por la culpa de esa mujer que aseguraba un amor infinito con usted perdí a mi bebé, lo que sucedió solo fue un impulso, pero jamás se volverá a repetir —aseguró Hanna.Hanna se dio vuelta y se marchó, Enzo no era un hombre acostumbrado a ir tras las mujeres, así que le dio espacio, no se lograba reconocer a sí mismo luego de lo que se había atrevido a hacer. Unos cuantos minutos más tarde Enzo se dirigió a la sala, allí se encontraba Hanna sentada en el sofá, ella se sentía incómoda luego de haber besado al hermano de su difunto esposo y lo peor era que lo había disfrutado. —El tiempo pasa demasia
Hanna no podía ocultar que se encontraba completamente destrozada ante rechazo por parte de sus padres, no era para menos, ya que había pasado de ser una chica dulce y tierna ante los ojos de sus padres a ser una criminal.Enzo conservaba la distancia, pero aún así sentía fuertes deseos en colocar la mano sobre su hombro y decirle que todo iba a estar bien.—No quería llevarte directo con tus padres, porque sabía que lo que te esperaba no iba a hacer nada agradable, pero también sabía que si me llegaba a negar no iba a lograr soportar tu berrinche hasta que te dejara ir con ellos. »No siempre logramos hacer que las demás personas se sientan felices con nuestras acciones, eres una buena hija, lo aseguro porque todo lo que has soportado ha sido por ellos, otra persona en tu lugar hubiese tirado la toalla hace mucho tiempo atrás. —No quiero escuchar sus palabras vacías, alguien como usted no sabe que es el amor de la familia, no más mire todo lo que está sucediendo por dinero, su herm
Hanna despertó con un fuerte dolor de cabeza, su cuerpo cansado como si hubiese pasado un tractor sobre ella, se levantó y fue a la ducha, retiró su ropa y se dio un baño rápido, al salir se colocó un hermoso vestido y salió de la habitación.Al llegar al primer piso llevó la mirada de un lugar a otro tratando de encontrar a Enzo, unos cuantos sonidos en dirección de la cocina llamaron su atención, al llegar allí se llevó una gran sorpresa. Se trataba de Enzo, quién se encontraba en la cocina preparando el desayuno, él giró su cuerpo y la observó fijamente.—En una próxima ocasión fíjate en lo que tomás, de no haber sido porque llegué en el momento exacto, hubieses terminado pasando una loca noche de pasión con varios tipos en el baño —Hanna quedó sorprendida y aterrorizada al escuchar aquellas palabras. —No me culpe a mí, ¿acaso ya lo olvido?, ha sido usted quien me llevó aquel lugar donde se aprovechan de las mujeres, así que usted es el responsable —comentó ella mostrando su mole
Hanna luego de haber vivido aquel emocionante momento, regresó a la habitación, su cuerpo aún temblaba, su piel se encontraba de puntitos, aquella sensación que la había hecho estremecer. Hanna se había dado cuenta que se encontraba equivocada al suponer que controlaba la situación, era débil, muy débil ante las caricias de aquel endemoniado hombre, Enzo tenía fuego en su boca y con sus manos encendía lo que tocara. Acomodó su vestido y luego se sentó frente al tocador, coloco un poco de maquillaje para ocultar sus acaloradas mejillas, su respiración aún se encontraba agitada, sus ojos brillaron como nunca antes.Bebió unos cuantos sorbos de agua buscando la manera de controlarse, levantó la mano y con la yema de sus dedos acarició sus labios, mientras que con la otra mano la colocó directo sobre sus pechos, Enzo había marcado su cuerpo con sus caricias. Colocó un poco de loción contra su pecho, Enzo había logrado despertar en ella aquello que le hacía perder la cabeza, ella se sen
Días más tarde. Aquellos momentos de tensión donde ninguno de los dos se lograba soportar al parecer habían terminado, disfrutaban compartir comer en la misma mesa, y compartir una que otra copa de vino, sus conversaciones ya no solamente estaban relacionadas con el trabajo de encontrar al culpable del robo masivo de dinero. En sus rostros habían sonrisas, sonrisa sinceras causadas por las palabras que salían del otro, en ocasiones salían al patio trasero para hablar de ciertas cosas, especialmente del pasado de los padres de Hanna, ya cada vez que ella intentaba saber sobre Enzo, él de manera ágil cambiaba de tema. Para Hanna el pasado de Enzo era una incógnita, una que provocaba gran curiosidad en ella por saber más sobre el hombre que se había encargado de hacer que su corazón pasara de cero a mil cada vez que a él se le antojaba con sus caricias, eso sin hablar de aquellas miradas que le hacían sentir la mujer más importante en su vida. Hanna luego de darse un reconfortante