Días más tarde. Aquellos momentos de tensión donde ninguno de los dos se lograba soportar al parecer habían terminado, disfrutaban compartir comer en la misma mesa, y compartir una que otra copa de vino, sus conversaciones ya no solamente estaban relacionadas con el trabajo de encontrar al culpable del robo masivo de dinero. En sus rostros habían sonrisas, sonrisa sinceras causadas por las palabras que salían del otro, en ocasiones salían al patio trasero para hablar de ciertas cosas, especialmente del pasado de los padres de Hanna, ya cada vez que ella intentaba saber sobre Enzo, él de manera ágil cambiaba de tema. Para Hanna el pasado de Enzo era una incógnita, una que provocaba gran curiosidad en ella por saber más sobre el hombre que se había encargado de hacer que su corazón pasara de cero a mil cada vez que a él se le antojaba con sus caricias, eso sin hablar de aquellas miradas que le hacían sentir la mujer más importante en su vida. Hanna luego de darse un reconfortante
Enzo luego de escuchar aquellas palabras que salieron de la boca de Emilio sintió gran emoción, llevaba tanto tiempo esperando que llegara este momento que tenía planeado minuciosamente lo que iba a hacer con aquella persona que se había atrevido a robar su dinero. —Espera, no me puedes dejar aquí, iré contigo, a mi también me interesa dar con ese desgraciado —comentó ella provocando que Enzo se molestara. —No, olvídalo, no podemos imaginar contra quien nos vamos a enfrentar, lo más posible es que haya un cruce de disparos y lo último que quiero es que termines herida —respondió Enzo tratando de mantener a salvo a Hanna.—Todo está hecho un completo caos, siempre has decidido por mí, así que si ahora sientes que las cosas son diferentes entre los dos me vas a escucharme y me vas a permitir ir contigo —Enzo gruñó con fuerza, no había tiempo para entrar en una discusión.—Tú encárgate de ella, si algo le llega a suceder tú me tendrás que responder —le dijo Enzo a Emilio, él al instan
Enzo regresó a la acción poniéndose al frente de sus hombres; Emilio la tomó del brazo y con la mirada le pedía que no se volviera a alejar de él.Unos pocos minutos más tarde Enzo logró ingresar a aquel edificio, con silenciadores acababa con la vida de los hombres que se encontraban a cargo de la seguridad; debían ser rápidos porque ante el más mínimo aviso todo estaría igual que en un principio.Hanna arrebató su brazo liberándose de Emilio, sin decir una sola palabra ella fue a toda prisa detrás de Enzo, Emilio sin otra salida corrió atrás de ella para asegurarse que nada le fuera a suceder. Hanna antes de tomar las escaleras se quitó los tacones para evitar delatar la posición, ella avanzaba a toda prisa observando como los hombres de Enzo aseguraban cada piso que iban avanzando, los ascensores se encontraban vigilados.Ella continuaba avanzando sin detenerse un segundo para descansar, al notar los hombres que iba alcanzando sabía que estaba próxima de estar al lado de Enzo. —S
Luego de que Hanna se marchara, Enzo quedó allí tratando de comprender las cosas, con la pistola en la mano se encontraba parado frente de la cama donde se encontraba su hermano junto con la amante. —Valentino Santos, vaya que saliste muy audaz, lograste jugar conmigo, me has traicionado, te pregunto, ¿acaso no fue suficiente con la clase de vida lujosa y cómoda que te brinde?, todo lo puse a tu disposición para que disfrutaras en mi ausencia, pero lo único que hiciste fue apuñalarme por la espalda —habló Enzo con su voz ronca y desafinada.»Así que te has estado revolcando con la secretaria, por lo que me he enterado, llevaste una vida bastante emocionante mientras te deje manejar lo que me correspondía, tu error estuvo al dejar que las decisiones salieran de tu trasero y no de tu cabeza. »Levántate Caroline, ponte cómoda en la sala porque aún no te puedes marchar, sí mi hermano te puso al tanto de la clase de persona que soy, estarás al tanto que la única manera que salgas de este
Luego de que Hanna salió de aquel hotel, su corazón palpitaba con fuerza en su pecho había un gran vacío, no era nada fácil volver a ver a Valentino, que su supuesta muerte había sido una farsa, y lo peor era ver al hombre que había amado con todas sus fuerzas en la cama con otra mujer. Las preguntas arrasaban con Hanna, Emilio caminaba rápidamente atrás de ella, para Hanna todo había cambiado, desde su estilo de vida hasta sus comodidades; la pregunta que más le atormentaba era ¿que sería su vida de ahora en adelante ya que Valentino se encontraba con vida?A pesar de que Hanna había mostrado a Enzo un pasado diferente, ahora se sentía aterrorizada, no podía pronunciar palabra alguna, simplemente continuaba caminando con la cabeza baja. —Señora por favor deténgase, el jefe me ha enviado para asegurar que usted no le pase nada, por favor suba al auto, la llevaré a casa allí se sentirá a salvo y cómoda —comentó Emilio mientras que iba atrás de ella.—¿A salvo, cómoda? —preguntó Hanna
Una vez que Hanna salió de la casa tomó un taxi y pidió que la llevara lo más antes posible a la casa donde vivió aquel matrimonio junto con Valentino, su cuerpo continuaba temblando, en su mirada se podía notar la preocupación que le estaba devorando.La ansiedad por estar nuevamente en aquel lugar donde compartió por tanto tiempo con Valentino era tanta que no dejaba de insistirle al conductor del taxi que fuera más rápido. Unos cuantos minutos más tarde el taxi se detuvo y ella descendió a toda prisa, se dirigió hacia la casa, al ingresar no sabía dónde ir, no podía permitir que Valentino encontrara la casa sin ella, fue a la habitación principal escondió la maleta viajera, se sentó en el borde de la cama mientras que su cuerpo temblaba como un gran trozo de gelatina. No podía pasar por alto que su vida había cambiado, en el fondo sabía que debería prepararse para resistir ser castigada por sus errores; la visita que iba a tener en cualquier momento iba a marcar el resto de su vi
Enzo luego de darse cuenta que Hanna estaría expuesta en aquella casa a la voluntad de Valentino decidió ir por ella; él sabía que Hanna era la única persona que lo hacía sentir diferente y feliz luego en mucho tiempo. Mientras tanto, Hanna se encontraba aterrorizada de lo que le podía llegar a suceder a manos de Valentino; ella no era una buena mintiendo, además Valentino estaba al tanto de lo que estaba sucediendo en el entorno de ella, así que contemplar engañarlo sería darle una buena excusa para que él hiciera de las suyas con ella.La noche cayó, lo único que hacía Hanna era llevar la mirada del reloj a la puerta de la habitación, no se podía engañar a sí misma, sabía que tarde que temprano aquella puerta se iba a abrir y pasaría de supersticiones a hechos.Un golpe fuerte en la puerta principal hizo que ella se pusiera en pie, pasó saliva, el tono de su piel cambió al instante; Hanna se tornaba inquieta, movía las manos sin control, los pasos subiendo por las escaleras provoca
Hanna cerró los ojos mientras que trataba de recuperar el aliento, nunca llegó a imaginar que alguien iba a llegar en aquel tétrico momento, con su cuerpo completamente inmóvil se quedó en la cama, ya que Valentino sostenía en la mano una pistola y en su rostro se podía ver que no iba a dudar en hacer uso de ella.—¿Supongo que quién se encuentra aquí es Enzo verdad? —preguntó Valentino.—No lo sé —respondió ella con la voz temblorosa. —¡Maldita perra! —le gritó Valentino—. No puedes negar que te has estado revolcando con mi hermano, porque de lo contrario ese imbécil no estuviera en estos momentos aquí —afirmó Valentino con seguridad.»Lo único que has conseguido ha sido es que acabe con la vida de tus padres, y luego te llevaré conmigo a donde a mí se me plazca, luego de hacerte el amor una y mil veces te voy a poner a trabajar en un sitio nocturno, venderé tu cuerpo y así podré vengarme por tu traición —aseguró Valentino con palabras de odio. —No, no, no... por favor no, por lo q