Al llegar a casa, Enzo llevó en los brazos a su esposa hasta la sala, ella le brindó un cálido y tierno abrazo y luego lo beso.

—Eres la mujer más especial del mundo, sin importar el tiempo que ha transcurrido, aún continúas amándome como en un principio —le hizo saber Enzo y luego le brindó un beso corto sus labios.

—Eres el primer hombre que me llegó a amar de verdad e hiciste despertar en mí aquellas cosas que jamás llegué a imaginar que iba a poder sentir hacia un hombre, por ti Enzo Santos soy capaz de arriesgar mi vida, porque te amo y te amaré por siempre —respondió Hanna con un tono de voz suave y tierno.

»Espérame aquí, iré a la habitación a cambiarme de ropa, cuando te llame puedes ir por tu regalo —agregó ella con aquel tono de voz romántico que provocaba que Enzo se emocionara.

Hanna se retiró meneando su cadera de manera expresiva únicamente para su esposo, Enzo pasó saliva ya que él amaba y deseaba con todas sus fuerzas a su esposa, de la misma manera o más de lo que l