Samary.- “No creo que pueda hacerlo, Vale, no sé estar a solas con un hombre, nunca lo he sabido, ni en estos tres años lo he conseguido. Aunque cuando Constantine y yo hablamos de que no había que apresurar al cosas, cuando hicimos este trato y firmamos el contrato, eso no me da seguridad, y encima no te tendré a ti, ni a mis prototipos para calmar mi ansiedad, sé que Constantine dijo que estas dos semanas estaremos juntos y solos en una isla griega perteneciente a la familia Nikolaus, ¿Cómo podré sobrevivir a esto sin que me dé un colapso, o algo peor?.”- le dije a mi mejor amiga mientras me cambiaba para la recepción que tendría lugar en uno de los salones de eventos más prestigiosos de Nueva York.- “Siempre te he apoyado en todo, y he estado a tu lado en momentos como este, pero creo que he cometido un error grave, dejando que huyas cuando ocurren cosas como estas. Te tengo una noticia que no te va a gustar, Batgirl, esta vez no puedes huir, ese hombre es ahora tu marido, y aunq
Narrador.Mientras en la sala de la novia, Valerie ayudaba a la novia a superar los últimos miedos que le quedaban para iniciar su nueva vida, en un despacho del primer piso habilitado para el novio, dentro de la sala de evento, el presidente y el vicepresidente de Nikolaus L.G. Electronic, se reunían con tres importantes empresarios del sector de la electrónica, todos ellos adheridos a grupo Nikolaus, además de a dos abogados de derecho empresarial que pertenecían al firma que llevaba los asuntos legales del grupo Nikolaus.- “No creo que tengamos que explicar que esto tiene que suceder de manera inmediata, mañana cuando abra la bolsa, las acciones de Donnelly Optics Films, deben de caer suficientes puntos, para que se genere la venta del treinta por ciento de sus acciones. “- dijo de manera contundente Bacon Martin, mientras su jefe y mejor amigo miraba a los ojos a todos los integrantes sentados en la mesa de juntas improvisada, reafirmando su papel de líder.Nadie se atrevía a dev
Samary.Cuando llegamos al pasillo me quedé mirando la puerta de la habitación para tomar fuerzas, había tomado una decisión, ser miedosa y no tomar mi vida con mis manos, sino arrastras de lo que otros querían, no era una opción. Lo único que elegí por mí misma era lo que, mi curiosa mente, deseaba y me pedía, o me volvería loca si no dejaba que ella se alimentara de conocimientos, era como un deportista que necesita del ejercicio físico, porque es adicto a la adrenalina.Había vivido más, y más plenamente en estos tres años, que en mis veintiséis años anteriores. Y eso debía de servirme, para dejar los miedos atrás, no sé lo que buscaría Constantine esta noche cuando estuviéramos a solas, pero si tenía que cumplir como mujer, como esposa y futura madre de sus hijos, lo haría. - “El sexo era algo natural, se prácticamente cada segundo en todo el mundo, ¿Por algo será?”- me dijo mi mente analítica. Pero había algo más de peso, que simplemente cumplir con mi deber. Por primera vez en
Samary.- “Así que nos volvemos a encontrar, y sigue igual de desagradable, señorita Courcel ¿No le han enseñado que, si no tiene nada agradable que decir, mejor sé que mantenga callada?, más cuando está comiendo y bebiendo a costa de las personas a las que está criticando.”- mientras yo estaba sumida en mis dudas, dentro del cubículo, Robin se provecho para abrir la puerta, y ser ella misma, en todo su esplendor.Así que a mí no me quedo más que seguirla, mientras miraba a las dos mujeres que me estaban criticado en mi propia boda, siendo mis invitadas. Bueno más bien centré mi mirada en la verdaderamente había hablado, Nicole Courcel.Las dos invitadas, al verse sorprendidas, tomaron dos acciones diferentes, la acompañante de Nicole, se disculpó y salió del servicio rápidamente, pero la estúpida niña mimada de Nicole se apoyó en el mostrador del lavabo, dándole la espalda al espejo, mientras nos miraba con reto en los ojos.- “No les tengo miedo señora Nikolau y compañía, mi marido
Samary.El calor me invadía, mientras me deposita sobre la enorme cama kingside, nuestros labios se acaban de separar y nos miramos a los ojos, el deseo que vi en los suyos, me paralizo, secando mi garganta. - “No tengas miedo, iré despacio, tenemos toda la noche, tu cuerpo se tiene que acostumbrar a lo que siente, y debemos descubrir que es lo que te gusta y te haga sentir más placer, que tu cuerpo se comunique conmigo.”- me dijo acariciando con sus labios mi cuello.Yo no sabía sí mi cuerpo se estaba comunicando, pero esos labios estaban haciendo auténticos estragos en la pervertida mujer en la que me estaba convirtiendo.- “¿Y yo puedo saber cómo darte… como comunicarme… como…?”- no podía decir nada sin sentirme avergonzada. Una risa sensual, y totalmente cargada de deseo, resonó en mi caja torácica, al estar él tan cerca de mí. De esa manera, tan unidos como estábamos, su amplio pecho rozó mi sensibilizados pezones, que se erguían como descarados contra el encaje del innecesario
Valerie.Poco a poco comencé a abrir los ojos, la luz que entraba por la ventana era insoportable.- “Pero ¿Quién ha puesto al maldito sol delante de mi ventana?”- extrañada que hubiera tanta luz, ya que por mucho sol que hubiera, en mi habitación nunca entraba tanta luz. Tras un segundo de recapacitación, supuse lo más lógico e inevitable, no estaba en mi casa, en mi piso.Eso me hizo abrir los ojos de golpe, mirar a mi alrededor, lo que como me dejaba el maldito dolor de cabeza, que sentía. Para un segundo después, querer morir bajo terribles sufrimientos, ¿qué demonio hacia yo en la cama desnuda y con el pervertido durmiendo a mi lado? Ambos como dios nos trajo al mundo.- “¡Mierda! ¿Qué has hecho Vale?, ¿Que mierda has hecho con tu vida?”- pensé.Lo que había hecho estaba claro, y muchas veces, debido a la presión y la relajación muscular que tenía en varios sitios de mi cuerpo, sin olvidarnos de la sensación de saciedad que aún me duraba. Deseaba que los recuerdos no llegaran, ¿o
Valerie.Cuando llegué al salón me encontré con que ya había llegado el desayuno, el café estaba caliente, y por servir, en una mesa auxiliar con algunos platos extras de desayuno, que sinceramente no me parecieron nada apetecible en este momento, dado el estado nada estable de mi estómago.Busqué a Bacon y no lo encontré, hasta que me acerqué a la terraza, donde lo vi sentado en un cómodo sillón rodeado de enormes plantas, junto a una gran yacusi. Estaba revisando su móvil, y su cara era todo un poema.- “¿Más malas noticias?”- pregunté preparada para todo, después de saber lo que mi gemela diabólica borracha fue capaz de hacer anoche, nada ya me sorprendía, o eso creía yo.- “Pues no sé señora Martin, como lo va a considerar, lo que, si queda claro que después de lo que tengo yo en el móvil, y probablemente también usted en suyo, vamos a estar casados mucho tiempo.”- dijo el pervertido haciéndome temblar.Me acerqué rápidamente a su móvil y lo cogí. Allí estaba en primera plana de t
Samary. Cuando abrí los ojos, sentí que la luz entraba levemente por la ventana, al moverme un dolor en sitios de mi cuerpo que ni conocía me trajo a la memoria la noche que había pasado en brazos de Daimon. Definitivamente, Constantine Nikolaus, tenía algo de demonio en su sangre, porque lo que me había hecho, sobre pasaba la posesión, directamente mi marido había conquistado mi mente y mi cuerpo, y si no tenía cuidado, pronto conquistaría mi corazón. Gemí al girarme por las sensaciones extrañas que atravesaba mi cuerpo, pero al mirar el lugar donde había dormido Daimon, a mi lado, me di cuenta de que no estaba, aunque aún conservaba algo de su olor y su calor. Busqué mi móvil en la mesilla, sabía que anoche antes de ir medio desnuda a buscar a mi esposo, lo había dejado allí, cargando. Y no tardé en encontrarlo, necesitaba ver la hora. Si lo llego a saber en ese momento lo que al abrirlo me iba a encontrar, sinceramente, hubiera esperado unas horas hasta estar lo sufrientemente