Inicio / Romántica / Casada con el Doctor / Capítulo 3 Enamorado
Capítulo 3 Enamorado

Estaba en un antro con Samantha pasándola bien, o al menos de mi parte eso intentaba, no dejaba de pensar en Camille, es una bella mujer, y pensar que tenía novio, quien resultó ser su hermano, pero ¡que imbécil fui! Y mientras tanto yo haciéndola menos e ignorándola. Como desearía salir con ella y ser yo su novio.

—¡Logan! — Sam me llama y se ve algo furiosa.

—¿Eh? — estaba tan embobado pensando en aquella joven que robó mi corazón.

—Te estaba preguntando que si nos vamos. — la verdad quisiera irme solo.

—Si, está bien. — ella sonríe y se levanta para ir al tocador.

Mientras que yo miro en todo el lugar, y ahí está ella, así que me acerco para saludarla.

La llamo y Camille me mira sorprendida, creo que no esperaba verme aquí, no sé si sea casualidad o el destino quien nos ha hecho encontrarnos en este lugar.

Me dice que esta con una amiga, y antes de que yo responda, llega Sam a mi lado poniendo sus manos en mi bazo, y fuerzo una sonrisa, me despido de Camille y nos dirigimos a la salida.

—¡Samantha! — un hombre se acerca a ella y le planta un beso en los labios sin importarle que este yo junto a ella.

—A… Ariel… — se pone nerviosa y me mira como queriéndose disculpar, lo cual está por causarme risa por la situación.

Sin decir nada, salgo del lugar y mejor me voy yo solo, veo que Sam estará muy ocupada, veo nuevamente a mi bella Camy, así que me acerco nuevamente.

—¡Doctor! – se sorprende nuevamente, lo cual me causa ternura.

—¿Qué haces aquí tú sola? – la miro esperando su respuesta.

—Estoy esperando un taxi. – dice tímidamente.  

—Pero ya es tarde, dudo que consigas uno. — Le sonrío con la intención de llevarla a su casa.

—Tal vez tenga suerte. ¡Ah, mire! — señala uno, se despide de mí, sin embargo, Sam la empuja haciéndola caer al suelo y eso me enfureció mucho.

—¿Te lastimaste? —Me acerco a ella con preocupación, espero no se haya lastimado por culpa de Samantha.

 —Yo… mm… estoy bien. —Se aleja de mí y siento que invado su espacio. Y sonrío.

—Déjame llevarte a tu casa. —Le pido mientras miro a otro lado, quizás no quiera.

—No es necesario. — La vuelvo a mirar y está sonrojada.

—Por favor. —Le insisto sin dejar de mirarla.

—Pero… ¿y su novia? — Siento un poco de decepción en su voz y le explico lo ocurrido hace unos momentos y que ya he terminado con ella. Y fue quien la empujó.

—¿En serio? —Su tono de voz ha cambiado. Y ahora está sonriendo.

—Está bien, acepto su ofrecimiento de llevarme a casa. —Tan hermosa que se ve sonriendo.

Al llegar a mi carro, le abro la puerta para que pueda entrar, la cierro y llego a mi lugar y entro también y pongo en marcha el vehículo y me da la dirección de su casa.  

—Y… ¿Cómo has estado? —No quería hacer esa pregunta, sin embargo, me preocupa su salud y sus emociones.

—He estado un poco mejor. Gracias por preguntar. — Se ve algo nerviosa. Supongo que si le incómoda el tema.

—Me alegra escucharlo. —Ahora soy yo el apenado por tocar un tema sensible y puedo entenderla, yo perdí a mamá cuando tenía tan sólo 6 años. Sé lo que se siente.

Llegamos a su casa y me estaciono apagando el motor.

—Gracias por traerme. —Dice con su dulce sonrisa, y ¡Dios! Cómo quisiera besarla.

—No tienes por qué darlas, es un pacer para mí. — Y es la verdad, ella es muy linda.

Salgo de mi carro y le abro la puerta para que baje ofreciéndole mi mano, ella la acepta y sentí una corriente eléctrica en todo mi ser. Y sonrío automáticamente.

—Que tenga una excelente noche, hermosa señorita. — No pude evitar decirle de esa manera, pero ¿Qué quieren que haga? Si estoy enamorado de ella.

—Igualmente, Dr. Coleman. — Guiña un ojo coquetamente y me hace sonreír mucho más.

Veo que entra a su casa y suelto un gran suspiro.

—Quiero que seas mi esposa, querida Camille.

<<Deberías de invitarla a cenar.>>

Llego a casa y me voy a mi habitación, estoy realmente cansado, y necesito un descanso.

Me despojo de mi ropa y entro a la ducha con agua fría, porque mi amigo ha despertado pensando en ella. ¡Dios! Si me viera así, pensará que soy un pervertido.

Después de un rato, me queco y me pongo solamente un pantalón cómodo para dormir bien. 

Estaba por cerra los ojos, cuando me llega un mensaje.

Sam: Lo siento, cariño, no quería comportarme de esa manera, pero entiéndeme, no me gusta verte con otras mujeres.

Y yo que pensé que al fin tendría el camino libre. Bueno, aun lo tengo.

Yo: Sam, lo siento, pero lo nuestro ha terminado.

Y es verdad.

Sam: ¡No me puedes hacer eso! Yo te amo y quiero casarme contigo.

¡Dios! Que histérica es.  

Preferí apagar el teléfono para no recibir mas mensajes, mañana tengo trabajo y no quiero estar estresado gracias a ella.

—Mi dulce Camille, estoy enamorado de ti.

—Doctor, lo busca su padre. —Dice Marcia, mi asistente. Además ¿Qué querrá?

—Dígale que pa…se. — Digo y él prácticamente está dentro de mi oficina.

—Puede retirarse. —Le digo y ella asiente y cierra la puerta al salir.

—¿Cómo que terminaste con Samantha? —Ya fue de chismosa.

—Padre, ella no es la mujer ideal para formar una familia, además, parece que salía con alguien mas al mismo tiempo que conmigo. —Y recuerdo al tal Ariel o como quiera que se llame.

—Eso, me dijo que fue un exnovio. Ella te ama, puedo verlo en sus ojos. —Ahora veo que es una manipuladora.

—Padre, no te preocupes por ella, sin embargo, yo tengo a la candidata ideal para que sea mi esposa. —Le digo y no se ve muy convencido del todo.

—¿Es de buena familia? —Tiene que ser una broma.

—Digamos que lo normal, pero no importa, lo que sí, es que proviene de una familia amorosa. —Cierro los ojos por unos instantes, y veo su hermoso rostro y una bella sonrisa.

—Vaya, al verte sonreír de esa manera, creo que estás enamorado de ella. —Los vuelvo a abrir y es verdad.

—Lo estoy. —No he dejado de sonreír.

—Bueno, lo que importa es que seas feliz y me des un nieto. —Sin duda alguna.

Mi hermosa Camille, pronto serás mi esposa.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo