Iris no sabía como pedirle que se quedara a su lado, la realidad es que no quería quedarse sola en semejante cama y por algún motivo le daba tristeza verlo partir.
_ Por favor quédate, al menos hasta que me quedé dormida, ya luego puedes irte.
_ Muy bien _ Mehmed se sentó en la cama _ trate de descansar.
_ En la bodega me llamaste Iris _ ella se acercó a él _ pero luego me dijiste señorita Montalvo.
_ Disculpe por el atrevimiento inicial, le prometo que no va a volver a pasar.
_ De hecho quiero pedirte que me llames por mi nombre, cuando me dices señorita Montalvo me duele aquí _ ella señaló su corazón _ siento que esa parte perd