También podría ser que Giselle dejara las ventanas abiertas y las cortinas echadas a propósito para que la vieran.No tenía sentido esconderse, quería que todo el mundo lo supiera, eso sería una venganza para la familia Fisher.—Mamá, ¿por qué no comes? Yo tampoco he comido, ¿quieres que vayamos a cenar juntas?Chloe se sentó frente a su madre. Acordándose del espino caramelizado en la mano, se levantó de nuevo y se lo dio a su madre, diciéndole: —Mamá, tienes que probar esto.—Sólo compré un algodón de azúcar, pero como lo había comido, no lo compartiré contigo.Sandra miró el espino caramelizado y luego el algodón de azúcar de color rosa, pensando que eran sólo para niñas, y Chloe tenía casi treinta años. Sandra no podía creer que su hija comprara y comiera esas cosas.A ella no le importaban los demás, pero Chloe era la heredera de la familia Fisher.—¿Por qué compras estas cosas de comer?Sandra frunció el ceño e hizo la misma pregunta que la mayordoma.—Cuando era pequeña siempre
—Tu tía menor no pudo soportar el golpe, se trastornó mentalmente y también falleció... La carga de esta familia sólo puede recaer sobre mí.Chloe rara vez oía a su madre mencionar algo relacionado con sus hermanas.Mirando la complicada expresión de su madre, quiso preguntar si su madre había sido la culpable de la muerte de sus dos tías.Las palabras se detuvieron en sus labios.Chloe no preguntó. Aunque lo hiciera, su madre no se lo diría.Se enfadaría por ella y la culparía por no creerla.—Mamá, ¿tienes alguna foto de mis dos tías?Chloe dio un mordisco al espino y preguntó con fingida curiosidad: —Dijiste que Liberty y la tía Valencia se parecen, pero nunca he visto una foto de ella y no sé cuánto se parecen.Sandra se quedó en silencio durante un largo rato y dijo: —Antes las tenía, pero después de todos estos años, esas fotos ya no se pueden ver claramente. Las tiré y ahora no encuentro ninguna.—Liberty y Audrey sí se parecen mucho a Valencia. Se supone que Liberty se parece a
Chloe quería coger de nuevo las fotos para mirarla y Sandra le advirtió: —Todavía no estás casada, no mires esas guarradas.—Mamá, tengo casi treinta años, no pasa nada por mirarlas. Pero las miré cuando termine de comerme el algodón de azúcar y el espino caramelizado, que no quiero vomitar.Sandra no dijo nada.—Mamá, en realidad lo acabo de ver. La foto fue tan clara, ¿abrió Giselle la ventana intencionadamente para que la gente la viera? Creo que podría haber previsto que la estarías vigilando y lo hizo a propósito dejó que tu gente tomara una foto clara.—Creo que Giselle está tratando de vengarse porque si realmente tuviera una aventura con Ricardo, no dejaría que nadie lo supiera.Sandra dijo fríamente: —No me importa si lo hizo a propósito o no, ¡lo que hizo es imperdonable!—Y tu padre todavía está pensando en ella.—Nunca pensé que Giselle sería una mujer así, pasé veinte años cuidándola y queriéndola, ¡qué pérdida de tiempo y energía! No sabía que no era mi hija biológica, y
Después del lío con Giselle y Enrique, el rostro de Sandra envejeció instantáneamente una década.Antes estaba muy bien cuidada, tanto que parecía una mujer de cincuenta años.Pero hoy parecía una anciana de ochenta años.Chloe no comentó nada, no podía juzgar el matrimonio de sus padres.—Tu padre dice que en mi corazón hay otro hombre, pero yo no le he puesto los cuernos. Todo eso está en el pasado, ¿quién no tiene un pasado? Tu padre no tenía un sin fin de mujeres antes de casarse conmigo, ¿por qué no piensa en sí mismo?—No mencioné su pasado después de casarnos, qué derecho tiene a acusarme de que tengo a otro hombre en mi corazón.—Mamá, ese hombre que tienes en mente, debe ser muy bueno, ¿no?—Sí, es buenísimo, cien veces mejor que tu padre. En efecto el antiguo amigo al que voy a ver es él.—Hace décadas que no nos vemos, no sé si aún se acuerda de mí. Posiblemente, hace tiempo que me ha olvidado; o tal vez me recuerde aunque me convierta en cenizas.Si se trataba de afectos, d
Chloe se comportó como si se muriera por saberlo.Catalina estaba nerviosa y curiosa a la vez.¿Fotos? ¿De qué trataban?—Que pase, no hagas esperar a mamá.Chloe instó una vez más a Catalina y se dio la vuelta para alejarse.Catalina respiró hondo unas cuantas veces y se calmó.Aunque Sandra fuera horrible, no podría comérsela.Catalina entró en el estudio.Como había dicho Chloe, había muchísimas fotos derramadas por el suelo.Sandra estaba sentada frente al escritorio, muy seria, pero comiendo los espinos caramelizados que tenía en la mano.Catalina estaba un poco sorprendida.No esperaba que su majestuosa suegra comiera los bocadillos que tanto gustan a los niños, supuestamente dados por Chloe.A Sandra no le importó la reacción de su nuera mientras terminó el último espino e indicó: —Recoge las fotos del suelo.—Bueno.Catalina se acercó a toda prisa, dejó el bolso sobre una silla y se arrodilló para recoger las fotos.Mientras las recogía, inevitablemente vio las imágenes de las
Sus suegros mimaban mucho a Giselle y la trataban mucho mejor que a Chloe.Después de que Catalina se casara con la familia Fisher, prestó atención a la actitud de su suegra en todo lo que ella hacía.Su suegra era tan buena con Giselle que aunque a Catalina no le gustara, tenía que fingir para complacer a Giselle.—Basta.Sandra interrumpió a su nuera.—No tienes la culpa, soy yo la que daba demasiado a Giselle.En esta mansión, todo el mundo tenía que vivir pendiente del estado de ánimo de Sandra.Y Sandra pensó que cualquier error era culpa suya como cabeza de la familia.Catalina susurró: —Mamá, no te culpo, no sabías que Giselle no era tu hija, por eso la mimabas tanto. Yo también soy madre y sólo tengo una hija, entiendo lo que hacías.—¿Los niños han vuelto al colegio?Preguntó Sandra sobre los nietos.Trataba bien y se preocupaba por sus nietos.Cuando Chloe había vuelto a la familia, Sandra no creía que Chloe mereciera su tiempo y esfuerzo, y en ese momento había pensado en có
—Voy a buscar a Ricardo ese cabrón.Catalina le dijo a Chloe mientras se dirigía hacia la puerta.Estaba tan enojada que caminó muy rápido y salió de la casa principal en un instante.Pronto Chloe pudo oír el sonido de un coche conduciendo fuera.Chloe le dio la comida a su madre e inventó una excusa para marcharse. Se apresuró a salir para alcanzar a Catalina.No temía que Catalina hiciera algo radical en su enojo, le preocupaba que Ricardo y Giselle se unieran y Catalina no tuviera la ventaja.A medio camino, Chloe recibió una llamada de Gonzalo.—Chloe, ¿a dónde vas?Gonzalo se enteró de que Chloe había salido y se apresuró a llamar para preguntarle.—Catalina ha ido a por Ricardo y tengo que ir a ayudarle.Gonzalo se rio y le dijo: —¿De verdad no vas a ver la obra?—Tanto para ver la obra como para echarle una mano.—Me gustaría participar en algo tan interesante.—Que no, Pablo está por aquí.—Bueno, ya que está Pablo, no voy a venir. Tienes que tener cuidado, cuidado de no herirt
Sin decir ni una palabra, Catalina le dio una bofetada con toda la fuerza.La bofetada dejó marcadas huellas dactilares en la cara de Giselle.De la comisura de los labios de Giselle rezumaba sangre.Catalina no creyó que fuera suficiente y cogió su bolso dándole golpes y llamándola puta.Giselle no cedió y se peleó con Catalina.Era domingo por la noche, todos los habitantes estaban en casa y las dos hacían tanto ruido que todos salieron a ver qué estaba pasando.No se atrevieron a acercarse para impedirlas, pues no sabían lo que estaba pasando.Catalina rasgó la sexy pijama que llevaba Giselle y maldijo: —¡Pura puta, seduciendo a mi marido, vete al infierno!Los curiosos ya sabían que se trataba de pillar el adulterio.Algunos sacaron inmediatamente sus celulares para grabar vídeos.—¿Qué estáis haciendo?Ricardo terminó de ducharse al oír el alboroto, salió corriendo y vio a las dos mujeres peleándose fuertemente.Lanzó un bramido, se anticipó y le dio una fuerte patada a Catalina,