Capítulo 3090
También podría ser que Giselle dejara las ventanas abiertas y las cortinas echadas a propósito para que la vieran.

No tenía sentido esconderse, quería que todo el mundo lo supiera, eso sería una venganza para la familia Fisher.

—Mamá, ¿por qué no comes? Yo tampoco he comido, ¿quieres que vayamos a cenar juntas?

Chloe se sentó frente a su madre. Acordándose del espino caramelizado en la mano, se levantó de nuevo y se lo dio a su madre, diciéndole: —Mamá, tienes que probar esto.

—Sólo compré un algodón de azúcar, pero como lo había comido, no lo compartiré contigo.

Sandra miró el espino caramelizado y luego el algodón de azúcar de color rosa, pensando que eran sólo para niñas, y Chloe tenía casi treinta años. Sandra no podía creer que su hija comprara y comiera esas cosas.

A ella no le importaban los demás, pero Chloe era la heredera de la familia Fisher.

—¿Por qué compras estas cosas de comer?

Sandra frunció el ceño e hizo la misma pregunta que la mayordoma.

—Cuando era pequeña siempre
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