Serena permaneció inmóvil como una estatua en su lugar durante mucho tiempo, hasta que poco a poco recobró la conciencia y se alejó lentamente.

Hmpf, orfanato, adopción, la hija de la familia Alonso...

Las palabras de la señora Alonso la seguían como una sombra fantasmal, destrozando su último vestigio de dignidad y orgullo.

Esas palabras la despertaron, la identidad de la preciada hija de la familia Alonso de la que siempre se había enorgullecido resultó ser frágil y vulnerable. Era una hija mimada que llevaba una máscara, debajo de la cual se escondía un rostro lleno de cicatrices.

...

Serena, como si fuera guiada por una fuerza invisible, caminó hacia el patio. La casa de la familia Alonso, tan grande como un castillo y llena de opulencia, no tenía ni un solo lugar que realmente le perteneciera.

Cruzó los pasillos y llegó al patio trasero, donde había un edificio independiente. Orientado hacia el sur y oculto entre montañas y agua, era un lugar excepcional para vivir.

Se paró en la