Capítulo 357
Lucía no tenía otra opción, así que extendió su pequeña mano y lo atrapó alrededor del cuello, dejando un profundo beso en sus labios.

Aunque no estaba completamente satisfecha, Polo sonrió y la soltó.

"No necesitas preparar el desayuno", susurró Lucía suavemente, "Josefina debería estar comprando alimentos en este momento y volverá pronto. Ella es muy rápida para preparar el desayuno".

"Por cierto, Josefina dijo que tengo que beber esta sopa antes del desayuno"

Dicho esto, Lucía extendió la mano para agarrarla.

En un instante fugaz, un pensamiento cruzó la mente de Polo como un relámpago, y de repente apartó bruscamente la sopa a un lado.

Lucía se quedó atónita y lo miró confundida. "¿Qué... te pasa?"

"Oh, nada", respondió recuperándose, "la sopa está un poco fría, mejor no la bebas".

"Pero Josefina siempre la mantiene caliente".

"Lucía", Polo se detuvo por un momento, "por ahora, no bebas estas cosas. Además, Josefina es un poco mayor y tiene que encargarse de las tareas del hogar y
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