Abro los ojos lentamente, la luz me impide abrirlos del todo, trato de ponerme de pie pero el dolor me lo impide, cada espacio en mi piel me arde.
Observó a mi alrededor y me doy cuenta que una vez más estoy desnuda y tirada en el piso frio de mi habitación, como puedo me logro poner de pie, me paro frente a aquel enorme espejo quebrado y las lagrima comienzan a salir de mis ojos.
Analizo horrorizada mi cuerpo desnudo en aquel espejo, puedo ver los enormes moretones en mis piernas y brazos, la sangre que escurre de entre mis piernas.
Camino dolorosamente hasta mi baño, pongo seguro y abro la llave del agua caliente, entro cuidadosamente a la ducha y sin hacer nada solo me paro ahí, puedo ver como el agua cambia de transparente a un rojo vivo en cuanto toca mi piel, acaricio mi cuerpo con cautela, tratando de no lastimarme aún mas, para ayudar a que las manchas desaparezcan de mi cuerpo.
Una vez limpia salgo del baño, busco la ropa más holgada que encuentro y me visto cuidadosamente, tomo un poco de maquillaje y trato de cubrir los moretones en mi rostro lo más que puedo.
Una vez que me siento lista tomo un par de libros para salir de mi habitación y ahí está el, sentado en el comedor comiendo tranquilamente, como si nada de esto hubiese pasado.
Doy los pasos firmes y rápidos para salir pronto de ahí pero justo cuando llego hasta la puerta su voz retumba en la habitación.
— ¿A dónde vas hija? — pregunta el con su ya conocida y asquerosa voz.
Inconscientemente siento como todos los músculos de mi cuerpo se tensan.
Ignoro su pregunta, abro la puerta e intento salir de la casa, pero siento un fuerte tirón en mi cabello que me obliga a voltear de inmediato y veo como es mi mama quien me ha jalado.
—Tu papá te acaba de hacer una pregunta, ¿porque no le respondes? — me pregunta sin soltarme del cabello
—Lo siento mamá no lo escuché— digo mientras arqueo mi espalda para evitar que me siga haciendo daño
— A parte de estúpida eres sorda— dice soltándome molesta, provocando que tire mis libros al piso.
Me pongo de rodillas para recogerlos esperando que no se hayan dañado
—Otra vez gastando el dinero en esas estupideces— dice mientras se sienta junto a Adán en el comedor.
—Son para Daniel, necesita…—
— ¡Sabes que no quiero saber nada de ese bastardo! — me dice molesta.
—Sí, perdón— le digo agachada
Ella no dice nada más así que entiendo que es mi señal para salir.
Llego hasta la habitación número 13, abro las puertas cuidadosamente y en cuanto su mirada se cruza con la mía grita de la emoción.
— ¡Alex! — dice alzando sus manos y yo me lanzo para abrazarlo y a darle un beso.
— ¿Cómo estás Enano?- Le pregunto mientras le revuelvo el cabello.
—Bien, hoy vino la señorita rose a buscarte, estuvo conmigo un momento jugando, pero después se fue, me dijo que te dijera que en cuanto llegaras fueras a su oficina— me dice jugueteando con mis manos
—Bueno, pues entonces voy a ver qué quiere, ahora regreso— le digo mientras acomodo los libros en su escritorio, me regreso a darle un beso en la frente para ir a buscar a rose.
Una vez frente a su oficina le tocó la puerta y desde adentro alguien grita "Adelante", así que abro la puerta y entro.
—Buenos días rose— le digo entrando a la oficina
— Buenos días Alexandra, toma asiento por favor— me dice mientras me señala un asiento frente a ella.
Yo hago lo que me dice y entro lentamente a la oficina y me siento en una silla frente a ella, entonces noto como comienza a verme deteniamente.
— ¿te pasa algo? — pregunta mirándome cuidadosamente y yo niego.
—No nada, es solo que me torcí el tobillo de camino para acá— le digo y ella asiente, estoy muy segura que no me ha creído nada, pero como siempre, evita seguir preguntándome.
—lamentó tener que llamarte, sé que las cosas siguen sin ir muy bien para ti, pero…—toma una pausa mientras nerviosamente mira el bolígrafo en sus manos— sabes que debes mucho, y si no liquidas tu cuenta a más tardar antes que termine este mes ya no podemos continuar dando tratamiento a tu hermano, y será trasladado a un hospital del gobierno—
En ese momento siento como si me callera un balde de agua helada en la espalda
—Usted sabe que no tengo dinero en este momento, con lo que me pagan en el café, apenas si puedo solventar los gastos de sus medicinas, no tengo nada mas y mi mamá... bueno usted sabe que mi mamá no me apoya en lo absoluto— digo al borde de las lágrimas
Ella se inclina y toma mis manos y me da una pequeña sonrisa.
— Lo sé, pero ya no puedo hacer más por ti, si por mi fuera le daría Daniel la atención gratuita, pero sabes que no puedo, ya hice todo lo que está en mis manos, pero ya no puedo hacer más—
Me dice y siento como todo mi mundo se desborda ¿Ahora qué voy hacer?
Solo pensar en que Daniel ira una vez más a un hospital de gobierno, y pensar como le fue l última vez que estuvo ahí, me muero de miedo.
—Pero tranquila, no todo está perdido, hable con mi hermano ayer sobre ti — me dice, entonces yo presto toda mi atención a ella, veo que saca de su cartera una tarjeta negra, con letras doradas escritas en ella— frente a la oficina donde el trabaja están solicitando una secretaría, según me conto están desesperados, porque la secretaria actual esta de salida y les urge encontrar una nueva, asi qur mañana mismo comenzaran con las entrevistas— dice entregándome la tarjeta
—el conoce muy bien a la secretaria que esta por irse, y cobrara un favor que le debe, dándote la oportunidad de otorgarte el primer turno para la entrevista de trabajo con el señor Müller— dice emocionada
Yo observo alegre la tarjeta frente a mí, pero entonces caigo en mi cruda realidad.
—Agradezco tanto esto, pero no lo puedo aceptar—le digo, mientras ella me mira confundida.
— ¿Cómo que no puedes aceptarla? —
— ¿Ya me viste?, no tengo nada decente para una entrevista de trabajo, mi mejor ropa es esta— digo mientras me pongo de pie frente a ella, con mis Jeans desgastados y mis tenis descoloridos.
— Lo se Alex — dice y se agacha para sacar una bolsa de su escritorio y ponerla frente a mí— por eso te he comprado esto—
Yo me inclino y mis ojos se abren de sorpresa, al ver como la bolsa está llena de ropa, y algunos zapatos y accesorios.
—No Rose, esto es mucho— me quejo pero ella se para y se pone frente a mí.
—Mira niña, si quieres lo puedes ver como un préstamo, pero tómalos, necesitas en empleo—trato de negarme una vez mas pero ella me interrumpe— hazlo por tu hermano, recuerda que esta es la única solución—
Me dice mirándome fijamente y yo entiendo que es verdad, necesito el trabajo.
— ¿y si no me contratan?
— Querida, confía en mí, que estoy segura que así será.
—Gracias— le digo mientras me arrojo a sus brazos.
Mientras ella me recibe en un cálido abrazo.
—Por nada niña, ahora anda ve con tu hermanito— Me dice y yo asiento, tomo la bolsas y salgo de la oficina.
Llego hasta su habitación y me doy cuenta que está dormido, así que cuidadosamente me acomodo a un lado de él y le acaricio la l cabello.
No puedo evitar tener miedo, no sé qué hacer para ayudar a mi hermano, necesito el trabajo, ahora más que nunca, no puedo solventar los gastos completos del hospital, solo de trabajar en el café.
Además que no puedo permitir que lo lleven a un hospital público, solo de pensar que la última vez que estuvo en un hospital público, casi muere de una infección.
Mi hermano tiene apenas 5 años, está enfermo del corazón, hace 8 meses que esta interno, y está en espera de recibir un trasplante.
Yo tengo 22 años, soy su única hermana y el único familiar con quien puede contar, nuestro papá falleció hace 4 años, y en cuanto a mi mamá, pues, mi mamá es una drogadicta que vive con su pareja, ella y mi papá se separaron justo después de que mi hermano naciera.
La pareja de mi mamá es un drogadicto, alcohólico y enfermo, él es quien abusa de mí casi cada noche, desde que tengo 19.
Tantas veces he querido huir de ahí, pero no puedo, no tengo el valor de abandonar mi hermano, además que viviendo con ellos, evito pagar renta, y así puedo solventar los gastos de Daniel.
— Todo va a estar bien enano— le digo mientras acaricio su cabello.
Suena la alarma, así que me levanto de mi cama para ir a darme una ducha, hoy a las 8 tengo la entrevista de trabajo. Lavo cuidadosamente mi piel, mientras veo que hoy los moretones tienen un color más vivo que ayer. Salgo y me visto con cualquier ropa, puesto que preferí no traer la ropa que rose me dio a casa, para evitar que adán o mama la vieran y la destruyeran. Salgo de mi habitación y agradezco que aún no estén despiertos. Salgo de la casa y camino en dirección al hospital, aun no amanece, las calles son obscuras, pero ya hay bastantes gentes aquí, todas preparadas para ir a sus trabajos. Ayer fue un día relativamente tranquilo, mamá y Adán tomaron de más, así que no me molestaron. Llegó al hospital y mi hermanito aún sigue dormido así que solo tomo las cosas y voy al baño a cambiarme, agradezco tanto que el guardia me deje pasar. Me quito la ropa vieja, y me pongo la nueva, es un vestido corto pero elegante, agradezco q
Hoy me levante muy temprano, estoy tan emocionada, hoy comienzo a trabajar en la empresa Müller. Hoy no dormí en casa, pues mi hermano tuvo complicaciones ayer por la tarde así que preferí dormir con él. Ahora me estoy arreglando un poco antes de salir a la oficina, tengo que estar ahí a las 7:30, hoy usaré otro de los vestidos que me regalo Rose, es parecido al que utilice en la entrevista, solo que es color gris. Antes de irme reviso por última vez mi imagen en el espejo, revisando en especial que el maquillaje en ellas logre cubrir por completo mis hematomas. Salgo de la habitación y veo aun el hospital vacío, bajo las escaleras y salgo en dirección al edificio, aun son las 6 de la mañana todo sigue estando oscuro, pero tengo que irme ya, quiero llegar temprano y causar una buena impresión, además que la oficina queda un poco lejos de aquí y tengo que tomar el metro para llegar hasta allá. — ¿Entonces te queda
— ¡Buenos días señor Müller!— digo mientras él pasa frente de mí. Pero como ya es costumbre, el pasa ignorándome. Ya han pasado dos semana desde que mi mamá me echó de su casa, ese día pase la noche con Daniel, y al día siguiente hable con la señora Rose, para que me dieran la oportunidad de seguir quedándome ahí, afortunadamente para mi, logro convencer al director del hospital. Al día siguiente del incidente con mi mamá me presente en la oficina, y afortunadamente el señor Müller ni siquiera se percató de mis moretones, supongo que realice un buen trabajo con mi maquillaje. Escucho como suena el teléfono y yo levanto la bocina, sé que es el señor Müller. — ¿dígame señor? —traiga a mi oficina los documentos del proyecto Sanders— dice y corta la llamada. Yo voy en busca de los archivos que me pidió. No sé si se los había dicho, pero la empresa Müller es una de las más importantes empresas publicitarias que existen en Nu
—Está usted seguro que esa cláusula dejó mi abuelo — preguntó incrédulo. —Sí señor, estoy total y completamente seguro— Dice el abogado frente de mí. —es estúpido, mi vuelo jamás haría algo así —Créame señor Müller, yo quede igual de sorprendido, jamás espere encontrarme con algo así — ¿Hay alguna forma de pasarnos de alto esa cláusula?—preguntó lo más sereno posible. —Sí, claro que la hay...—comienza a hablar el abogado—tendríamos que entrar en juicio, alegar demencia por parte de su difunto abuelo, solo que ese proceso puede durar muchos años, y sinceramente señor, no creo que ganemos el juicio Me levanto molesto y golpeo con mi puño el escritorio. ¿Qué mierdas voy hacer? Desde la muerte de mi abuelo, mi papá y yo nos hicimos cargo de todo, cuando mi papá enfermo, poco después de la muérete de mi abuelo, yo tomé el control total de la empresa, la he logrado levantar más y más a base de mucho esfuerzo, mientras mi prim
POV Alexandra — ¿negoció? —le preguntó muy confundida. Él toma un suspiro y con su semblante serio me dice ¿Quiere casarse conmigo? ¿Que? Mis ojos se abren más de lo normal y mi cerebro trabaja lo más rápido que puede, pero creo que me está jugando una mala broma, porque creo que escuche mal. —Disculpe Señor Müller, creo que no escuche bien—le digo muy confundida. Él toma un suspiro y se pone de pie, d vuelta a su escritorio y queda exactamente frente a mí, desabrocha el botón de su saco y se recarga en su escritorio mirándome fijamente. — Escucho bien, le acabo de proponer matrimonio — Dice y yo me quedo paralizada sin entender nada. — Le propongo un negocio, donde ambos terminaremos ganando, usted necesita dinero, y yo necesito una esposa— Yo lo veo incrédula Me quedo callada intentando procesar la información, y el empieza a hablar una vez más. —Si u
POV Edward —Acepto Escucho esa palabra y no puedo evitar sacar todo el aire que hasta el momento estaba dentro de mis pulmones. Me levanto de mi escritorio y voy en busca de los documentos que tenia preparados en caso de que aceptara Los tomo y se los entregó a mi secretaria. —Aquí está su contrato, léalo con detenimiento y dígame si tiene alguna inquietud o no está de acuerdo con el pago Le digo y ella toma la carpeta. La abre y comienza a leer los documentos dentro de ella, después de unos cuantos minutos la cierra y me mira fijamente. —como se habrá percatado básicamente lo que dice ahí es que usted está obligada a guardar silencio sobre la existencia de este contrato y del trato en general. Ella toma una pluma y se dispone a firmar, pero justo antes de hacerlo voltea a verme. —Antes de firmar esto, ¿quiero saber si me podrá prestar la cantidad que le pedí ayer? Me pregunta tímidamente
POV Alexandra—Gracias, puede retirarseLe dice el señor Müller al mayordomo, mientras toma una toalla, se la pone en los hombros y sé acerca a mí sin mirarme.—Sígame— me dice y se pasa de largo al lado mío, así que yo doy la vuelta y voy tras de él.—Espere un momento aquí, en seguida regreso—Me dice y me deja frente a una pequeña mesita en el patio, y él se sigue caminando.Yo solo me siento a observar el enorme jardín frente a mí.— ¿Le ofrezco algo de tomar?—escuchó alguien a un lado de mí, y volteó la mirada, para encontrarme con una señora de al menos unos 45 años.—No, gracias así estoy bien — le digo amablemente y ella me asiente con su cálida sonrisa.—Trae dos piñas coladas— escuchó que d
9POV Alexandra—Yo estaba muy feliz de tenerte aquí conmigoMe dice mi hermanito mientras me abraza fuerte.—Lo sé, pero tengo que hacerlo Enano, es por mi trabajo—le digo y escucho como él comienza a sollozar— pero no debes preocuparte, seguiré viniendo a verte todos los días como siempre lo he hecho, solo que ahora no poder dormir aquí.Le digo levantando su carita, obligándolo a verme a los ojosSiento como mi corazón se parte en dos al verlo triste.— ¿Segura que vendrás a visitarme?—Claro que si Enano, como crees que no lo haría, si eres mi hermano favoritoLe digo con una sonrisa en los labios y el ríe en seguida—claro que soy tu hermano favorito, pues soy el únicoYo suelo una carcajada y lo abrazo, es demasiado observador para tener so