- ¿Tu hermana no vino hoy? -¡No era necesario y necesita descansar! -¿¡Es nuestra boda! - se queja Antonella- ¡No lo es, sólo es una práctica que tú has impuesto para que todo salga como tú quieres! - Antonella lo mira con cierto rencor, pero al final termina aceptando que lo que dice Marcos es cierto. Así que olvida a su cuñada y se coloca en cumplir lo que tiene que hacer para que toda se realice tal cual como ella lo desea, eso es lo más importante para ella. Al otro día Antonella miraba las revistas y salta de alegría, bailaba sola en su habitación- ¡Estoy feliz! -El gran día llegó, todos los invitados extrajeron de sus roperos las mejores prendas que los hacían lucir como las verdaderas personas que eran una élite, una clase social de elegidos, que podían asistir a esa boda de privilegiados.Antonella se levantó más temprano que de costumbre y a quien telefoneo primero fue a Santino.- ¡Te quiero hoy en mi boda, no importa la hora! ¿me comprendes? - ordenó sin preá
LA BODAEn ese mismo momento Delfina y su madre llegaban a la iglesia para esperar a la novia, Delfina estaba un poco nerviosa por su encuentro con Santino en donde todo el mundo casi segur iban a tener la mirada sobre ellos. Ella volvió a vestir un vestido corto, esta vez era de finísima seda negra que más que vestirla parecía levitar encima de su cuerpo adolescente y escultural. Llevaba medias del mismo color y delineo sus ojos de un negro intensísimo y lo mismo hizo con sus pestañas. Y sus boca de niña se transformó en voluptuosa y llamativa con un color rojo que contrastaba con la llamativa y fina ropa negra que llevaba. Estaba elegante, fina, lejana a toda la situación que estaba viviendo. Sus compañeros de la filarmónica fueron invitados por Marcos, cuando vieron a Delfina no podían creer lo que había logrado con su vestimenta. Era toda una mujer. Amelia se veía muy elegante vestida con un hermoso traje de época pero que iba con la situaci
Era su luna de miel, mientras volaba en el avión privado de Marcos, Antonella iba pensativa, recreando los últimos acontecimientos que pasaron en su vida. De algo estaba segura, se sentía feliz. Marcos se acercó a ella y besándole un costado de la mejilla- ¿En qué piensa mi princesa? - ella no dice toda la verdad de sus pensamientos- ¡En los feliz que estoy! - y da vuelta su rostro hacía él y se entregan en un largo y apasionado beso.Se oye la voz del pilotoLegaron cerca del mediodía, el sol estaba alto peo había calor, la región estaba en pleno caribe.- ¡Pronto aterrizaremos! - así que ellos se ajustan los cinturones luego se toman de la mano, hasta que descienden y una limusina los estaba aguardando para llevarlos al lugar donde pasarían su luna de miel. Antonella observó todo a su alrededor, era bellísimo, paradisíaco, al fondo se extendían unas larga cadena de montañas, no muy altas de donde yacía un río que corría por la ladera de la montaña y finalizaba en una pequeñ
Los días transcurrieron con tranquilidad, Antonella adquirió un color tostado en su piel de por sí muy blanca que enloquecía a Marcos. Ese día se metieron juntos al shacusy y allí Marcos masajeo sus pies, sus muslos para relajarla, ella hizo lo mismo con él. Luego ella se acerca a él, totalmente desnuda y tostada por el sol caribeño y hacen el amor hasta sentirse agotados. En la cena conversan, Marcos inicia la conversación- ¿Estás feliz? - Antonella responde más con la sonrisa que con las palabras, se la veía radiante, estallaba en felicidad por toda su piel, así que entre risas exclama- ¡Claro, que lo estoy, he pasado los mejores momentos de mi vida, espero que se repitan! -- ¡Así será! - respondió Marcos entre risas. Antonella se pone seria y lanza su pregunta- ¿Cuándo regresamos? -- ¡Pasado mañana! - dice con tono serio y alude -¡Mi amigo me reclama, ya está esperando por mí, está agobiado de trabajo! - sonríe. ¡Está bien! - dice Antonella, y luego con un tono com
Delfina hablaba con su mamá acerca de la llegada de su hermano, la habitación de los recién casados estaba ubicado en el segundo piso de la mansión con un gran ventanal hacía el jardín y un balcón de donde colgaban hermosas flores que el jardinero trataba de cuidar con sumo cuidado a pedido de Amelia. Ahora se había esmerado mucho más, había quedado hermosamente arreglado, las flores, las macetas, todo lucía con gran esplendor. Los muebles de la habitación eran completamente nuevos, y con un gran estilo “nuveau”. El baño era muy grande y se instaló un yacusi en el período que Marcos estuvo fuera de la casa. Todo diseñado como lo pidió Marcos y a su vez se lo había pedido Antonella, la cómoda, los roperos ya existentes en la pared fueron extraídos y colocados del color que ella deseaba, los espejos. Nada quedó fuera de los gustos caros y refinados de Antonella y también de Marcos.- ¿Ya se terminó todo lo que la señorita Antonella pidió? -- ¡Delfina! - exclamaba su madre haciend
Para la fiesta de graduación faltaba casi un mes, por lo tanto, Delfina pensaba en su cumpleaños abrirá las puertas de su casa a sus mejores amigos de la escuela y de la filarmónica, sus compañeros y compañeras de natación. Lo hablaba con su madre esa tarde, ésta le decía- ¿Qué piensas hacer hija para sa gran fecha que es tu cumpleaños? - mientras sonreía, estaban sentadas las dos en la sala comedor bebiendo un rico té.¡Invitaré a todos mis compañeros de la filarmónica y a los de mi clase los cuales me aprecian en general! -- ¡Bien hija, será como tú digas y se hará como lo desees! -Marcos y Antonella ya habían llegado a la casa se encontraban descansando, por suerte pensó Delfina no los vi, y si pudiera ser invisible para Antonella lo sería. Pero su cuñada iba a estar en su cumpleaños y de seguro iba a invitar a su familia, huy, Dios que rabia pensaba Delfina, pero trataba de estar bien porque quería disfrutar lo mejor que podía ese día. Faltaban dos días para su cumpleaño
La chica se movió nerviosa dentro de la habitación, que se reducía cada vez más a medida que aquel hombre se acercaba a Montserrat. Cada vez que el venía a buscarla para descargar sus asquerosos deseo en ella, Montserrat parecía morir un poco. Pero su afán por sobrevivir la hacían quedarse quieta y responder como podía a las caricias de este.- ¡Acércate! - pidió Marcelo con cierta mesura -¡No voy a hacerte daño, porque lo haría tu me gustas, y mucho! - ella se acercó- ¡Ahora si nos entendemos! - respondió él y comenzó a acariciar su mentón y de ahí bajó a sus pechos muy lentamente, ella a cada movimiento de sus dedos sentía unas ganas tremendas de gritar y salir corriendo de ahí. Pero fue valiente y se quedó, se tenía que quedar, porque si no las cosas podían ser peores para ella. Así que renunció a su cuerpo y se entregó al placer de aquel extraño hombre iba a aprender a jugar, como le enseño Lisa y quizás posiblemente no tuviera que pasar por tantas manos de hombre diferentes e
La fiesta, siguió su curso, Antonella se acostó temprano y desde su cuarto apenas se escuchaba el sonido de la música. Delfina estaba bellísima en una falda roja sumamente corta y una bluza negra que dejaba ver toda su espalda fuerte musculosa recta sensual, su perfume olia a atardecer. Santino llegó con un ramo de flores blancas y un regalo en su mano que ella lo abrió enseguida, era una cadena de plata con un corazón pequeño que abría en dos partes el corazón.- ¡Es para colocar nuestras fotos y para que siempre me sientas junto a tí, por más lejos que esté y pase lo que pase siempre te he de amar recuérdalo! - y le rozó los labios con un beso, en ese momento Marcos bajaba y los vio, sintió una ráfaga de celos recorrerle sus arterias. Pero era el destino, su hermana alguna vez tendría que enamorarse.- ¡Buenas! - dijo en un tono helado, Santino sintió lo lejano de su voz, Marcos se acercó y extendió su mano mientras decía sin emoción alguna en su voz-Bienvenido a la fiesta de