Eduardo estaba en su habitación preparando su equipaje, cuando escucho como se abría la puerta de su habitación, mirando con una sonrisa forzada a su mamá, quien enseguida fue a abrazarlo.- Yo… sé que merezco tu repudio por lo que hice, pero... - empezó a decir el rubio, pero noto que su madre busco silenciarlo colocándole su dedo índice sobre sus labios, mientras ella le sonreía y acariciaba su rostro.- Nadie puede ordenarle al amor a quien amar y a quien no, hijo – hablo ella buscando limpiar las lágrimas de los ojos de su pequeño – sinceramente, es un poco extraño para mí, porque ambos son mis hijos, pero si ella es tu felicidad, lucha por ese sentimiento hijo, yo siempre te apoyare.- Gracias mamá - dijo llorando y volviendo a abrazarla.- No me importa lo que diga tu padre, yo te seguiré mimando porque eres mi hijo y no importa el tiempo que pase siempre serás mi pequeño artista.- Si - dijo feliz, separándose del abrazo.- Ten hijo, es para tu viaje – hablo ella pasándole un l
Al salir el sol se podía empezar a apreciar el movimiento en el palacio, ya que la servidumbre empezaba con sus deberes de limpieza, otros empezaban a preparar el carruaje para los reyes y algunos empezaban a poner la mesa para un gran desayuno de despedida.Justo en esos momentos Erik y Aurora se dirigían al comedor a desayunar con la familia antes de partir de regreso al reino Franco.- Buenos… ¿días? – saludo Aurora al ingresar al comedor, pero se extrañó al ver que solo Alejandro estaba presente en el lugar – hijo ¿y tus padres y hermanos?- No lo sé abuelita, igual me sorprendí de ser el primero en bajar a desayunar – menciono el pelinegro.- A lo mejor están ayudando a empacar a Jenny – opino Erik tomando asiento para pedir su desayuno.Justo en eso notaron que cierto castaño ingresaba al lugar, quien al verlos solo suspiro y sonrió de forma melancólica.- Papá, buenos días - lo saludo Alejandro.- ¿Antonio, estas bien? – pregunto Aurora, al verlo con los ojos ligeramente hincha
……………………………………………………………………………………………..- Así empezaron a pasar los días, donde siempre buscaba contarle a Sara sobre Eduardo, para que ella pudiera reconocerlo cuando regresara y no lo tratara como un extraño – narro la castaña – ahora saltando un poco en el tiempo, quiero contarles de uno de los días más emotivos que viví y ese fue en la coronación de Alejandro, ya que fue un día lleno de emociones y…- ¿Porque cambias tu tono de voz al leer? – le interrumpió su esposo, arqueando la ceja.- Vamos amor es para darle más personalidad a la historia y así se siente diferente – contesto divertida - o ¿es que te molesta que haga voces?- A mi gusta – dijo divertido el pequeño pelinegro riendo.- No es nada de eso, solo que lo veo innecesario – confeso el pelinegro mayor.- Lo dices porque a ti te encanta la voz de esa cantante y no la mía ¿verdad? sniff… - menciono la castaña en un tono dramático.- ¡Mami! – se quejó el menor – deja de pelear con papi y sigue el cuento.- Oh cierto, hehe ve
Eduardo rio por eso, donde Alejandro aprovecho y le dio un fuerte abrazo a su hermano.- Te extrañe mucho, idiota.- Perdón por tardarme – menciono apenado el rubio.- Gaooo – en eso se escuchó un fuerte rugido, donde todos los invitados vieron como un gran león corrió y tacleo al rubio derribándolo y tirándolo al suelo.Esto asusto a algunos, pero notaron que el gran felino estaba lamiendo al rubio, aunque de un momento a otro este empezó a morderlo a modo de regaño y justo en eso ingresaron 4 cachorros de león y una gran leona siguiéndolos.- Waaa Zeus hehe si yo igual te extrañe y ¡hey! si me estas mordiendo duro – se quejó el rubio, sin dejar de acariciar al gran felino – ya, ya lo sé, perdón por irme así amigo.- Mami… ¿quién es? – pregunto Sara abrazándose de la pierna de ella, mirando atentamente a ese rubio jugar con su gatito.- Él es tu hermano mayor, Eduardo - dijo Helena, quien se miraba emotiva y feliz de ver a su tercer hijo.Al escuchar eso, todos miraban asombrados al
La pareja de rubios caminó hasta la vieja habitación de Eduardo, donde el rubio se asombró al ver que el lugar seguía limpio y todo estaba en su lugar, tal y como lo dejo ese día.- Wow... totalmente limpio y ordenado – menciono asombrado.- Parece ser que mamá, sigue ordenando que tengan limpia tu habitación – opino Jenny, mirando que hasta la ropa estaba limpia y había algunas nuevas de tallas diversas.- Creo que siempre me ha esperado.- Yo igual – reclamo Jenny.- Perdón mi amor no pensé que me demoraría tanto – dijo tomándola de las manos y dándole un beso en los labios.- Mejor cámbiate – opino señalando la cama del rubio.- Oh, así que este es mi regalo – menciono tomando el traje a la medida que había – hehe imagino que usaron de modelo a Alejandro.- Creo – dijo Jenny acercándose a ayudarlo para que se cambiara.- Na, yo creo que mamá sabia mi talla, porque note que nuestros físicos son diferentes – indico apenado.- Supongo que es algo que le puedo envidiar - dijo Jenny un
Antonio busco aprovechar esos sutiles momentos donde nadie los veía, para robarle algunos besos a su amada esposa, quien se notaba divertida por esos besos y siempre buscaba correspondérselos.- Sabes mi amor – susurro Antonio, mientras abrazaba y pegaba a su amada a su cuerpo.- ¿Dime? – pregunto Helena con una sonrisa en sus labios dejándose hacer.- Me pregunto si Sara quiere dormir hoy con los cachorros – dijo empleando un tono coqueto en su voz.- Creo que si – dijo divertida Helena, dejándose hacer por su amado.Para todos los invitados y nobles que acudieron a esa fiesta, el antiguo rey era la prueba viviente de que el amor no tiene límite de edad, ya que, a sus 44 años, Antonio aun mantenía su gran deseo y pasión por su amada esposa, quien igual sentía ese deseo y necesidad, porque amaba demasiado a su esposo.- Ustedes no cambian ¿eh? – opino Gael acercándose a ellos, buscando romper ese ambiente romántico que habían creado.- Creo que eso es algo romántico y admirable de mi
Tras pasar esa semana especial para la recién reunida pareja de rubios, Eduardo no se salvó de recibir un regaño por parte de su padre al salir de la habitación que habia compartido una semana con su amada Jenny; esa fue una escena graciosa y curiosa de ver, ya que Antonio seguía protegiendo su pequeña a pesar de que se le notaba feliz y orgulloso por la unión de ambos.Justo al terminar el celo y de que arreglaran todo lo necesario para su viaje, Eduardo y Jenny se despidieron de sus padres, ya que debían regresar al reino Franco, porque Jenny ya habia estado mucho tiempo fuera y no era nada bueno que el rey estuviera mucho tiempo ausente.Al llegar al reino Franco, Jenny les informo a todos que se comenzarían los preparativos para su boda con Eduardo, algo que alegro a los abuelos, ya que habían notado la tristeza de la rubia platinada al no saber nada de él.De esta forma empezaron a pasar los días, donde Alejandro se estaba adaptando a sus nuevos deberes como rey e igual Vanessa e
Esa madrugada fue el inicio de un nuevo cambio y aunque Helena no sabía el motivo de ese viaje, algo en su interior le decía que era algo muy importante y confiaba en que él llegaría a tiempo a la boda de Eduardo y Jenny.En el desayuno, Helena les informo a sus hijos sobre lo que habia ocurrido.- ¿Se fue? – pregunto asombrado Alejandro.- Si – contesto la pelinegra dejando escapar un suspiro.- ¿A dónde fue papi? – pregunto Sara, quien igual estaba preocupada por esa noticia.- No sé muy bien a donde fue o el motivo de su viaje, pero lo note muy serio y decidido.- Bueno cuando papá quiere algo, no descansa hasta conseguirlo – opino Alejandro – pero me preocupa un poco que fuera un viaje repentino.- Confiemos en tu padre y en su gran juicio – menciono Vanessa, tomando la mano de su esposo para sonreírle y buscar animarlo.- Tienes razón amor, pero eso no quita que me preocupe, ya que, pese a que odia que le diga viejo, él ya es mayor y me gusta cuidarlo – dijo Alejandro.- Igual yo