Debido a que corrieron para buscar llegar rápidamente, olvidaron cambiar sus ropas; aunque si recordaron dejar escondidos los regalos de sus hijos, para ir a ver que habia pasado. Claro que la sorpresa fue para sus hijos, al verlos vestidos de esa manera.- ¿Majestades? – pregunto asombrado Javier.- Ya se, solo no opines – dijo avergonzado el castaño. - ¿Que ocurrió? ¿por qué adelantaron su viaje? - pregunto Helena acercándose a sus hijos, notando la hermosa señorita que era su hija, quien se habia dejado su cabello largo y su hijo mayor habia puesto más rebelde sus cabellos.- ¿Mamá? ¿papá? – dijo asombrada Jenny al reconocerlos.- Wow, es la primera vez que los veo así y en verdad parecen más "jóvenes" – opino Alejandro – aunque madre siempre se ve joven – aclaro, pero gracias a sus palabras recibió el golpe de un zapato volar, el cual impacto con su rostro.- Jaja no importa el tiempo o la distancia, papá siempre le atina – opino Eduardo divertido, quien en esos momentos llegaba
Tras esa platica, Jenny le agradeció a su padre para luego salir del escondite rumbo a su habitación, o ese era el plan; ya que al salir coincidió en el pasillo con Eduardo.- Jenny/Eduardo – se hablaron al mismo tiempo, provocando que ambos se sonrojaran por eso, antes de desviar la mirada y rieran divertidos.- Jeje, oye yo… te estaba buscando - dijo Eduardo.- En... ¿en serio? ¿y para qué?- Podemos hablar en privado – le pidió extendiendo su mano, para invitarla a que dieran un paseo.Jenny acepto la muda invitación tomándolo de la mano, para así recorrer juntos los pasillos para ir al escondite especial de Pol y Zeus, para platicar sin que nadie los interrumpiera.- Este Zeus no cambia – opino Jenny divertida al ver al león morder una pelota y estarla jugando en el agua del lago que habia en ese lugar.- Si, ellos no cambian jaja – opino el rubio mientras se sentaban en el césped – oye… yo… am… yo… bueno tu… ah…- Primero ordena tus ideas antes de hablar – dijo divertida ella, mi
Regresando un poco en el tiempo, Alejandro aprovecho se momento de descanso para ir a robar algunos dulces a la cocina, buscando tomar el postre que era para Eduardo y justo cuando estaba por tomarlo…- Majestad ¿de nuevo? – escucho la voz de una joven adolescente que le miraba con los brazos cruzados y con un cucharon de madera entre sus manos.- Oh… hola Anabel – saludo el pelinegro riendo nervioso y un poco apenado, mirando a la chica que le gustaba: una hermosa beta de piel clara, ojos color azules y cabello castaño; quien era la jefa de cocina con tan solo 20 años de edad.- Sabe majestad, me sorprende sus diabluras y recién regresando de casa de sus abuelos – opino ella alejando al chico de los postres – además, si va a tomar un postre ¿Por qué siempre toma el de su hermano?- Vamos Ana, no me regañes tan feo – dijo haciendo un puchero - tú sabes que siempre se lo regreso.- Si, pero siempre se come la mitad de su postre antes de dárselo a su hermano.- Jeje… cierto tal vez soy
- Cierto ¿y a que debemos su visita? - pregunto Antonio, a ver a la pareja estar mimando a Zeus, donde no pudo evitar reírse a carcajadas al ver que el felino lo derribo y despeino.- Creo que lo obvio era dar la noticia de mi segundo embarazo, pero igual venimos a la fiesta de mañana – indico divertido Darío – porque sinceramente extraño los dulces de Anabel.- Cierto, con tantas emociones olvide nuestro cumpleaños - dijo Alejandro.- Mentiroso, si no parabas de preguntar sobre que nos habrían preparado nuestros padres y que manjares nos esperarían – se quejó Jenny, delatándolo.- Sh… ¡Jenny! - le reclamo el pelinegro, causando las risas de todos.- Por eso son un trio de mimados - dijo Fernando, entrando al salón.- ¡Abuelo! – le saludo alegre Eduardo, corriendo a abrazarlo con una gran sonrisa; aunque esas palabras le provocaron un tic en el ojo al mayor, a la vez el mayor miraba con odio a Antonio, ya que él fue el culpable.- ¿Por qué me vez así? a él le nació llamarte así – indi
Antonio al ver que su esposa estaba sola, fue a abrazarla y pedir mimos.- Amor… sniff… tu padre me llamo viejo – dijo triste, ya que a su criterio solo tenía canas precipitadas.- Antonio, no eres un viejo – opino Helena, dándole mimos y buscando reconfortarlo.Por su parte Alejandro estaba peleando con Ray por los dulces que Anabel estaba sirviendo en esos momentos, Aurora y Erik estaban algo románticos, Fernando estaba sentado disfrutando de su vino favorito, Gael estaba escogiendo algunos dulces igual para satisfacer el antojo de su amado e igual la pareja de rubios estaban pasando un gran momento.Justo cuando la fiesta estaba tomando ambiente con el gran banquete, se empezó a escuchar las trompetas que anunciaban una visita en el castillo; eso confundió un poco a todos, ya que era una fiesta familiar y no esperaban a nadie más. En eso apareció el jefe de mayordomos del castillo algo apenado, seguido de un joven alfa de cabello negro, ojos color marrón y piel de tonalidad clara,
El día paso alegre y en un gran ambiente para los trillizos en compañía de su familia, recibiendo muchos regalos, bromas y risas; algo que Jenny y Alejandro habían extrañado mucho.- Eduardo, de nuevo muchas gracias – declaro Jenny, cuando ya estaban solos y al fin podía darle un beso para agradecerle por el regalo – me sorprendiste con este regalo.- Bueno es que se lo especial que es esa joya para ti – dijo coqueto Eduardo, tomando la cadenita para ayudar a ponérsela.- Y ¿cuánto tardaste en encontrarlo? - dijo Jenny tocando su cadenita con una sonrisa.- 3 días enteros sin dormir, ya que me dolió que te fueras triste porque lo perdiste cuando te subías al carruaje – indico el sonriéndole.- Es que es mi tesoro especial, porque fue un regalo que me dieron por una buena acción cuando acompañe a papá a buscar el regalo de mama con el herrero – le dijo mientras recordaba ese día.- Yo no sé esa historia, ¿me la cuentas? - dijo Eduardo sonriéndole, mientras se sentaba al lado de su amad
Helena se estaba terminando de acomodar sus ropas tras la revisión médica, cuando escucho como Alfredo llamaba a su esposo; así que salió para mirar a los alrededores y al no encontrarlo sonrió feliz mientras se dirigía a preparar una sorpresa para todos.- ¿En serio majestad? Felicidades – dijo Anabel al escuchar esa linda noticia de parte de su reina.- Si – contesto Helena tocando con cariño su vientre – puedes preparar algo especial para la cena.- Por su puesto ya mismo comienzo, hehe ya quiero ver la cara de los príncipes al enterarse – menciono la chica riendo para girarse y ver los preparativos para la cena especial y terminar los últimos detalles de la comida.Al llegar la hora del almuerzo, los trillizos se emocionaron al ver a su madre, aunque ahora su papá fue el que falto a la comida, algo que extraño un poco a la pelinegra; al terminar la comida elle empezo a buscar a su esposo notando que la biblioteca estaba cerrada e igual los pasajes que llevaban al escondite de este
Tras acabar la cena, los trillizos se retiraron a descansar por ese día, mientras que Antonio cargo con cuidado a su amada para llevarla a su habitación para que descansara.- ¿Ya no me dejaras caminar?- Nop – indico risueño – sabes que me gusta consentirte cuando estas esperando a una hermosa vida producto de nuestro amor.Helena solo rio divertida acercándose a darle un beso en la mejilla a su esposo, mientras se acomodaba en sus brazos y se dejaba hacer.- Sabes, esta vez no existen guerras o ex amantes locas – opino la pelinegra – así que quiero que estes a mi lado en el parto.- Te lo prometo mi amor, estaré a tu lado para juntos recibir a este nuevo bebe.Tras eso ambos se encaminaron en silencio hasta llegar a su habitación, donde Antonio con cuidado la recostó en su cama y se recostó a su lado.- Sabes ahora que lo pienso – empezo a decir la pelinegra – si cada noche me pides mimos, ¿cómo no notaste que podríamos estar esperando? – pregunto arqueando la ceja, mientras sentía