—¿Una última vez?, ¿acaso te crees que soy una zorra, que me tratas como tal? —Dice Chloe muy enojada, mientras quita mi mano de su pierna de forma agresiva y me empuja para que me aleje de ella, no es mucho lo que logra, pero intento darle espacio al verla tan ofuscada. —Chloe, espera... lo siento, estoy algo bebido, yo no quería ofenderte, es solo que...—Guardo silencio, ya le rompí el corazón, si decía algo más, quizás creería que un monstruo como yo podría ser feliz junto a ella, y no lo merecía, merecía morir por ser un mal hijo, por haberle quitado la posibilidad a mi hermana de tener una madre. —¿Qué Damián?... dime... ¿Qué?, ¿acaso no te basto lo del club?, ¿necesitas humillarme más?, ¿es eso? —No... claro que no... —De pronto se me escapan un par de lágrimas, el alcohol no me ayuda a mantener mi autocontrol, y simplemente me dejó llevar... —¡Me importas! —¿Ah?, ¿qué dijiste? —¡Me importas! —¿Te importo?, ¿y se puede saber en qué sentido?, por qué hasta donde yo
—Chloe, ¿qué haces aquí?, ¿no te habías ido con Ava?—pregunto nervioso al verla ahí —Pues ya vez que no, así que dime, ¿de qué apuesta hablan? —¿Qué tanto escuchaste? —Le pregunta Crystal —Todo... —¿Acaso nos estabas espiando? —Le pregunto muy enojado. —Pues si, por qué estoy harta de no saber nada, Damián... —¡Lárgate!, no te quiero ver... —No me pienso ir, hasta que me expliques lo de la tal apuesta. —Se cruza de brazos y me mira con fiereza Crystal: —Damián y yo, hicimos una apuesta antes de conocerte. — —¿Y qué tiene que ver conmigo? —Pues que… —Empieza a hablar Crystal, intentando explicarle a Chloe, pero la detengo —Crystal... —¿Qué?, ¿acaso no es lo que quieres?, desilusionarla, pues ahora tienes la oportunidad de hacerlo, cuéntale la verdad, Damián. Ya sabe de la apuesta, que se lo expliques es lo mínimo que merece.—Me quedo pensando por un rato, quizás Crystal tiene razón, pero para ser sincero, que Chloe se entere de que quise conquistarla al prin
—Espera, ¿o sea que Chloe se fue por tu culpa? —¡Mjummm! —Yo era un desgraciado, pero tú eras un desgraciado y un maldito Imbécil. —Dice Ethan, mientras le da un sorbo a su copa de vino. —Lo sé, el mayor imbécil... —¿Y qué pasó?, ¿nunca quisiste ir tras ella? —Todo el tiempo, pero como ella misma lo dijo, preferí ser un cobarde, un verdugo con complejo de víctima. —¿A qué te refieres? —No pensé que el no verla, ni tenerla cerca sería tan duro para mí, pero aun así, asumí que mi castigo era perderla, no tenía ningún derecho a buscarla, después de lo que le había hecho, así que me dediqué a intentar enmendar según yo, el daño que había causado en el caso de mi madre, mi vida de por sí, ya era una mierda, Chloe se había marchado, y Ava me culpaba por ello, mi abuela me recriminaba y mi padre no me dejaba en paz, así que creí que lo mejor era congraciarme con él y hacer todo lo que él quisiera. —¿De verdad? —Si, además, ¿quién en su sano juicio estaría mal con el presi
Pasaron un par de semanas después de que Ethan se fue, y aunque quedó en convencer a Linda de ayudarme, aún no he recibido ninguna llamada de su parte, admito que he querido llamarlo, pero me da miedo lo que me puedan decir, a mi mente vienen mil razones por la que no se han comunicado conmigo, y la que más me asusta es que me digan que encontraron a Chloe, casada y con hijos, con un hogar que yo no puedo destruir. —Señor, disculpe que lo interrumpa, pero es que lo necesitan. —Dice María, asomando su cabeza por la puerta de mi oficina. —¿Quién? —El señor Optimus... —Y por qué no lo has dejado pasar. —Digo bastante nervioso, pues jamás me imaginé que Ethan vendría personalmente. —Porque me pidió que le avisara que lo espera en la sala de juntas y yo, como sé que es su gran amigo, los dejé pasar. —¿Los? —Pregunto y ella solo se encoge de hombros y se va, dejando la puerta abierta para que salga. Mientras camino hacia la sala de juntas, un poco nervioso debo admitir, por
Esta mañana amanecí con cero apetito y muy mal del estómago, dicen que la ansiedad puede producir acidez estomacal y yo estaba más que ansioso, así que para mí tenía sentido. Incluso llegar al aeropuerto y subir al avión, fue una tortura, la mitad del vuelo me la pasé en el baño, y eso que fue un vuelo de casi 15 horas; me sentía como un estúpido adolescente que no lograba controlar sus emociones, ni sus esfínteres, si así me sentía ahora, como reaccionaría mi cuerpo cuando la viera. Al llegar al apartamento que Linda y Ethan habían preparado para mí, me sentí aliviado, la ciudad de Macao es como un New York, pero más pequeño, por lo que las calles son un completo estrés. Es tarde, y realmente necesito descansar, además el cambio de horario es un poco difícil de sobrellevar, apenas llevo un día, y me siento completamente agotado, estoy nervioso, y a pesar de que me he obligado a comer algo, es difícil hacerlo, es como si mi cuerpo no quisiera estar en este lugar, como si reflejara
—Chloe, ¿eres tú?, estás preciosa... —Digo mientras muestro una sonrisa de Imbécil que no necesitaba mostrar en este momento, y ella simplemente me da nuevamente la espalda, toma sus cosas y sale del salón, dejándome solo como un estúpido frente a la ventana. «¿Y que esperabas Damián?, ¿qué te abrazara y te dijera que te había extrañado?, agradece que no te arrojó uno de esos borradores que estaba sacudiendo a la cara.» Me acerco a la salida para esperar a que salga, pero no aparece, incluso el conserje me pide que me vaya, pues la jornada escolar ha terminado por hoy. Aunque salgo, me quedo sentado en el andén, la gente pasa y me ve muy extrañada, pero no me importa, mi única preocupación ahora es Chloe. Avanzan las horas y nada que sale, y lo peor es que muero de hambre, me levanto y me acerco a un minimarket que hay al otro lado de la carretera, compró algo de comer, y cuándo estoy pagando, observo que Chloe, va saliendo de la escuela. —Disculpe, podría por favor apurars
—No ha pasado ni una hora desde que conocí al tal Jiang y ya me cae de la patada. En mi cabeza suena una y otra vez el tono de su voz al llamar a Chloe "cariño". ¿Quién se cree?, su dueño. "Es mi novia", decía con tanta seguridad, como si fuera de su propiedad. —Puedes por favor calmarte, te va a dar algo, Damián... —Me dice Ethan, intentando calmarme a través del teléfono. —Algo me va a dar si dejo que ese idiota siga siendo novio de Chloe —En eso estamos de acuerdo, no conozco al tal Jiang, pero si quieres recuperarla, debes lograr que terminen su relación. Sin embargo, no puedes centrarte en ello. —¿De qué hablas?, ¿debo lograr que terminen su relación, pero no puedo centrarme en ello?, creo que no estás coordinando bien las ideas, amigo, podrías por favor ser más claro. —Jajajaja, si, no me expliqué bien, a lo que me refiero es que, aunque para estar con Chloe, ella debería terminar su relación con ese tipo, tu meta no es centrarte en esa relación, sino en ella. —¡Mm
Hoy, al igual que ayer, estoy muy temprano frente a la escuela donde trabaja Chloe, con un delicioso desayuno para ella, y una rica taza de café; sin embargo, me rechaza nuevamente, pero no me pienso dar por vencido tan fácilmente, mañana volveré. ... Pasa una semana completa, y todos los días, a la misma hora, sigo siendo rechazado y enviado a casa con un desayuno y una taza de café, al parecer la persistencia de la que hablaba Ethan, es muy necesaria. Es evidente que deberé cambiar de estrategia, y es por eso que he decidido explorar mi lado más cursi, y aunque no soy el más experto, debo intentarlo, pues lo único importante es tener una mínima oportunidad con Chloe. Espero al lunes, por qué aún no sé dónde vive, pues pensé que si la seguía se enojaría conmigo, pero más enojada de lo que ya está, no creo que se pueda, y estoy decidido a hacer lo que sea para recuperarla. El fin de semana, me la paso buscando información acerca del tal Jiang, quien resulta ser un nerd con m