Esta mañana amanecí con cero apetito y muy mal del estómago, dicen que la ansiedad puede producir acidez estomacal y yo estaba más que ansioso, así que para mí tenía sentido. Incluso llegar al aeropuerto y subir al avión, fue una tortura, la mitad del vuelo me la pasé en el baño, y eso que fue un vuelo de casi 15 horas; me sentía como un estúpido adolescente que no lograba controlar sus emociones, ni sus esfínteres, si así me sentía ahora, como reaccionaría mi cuerpo cuando la viera. Al llegar al apartamento que Linda y Ethan habían preparado para mí, me sentí aliviado, la ciudad de Macao es como un New York, pero más pequeño, por lo que las calles son un completo estrés. Es tarde, y realmente necesito descansar, además el cambio de horario es un poco difícil de sobrellevar, apenas llevo un día, y me siento completamente agotado, estoy nervioso, y a pesar de que me he obligado a comer algo, es difícil hacerlo, es como si mi cuerpo no quisiera estar en este lugar, como si reflejara
—Chloe, ¿eres tú?, estás preciosa... —Digo mientras muestro una sonrisa de Imbécil que no necesitaba mostrar en este momento, y ella simplemente me da nuevamente la espalda, toma sus cosas y sale del salón, dejándome solo como un estúpido frente a la ventana. «¿Y que esperabas Damián?, ¿qué te abrazara y te dijera que te había extrañado?, agradece que no te arrojó uno de esos borradores que estaba sacudiendo a la cara.» Me acerco a la salida para esperar a que salga, pero no aparece, incluso el conserje me pide que me vaya, pues la jornada escolar ha terminado por hoy. Aunque salgo, me quedo sentado en el andén, la gente pasa y me ve muy extrañada, pero no me importa, mi única preocupación ahora es Chloe. Avanzan las horas y nada que sale, y lo peor es que muero de hambre, me levanto y me acerco a un minimarket que hay al otro lado de la carretera, compró algo de comer, y cuándo estoy pagando, observo que Chloe, va saliendo de la escuela. —Disculpe, podría por favor apurars
—No ha pasado ni una hora desde que conocí al tal Jiang y ya me cae de la patada. En mi cabeza suena una y otra vez el tono de su voz al llamar a Chloe "cariño". ¿Quién se cree?, su dueño. "Es mi novia", decía con tanta seguridad, como si fuera de su propiedad. —Puedes por favor calmarte, te va a dar algo, Damián... —Me dice Ethan, intentando calmarme a través del teléfono. —Algo me va a dar si dejo que ese idiota siga siendo novio de Chloe —En eso estamos de acuerdo, no conozco al tal Jiang, pero si quieres recuperarla, debes lograr que terminen su relación. Sin embargo, no puedes centrarte en ello. —¿De qué hablas?, ¿debo lograr que terminen su relación, pero no puedo centrarme en ello?, creo que no estás coordinando bien las ideas, amigo, podrías por favor ser más claro. —Jajajaja, si, no me expliqué bien, a lo que me refiero es que, aunque para estar con Chloe, ella debería terminar su relación con ese tipo, tu meta no es centrarte en esa relación, sino en ella. —¡Mm
Hoy, al igual que ayer, estoy muy temprano frente a la escuela donde trabaja Chloe, con un delicioso desayuno para ella, y una rica taza de café; sin embargo, me rechaza nuevamente, pero no me pienso dar por vencido tan fácilmente, mañana volveré. ... Pasa una semana completa, y todos los días, a la misma hora, sigo siendo rechazado y enviado a casa con un desayuno y una taza de café, al parecer la persistencia de la que hablaba Ethan, es muy necesaria. Es evidente que deberé cambiar de estrategia, y es por eso que he decidido explorar mi lado más cursi, y aunque no soy el más experto, debo intentarlo, pues lo único importante es tener una mínima oportunidad con Chloe. Espero al lunes, por qué aún no sé dónde vive, pues pensé que si la seguía se enojaría conmigo, pero más enojada de lo que ya está, no creo que se pueda, y estoy decidido a hacer lo que sea para recuperarla. El fin de semana, me la paso buscando información acerca del tal Jiang, quien resulta ser un nerd con m
Bajo, y al salir observo como Chloe, levanta un ramo, mientras se disculpa con varias personas que intentan usar la acera para transitar. —¡Ya estoy aquí!, ¿Qué quieres que haga? —Le pregunto con toda la disposición. —Vamos a llevar los ramos adentro, no quiero que más personas toquen a mi puerta por qué no pueden caminar libremente. —¿No es raro? —¿Qué? —En New York, todos estos ramos habrían desaparecido en menos de 20 minutos. —Si, eso es cierto, pero no estamos en los Estados Unidos, estamos en Macao, China, y en este país la gente siente gran respeto por las cosas del otro. —Ok. Entiendo—Empiezo a cargar un ramo, y la sigo, ella entra a su casa, y me guía hasta la pequeña sala. Se ve muy acogedora, tiene un sofá negro, y una TV, al lado se puede ver la cocina, y un pasillo que conduce a un par de puertas, imagino son las habitaciones. —Puedes dejarlo por aquí... —Señala el suelo justo en medio de la sala. —Tu casa parece acogedora, ¿desde cuándo vives aquí?
Chloe parece sorprendida, indecisa y algo desubicada; sin embargo, no tarda en aclarar su garganta y mostrar una gran sonrisa a Jiang que sigue arrodillado. —Sí, acepto. —Responde y se acerca con cuidado a dónde su futuro esposo, que pone el anillo en su dedo, le da un corto beso en los labios, y la levanta en sus brazos dando vueltas sin parar, agradeciéndole por aceptar, con una gran sonrisa en el rostro a la que curiosamente ella solo corresponde cuando lo ve directamente, y mientras no me ve de reojo, yo, en cambio, no dejo de verla ni un solo segundo. «No puedo creer que acepte casarse con él, ¿de verdad está tan enamorada?» De pronto suena mi teléfono, es... ¿Rosa?, contesto de inmediato, pues para que Rosa me esté llamando debe ser importante. —Aló, Rosa, ¿qué pasa? —Señor, lamento molestarlo, pero es que acaban de llamar a la casa avisando que la señorita Ava, se encuentra en el hospital, al parecer tuvo un accidente y como su padre está fuera del país... —¿Ava?, ¿
El sonido del teléfono, hace que reaccione, es Ava. —Hermana, ¿Qué pasa? —Eso pregunto yo, estaba hablando con Chloe y de un momento a otro ya no dijo nada... —Lo siento, es que tuvo que salir... —¿Por qué?, ¿pasó algo? —No, pero puede pasar si voy ahora con ella y dejo de hablar contigo... —¿Qué? —Adiós hermana, cuídate mucho... Cuelgo, y enseguida entra una llamada de Ethan, pero no contesto, ahora no puedo perder tiempo, bajo en busca de Chloe. Llego a su casa y la puerta principal está entre abierta, con cuidado entro, por qué no quiero asustarla, y escucho su voz, creo que proveniente de la cocina. Está hablando por teléfono, la escucho para no interrumpirla, y me doy cuenta de que el ramo de lirios que llevaba para ella esta noche, los cuales tiré, estaban en un jarrón con agua. —¿Cómo llegaste a casa?… ¡Mmm!, entiendo... si, no te preocupes, estoy bien… No, dime... ¿Tan pronto?, no lo sé... es tarde, estoy cansada, deberíamos hablarlo después… no, no es es
—¿Pero qué dices? —¿Por qué te oyes sorprendido?, situaciones desesperadas, requieren medidas desesperadas. —No sé... suena algo, drástico... —¡Oh!, ¡en serio!... —Dice Linda, con su habitual sarcasmo. —Debe haber otra forma, no creo necesario llegar a esos extremos. —Si tú lo dices... Luego de cortar con Linda, tomo una decisión. Tal vez Chloe no quiera escucharme, pero Jiang tendrá que hacerlo. Ese domingo no logro ver a ninguno de los dos; sin embargo, no me aflijo, seguramente el lunes los veré, como siempre Chloe irá a trabajar y Jiang la acompañará. Espero la mañana del lunes, pero no sale nadie de la casa, voy a la escuela, y pregunto por ellos, pues últimamente mi mandarín ha mejorado mucho, pero me informan que la maestra Bardot, ha pedido una licencia por motivo de su boda. Solicito hablar con la directora, pero no se me permite. Regreso al día siguiente, luego de que nadie me abriera en la casa de Chloe, pero tampoco esta vez, se me permite hablar con la d