Anabella miraba las fotos de su celular, su graduación, su casa, todo, en verdad sentía un dolor de cabeza grande, quería gritar miraba el vestido colgado en un gancho, era hermoso, lo miraba y pensaba en el día que lo usaría, pero en verdad no quería hacerlo. Recordó cuando le dijo a Jean Carlo que aceptaba casarse con él, ese día parecía muy, pero muy lejano, aunque no tuviera muchos días de eso. FLASHBACK La joven se sintió completamente protegida, y eso no le agradaba, y menos sentirse protegida por Jean Carlo, pero ahora con lo sucedido, si con lo que acababa de suceder ella tendría, si tendría que aceptar el contrato con Andollini, y eso la disgustaba al cien, pero su padre se encontraba de por medio, y ella adoraba a su papá, así que se armó de valor para decir las siguientes palabras, tomo aire y dijo: Acepto el trato, me casaré contigo— dijo esto con voz altanera y casi sin vida. FIN DEL FLASHBACK Anabella seguia recordando todo eso, en verdad era doloroso para ella, v
Un día de la boda de la chica ella se encontraba bastante estresada, su hermana por fin había llegado y junto con él, su esposa y sobrino pequeño, el hombre no podía creer o dar crédito que su hermana se iba casar, y menos con su amigo Jean Carlo. Hola, hermanita — saludo su hermano en el momento de verla — veo que te vas a casar, pensé que tu camino sería el de ser una solterona rodeada de gatos — comento con burla el hombre — ya que ninguno de tus novios te soportaba más de medio año — termino de hablar. Igual me da gusto volver a verte, sobre todo que no viniste ni un solo día a ver a mi papá después de su infarto — le dijo en tono de reproche — nunca te has preocupado por mi padre, y eso me parece muy mal ya que eres el mayor, tú tenías que estar aquí, tu deber era el ayudar a mi padre con la crisis que nuestra madre trajo. La joven mujer miro a su hermano mayor y este le regreso la mirada con enojo — recuerdas que él no le pareció que no estudiara en Princeton, por su deseo t
Por la noche fue la cena de ensayo, al parecer el hombre se encontraba muy feliz y no se separaba ningún momento de Anabella, está miraba todo como si fuera un sueño, parecía que todo le estuviera sucediendo a otra persona. Miraba como las personas llegaban, los felicitaban y miraban con alegría. Jean Carlo, la tenía tomada de la mano, su padre el señor Andollini,se encontraba ahí, había recuperado el semblante, al parecer la boda de su hijo con la bella Anabella, logro un milagro en la salud y en el estado de ánimo del hombre. Me encuentro muy feliz, demasiado — hablo el hombre mayor — hoy me siento muy feliz y siento que será un día muy especial — dijo el hombre mientras comía uno de los bocadillos que dieron como entrada — hasta el apetito lo he recuperado — comió otro de ellos — esto es delicioso, siento que mañana será mucho mejor, será el día en que esa bella mujer se convierta en mí hija, esto es algo que yo he esperado por muchos años — tomo un sorbo del vino que se encontra
el amanecer en la casa de la matriarca de los Connor, fue tranquilo, la cena de ensayo había sido un éxito y sobre todo hermosa, las personas se fueron con un buen sabor de boca y convencidos que la pareja era la más enamorada que hayan visto en mucho tiempo. Anabella, despertó y al parecer había pasado una noche regular, tenía un poco de ojeras en los ojos y parecía que en cualquier momento iba a vomitar algo grande y feo, desde adentro de las entrañas, se metió a bañar y al salir, comenzó a sentir algunas nauceas,pensó que sería el vino bebido por la noche, y es que casi no había comido ante las miradas de reproches de Jean Carlo. Buenos días, querida — su madre ya vestida con una hermosa bata de seda, al parecer la mujer ya se había bañado y se encontraban esperando al maquillista, peinador y demás personas que las iban a ayudar a vestirse — no dormiste bien, se te notan ojeras, bueno te podrán unas cuantas mascarillas antes, unos parches en los ojos, y con eso quedarás como nue
una multitud ya se encontraba en la catedral de San Patricio, al parecer era el evento del año, algo que pretendía ser sencillo fue filtrado por alguien y muchos periodistas y algunas cámaras de televisión se encontraban ahí. El día de hoy nos encontramos en la catedral de San Patricio —hablo uno de los reporteros — día de hoy se casa el heredero italiano,Jean Carlo Andollini, con la joven abogada Anabella Connor, una de las herederas de las empresas Connor, un buen y excelente matrimonio, que habían mantenido en secreto hasta el día de hoy, que es la boda —el reportero hizo una cara de estar contando el mejor chisme de su vida. El automóvil donde iba la novia condujo despacio al ver la cantidad de reporteros que se iban acercando al vehículo —¿Qué significa esto? — hablo Anabella al ver la cantidad de personas que se encontraba a las afueras de la iglesia — pensé que no habria prensa, ni ningún medio de comunicación — dijo con pánico en la voz. ¡tranquila! — le aconsejo su padre —
la fiesta termino muy entrada la madrugada, Anabella y Jean Carlo se dirigieron a una suite en un hotel elegante para pasar la noche de bodas, el hombre la cargo para pasar por el umbral de la puerta del hotel, la tenía cargada con fuerza, y la sostenía entre sus brazos como si fuera una muñeca de porcelana. La puso sobre la cama para poder observarla mejor — te ves hermosa, eres realmente hermosa — el hombre le ayudo a levantarse para comenzar a besarla con adoración — te amo y te deseo,Annie — decia el hombre mientras besaba los labios y sus manos bajaban el cierre tan incomodo que separaba la piel de sus manos, tenía una necesidad imperiosa de tocarla y hacerla suya, ahora como su esposa. La chica a pesar de ya haber tenido relaciones con Jean Carlo, sentía un ligero temblor en todo su cuerpo, era bastante excitante ahora hacerlo de esa manera, sabiendo que ella era la esposa del hombre que se encontraba besando. La chica paso por sus brazos por el cuello del hombre para atraerl
Al día siguiente ambos despertaron con una sonrisa en los labios, Anabella miro al hombre que tenía al lado con un brazo como una garra en su cintura, ella se quedó mirando con incredulidad, el hombre al parecer era un poco posesivo, pero se sentía protegida. Buenos días — le dijo ella al hombre que iba abriendo poco a poco los ojos — por fin has despertado — Jean Carlo le regreso la sonrisa con amor — tengo hambre, ¿podemos ir desayunar?, bueno antes me tengo que bañar — la mujer se intentó parar, pero Andollini la detuvo. Aun no te vayas, no hay prisa — el hombre se escuchaba adormilado — el desayuno con mi familia, es tradición que los novios lleguen casi al final — dijo Jean Carlo con voz adormilada — en si lo hacen para poder seguir comiendo y haciendo otras cosas — cerro los ojos y sonrió. Anabella rodo los ojos en señal de ¿Qué se puede hacer?, aun así, retiro el brazo del hombre, y se levantó para ir al baño, el hombre observo la figura desnuda de su esposa y se dibujó una
Al llegar al desayuno con la familia Andollini, las mesas estaban colocadas de manera distinta; era poco común que un italiano se casara con alguien que no perteneciera a una familia italiana, si bien la madre de Jean Carlo era de estados unidos, toda su familia era española, y eso no era tan criticado, puesto que igual la madre era catolica, ahora su heredero principal se casaba con una americana, con ascendencia irlandesa, pero católica, que para ellos era lo más importante. Todos saludaron al nuevo miembro de la familia Andollini con singular alegría, conocían a los Connor de años atrás, eran amigos de toda la vida, Gerald Connor, era un buen amigo, lo que nunca se esperó Anabella era ver a los padres de Constanzza Brassi, ¿los señores Brassi son parte de tú familia? — le pregunto Anabella a Jean Carlo, mirandolo fijamente. La señora Brassi tiene por apellido de soltera Andollini, es prima segunda de mi padre — explico Andollini a su esposa — la familia Brassi, era leal a los A