Por la noche fue la cena de ensayo, al parecer el hombre se encontraba muy feliz y no se separaba ningún momento de Anabella, está miraba todo como si fuera un sueño, parecía que todo le estuviera sucediendo a otra persona. Miraba como las personas llegaban, los felicitaban y miraban con alegría. Jean Carlo, la tenía tomada de la mano, su padre el señor Andollini,se encontraba ahí, había recuperado el semblante, al parecer la boda de su hijo con la bella Anabella, logro un milagro en la salud y en el estado de ánimo del hombre. Me encuentro muy feliz, demasiado — hablo el hombre mayor — hoy me siento muy feliz y siento que será un día muy especial — dijo el hombre mientras comía uno de los bocadillos que dieron como entrada — hasta el apetito lo he recuperado — comió otro de ellos — esto es delicioso, siento que mañana será mucho mejor, será el día en que esa bella mujer se convierta en mí hija, esto es algo que yo he esperado por muchos años — tomo un sorbo del vino que se encontra
el amanecer en la casa de la matriarca de los Connor, fue tranquilo, la cena de ensayo había sido un éxito y sobre todo hermosa, las personas se fueron con un buen sabor de boca y convencidos que la pareja era la más enamorada que hayan visto en mucho tiempo. Anabella, despertó y al parecer había pasado una noche regular, tenía un poco de ojeras en los ojos y parecía que en cualquier momento iba a vomitar algo grande y feo, desde adentro de las entrañas, se metió a bañar y al salir, comenzó a sentir algunas nauceas,pensó que sería el vino bebido por la noche, y es que casi no había comido ante las miradas de reproches de Jean Carlo. Buenos días, querida — su madre ya vestida con una hermosa bata de seda, al parecer la mujer ya se había bañado y se encontraban esperando al maquillista, peinador y demás personas que las iban a ayudar a vestirse — no dormiste bien, se te notan ojeras, bueno te podrán unas cuantas mascarillas antes, unos parches en los ojos, y con eso quedarás como nue
una multitud ya se encontraba en la catedral de San Patricio, al parecer era el evento del año, algo que pretendía ser sencillo fue filtrado por alguien y muchos periodistas y algunas cámaras de televisión se encontraban ahí. El día de hoy nos encontramos en la catedral de San Patricio —hablo uno de los reporteros — día de hoy se casa el heredero italiano,Jean Carlo Andollini, con la joven abogada Anabella Connor, una de las herederas de las empresas Connor, un buen y excelente matrimonio, que habían mantenido en secreto hasta el día de hoy, que es la boda —el reportero hizo una cara de estar contando el mejor chisme de su vida. El automóvil donde iba la novia condujo despacio al ver la cantidad de reporteros que se iban acercando al vehículo —¿Qué significa esto? — hablo Anabella al ver la cantidad de personas que se encontraba a las afueras de la iglesia — pensé que no habria prensa, ni ningún medio de comunicación — dijo con pánico en la voz. ¡tranquila! — le aconsejo su padre —
la fiesta termino muy entrada la madrugada, Anabella y Jean Carlo se dirigieron a una suite en un hotel elegante para pasar la noche de bodas, el hombre la cargo para pasar por el umbral de la puerta del hotel, la tenía cargada con fuerza, y la sostenía entre sus brazos como si fuera una muñeca de porcelana. La puso sobre la cama para poder observarla mejor — te ves hermosa, eres realmente hermosa — el hombre le ayudo a levantarse para comenzar a besarla con adoración — te amo y te deseo,Annie — decia el hombre mientras besaba los labios y sus manos bajaban el cierre tan incomodo que separaba la piel de sus manos, tenía una necesidad imperiosa de tocarla y hacerla suya, ahora como su esposa. La chica a pesar de ya haber tenido relaciones con Jean Carlo, sentía un ligero temblor en todo su cuerpo, era bastante excitante ahora hacerlo de esa manera, sabiendo que ella era la esposa del hombre que se encontraba besando. La chica paso por sus brazos por el cuello del hombre para atraerl
Al día siguiente ambos despertaron con una sonrisa en los labios, Anabella miro al hombre que tenía al lado con un brazo como una garra en su cintura, ella se quedó mirando con incredulidad, el hombre al parecer era un poco posesivo, pero se sentía protegida. Buenos días — le dijo ella al hombre que iba abriendo poco a poco los ojos — por fin has despertado — Jean Carlo le regreso la sonrisa con amor — tengo hambre, ¿podemos ir desayunar?, bueno antes me tengo que bañar — la mujer se intentó parar, pero Andollini la detuvo. Aun no te vayas, no hay prisa — el hombre se escuchaba adormilado — el desayuno con mi familia, es tradición que los novios lleguen casi al final — dijo Jean Carlo con voz adormilada — en si lo hacen para poder seguir comiendo y haciendo otras cosas — cerro los ojos y sonrió. Anabella rodo los ojos en señal de ¿Qué se puede hacer?, aun así, retiro el brazo del hombre, y se levantó para ir al baño, el hombre observo la figura desnuda de su esposa y se dibujó una
Al llegar al desayuno con la familia Andollini, las mesas estaban colocadas de manera distinta; era poco común que un italiano se casara con alguien que no perteneciera a una familia italiana, si bien la madre de Jean Carlo era de estados unidos, toda su familia era española, y eso no era tan criticado, puesto que igual la madre era catolica, ahora su heredero principal se casaba con una americana, con ascendencia irlandesa, pero católica, que para ellos era lo más importante. Todos saludaron al nuevo miembro de la familia Andollini con singular alegría, conocían a los Connor de años atrás, eran amigos de toda la vida, Gerald Connor, era un buen amigo, lo que nunca se esperó Anabella era ver a los padres de Constanzza Brassi, ¿los señores Brassi son parte de tú familia? — le pregunto Anabella a Jean Carlo, mirandolo fijamente. La señora Brassi tiene por apellido de soltera Andollini, es prima segunda de mi padre — explico Andollini a su esposa — la familia Brassi, era leal a los A
Constanzza Brassi se encontraba en su departamento, tenía una copa en la mano, recordaba cuando era más joven, unos cinco años atrás, tuvo una cita con Andollini, saldrían a navegar en un lugar cercano. FLASH BACK Me encanta, tu barco — le dijo Constanzza Brassi — en verdad es hermoso, y me gustaría pasar días en el mar — al ver el nombre del barco la mujer se quedó con curiosidad — ¿Por qué se llama Annie? — miro al hombre mientras lo abrazaba. Se llama así en honor a la mujer que amo — lo dijo sin tapujos — solo que estoy esperando que sea un poco más madura, y no preguntes más, quieres, es mi vida y no me gusta dar explicaciones, Constanzza, recuerda que tú y yo solo somos amantes ocasionales, además tú solo tienes relaciones con hombres para sacarles dinero — lo dijo en tono de burla. No he encontrado al hombre que me haga suspirar — beso al hombre profundamente, cuando termino de hacerlo — pero creo que ya lo encontré — dijo mirando al hombre con deseo y un sentimiento que An
Terminaron su viaje por la bahía, era bastante tarde cuando llegaron a recoger las maletas y pasaportes a la que sería su casa, solo las recogieron y salieron de manera inmediata, el jet de los Andollini, se encontraba en el hangar privado de estos dentro del aeropuerto JFK. Los dos abordaron al jet, era espacioso, el capitán ya se encontraba dentro de este, había tres sobrecargos. Bienvenidos, señores Andollini — hablo una de los sobrecargos, su uniforme era azul oscuro y en este tenía puesto el escudo de armas de los Andollini — sus mantas y zapatos para descansar se encuentran colocados en sus asientos, si la señora Andollini desea algo para comer o beber, no dude en pedirlo — hablo la joven mujer. Me podrías traer una taza de té y un sándwich, por favor, si tienes de pavo sería mejor —Anabella — tengo hambre — volteo y sonrió a Andollini, quien le sonrió — sé que es un viaje corto, pero no entiendo, ¿por qué salir a la media noche? — cuestiono la mujer a su esposo. Quiero que