¿acaso los sentimientos de su esposa seguían enterrados? — pensó con desesperación, el miraba con atención a su esposa, necesitaba decirle algo, pero ella aún se mantenía callada, pensando acerca de todo lo que había contado sobre Ethan. Dime Annie, ¿Qué sucedió entre ese noviazgo tuyo y el de él? —cuestiono Jean Carlo con algo de curiosidad. Como te dije era algo normal, un romance universitario, sin mayor trascendencia — ella se mostró tranquila — yo desde niña había estado enamorada de alguien, pero cuando cumplí los quince años de edad, sentí —se quedó completamente callada. ¿Qué sucedió en ese momento? — pregunto expectante el hombre — Tú lo debes de saber, te comenzaste a portar odioso y me tratabas muy mal, yo no entendía los motivos que tenías para tratarme así, entonces fue cuando decidí que no dejaría que me volvieras a hacer daño, y mucho menos volvería a tener sentimientos por ti —dijo ella. El hombre la escuchaba con los ojos muy abiertos, ¿le estaba confesando ella
el día comenzaba de manera tranquila, el hombre que respondía al nombre de Ethan Smith se levantaba, era el último día que viviría en ese departamento, para el fin de semana tendría en su poder cuatro millones de yenes. Ya le había llamado a su hermana para decirle que el pagaría su matrícula, que ya no se preocupara por todo eso, igual pagaría su estancia en los dormitorios la chica se encontraba feliz, y por supuesto que él también. Miro a su alrededor, no podía darse el lujo de renunciar al trabajo como asistente del fiscal, eso le traería más relaciones, y pode por ese motivo debía continuar ahí, con ese sueldo podría seguir manteniendo la fachada. Salió de su casa y se dirigió al metro, al llegar a su trabajo, el fiscal ya se encontraba ahí al parecer la oficina tenía buenas noticias, el fiscal había postulado para juez federal y las buenas nuevas era que había obtenido el puesto. ¿Qué sucede? — pregunto el hombre — veo que están tomando para celebrar — Si — hablo su compañe
Anabella recibió el mensaje de Ethan con una mirada aterrorizada y bastante molesta, ahora recordaba muchas cosas, el día en que él le fue infiel, la cara de él, su invitación a que se uniera a la cama con él y la que en ese momento ella consideraba una de sus mejores amigas. Ahora que sabía de esos videos tenía que avisarle a ella, a la mejor Ethan tenía videos u otras cosas de ella. Ahí se encontraba ella sentada recordando y viendo el número de celular de Johana, ella había sido su mejor amiga desde que ingresaron a Harvard, después Johana había asistido a la misma escuela de leyes que ella y el imbécil de Ethan. FLASH BACK No entiendo que le ves a Ethan Smith —dijo Johana con cara de repulsión — es un perdedor y hasta de deber la ropa que trae puesta — la chica se encontraba pintando sus uñas en la cafetería de la universidad. Es un buen chico además no quiero casarme con él — hablo Anabella — es para sacar las ganas y desfogarlas, así que no me importa su posición social — lo
Anabella miraba perdida en el comedor, su mente se encontraba en el pasado y en ocasiones en el presente, sabía que las señales siempre habían estado ahí, pero ella no las había visto, en cambio Jean Carlo se estaba comportando a la altura, que en esos días ya no había recibido llamadas de la odiosa de Constanzza Brassi, lo cual era un alivio, esa mujer era un lastre y lo peor que ella había conocido. Ethan se encontraba en la oficina del fiscal, en la cual muy pronto sería su oficina, el lugar era tranquilo, muy pronto tendría que elegir a nuevos abogados que trabajaran con él, eso lo haría muy fácil, jóvenes de la universidad de Harvard, iría a ofrecer trabajo a los del último año. En la oficina de Andollini, este se encontraba con uno de los investigadores privados, ya habían encontrado la dirección de Smith, y algunos hombres irían a saquear el departamento, solo tenían ordenes de sacar aparatos electrónicos y memorias que encontraran. El dinero que le había dado Andollini a Et
Anabella tomo su celular y se decidió por fin a enviarle el mensaje a Johana, le costaba mucho trabajo volver a hablar con ella, siempre la había considerado como su mejor amiga, bueno después de Jane y es que ella era más que su amiga su hermana, pero ahora no se enfocaba en eso. Las manos le temblaban de ansiedad, así que tomo el celular y busco el teléfono, no le enviaría mensaje, sino que le llamaría, eso se tenía que hablar en vivo, y de frente. El sonido de llamada comenzó y de pronto una voz femenina respondió desde el otro lado de la línea, quien respondía a la llamada era Johana, podía reconocer esa voz desde el otro lado del mundo. ¿Qué quieres de mí? — se escuchó la voz de Johana — yo no quiero hablar contigo,Anabella, ya deberías olvidar el pasado, ahora eres una mujer mucho más de lo que eras antes — la voz de Johana destilaba odio. No te hablo por gusto, Johana — la voz de Anabella se escuchó tranquila, pero un poco inflexible — es importante, es acerca de Ethan Smit
La mujer entro en el lujoso restaurante, no había podido contactar antes a Ethan, por las indicaciones del capitán de meseros, la mujer que ahora respondía por el nombre de Anabella Andollini Connor, o la señora Andollini como ellos la habían llamado ya se encontraba ahí en privado de lujo, esperando por su acompañante. Johana entro en el privado y ahí se encontraba Anabella ya sentada, como siempre vestida con ropa de marca y cara, pero ahora con un detalle en su mano izquierda, dos anillos que costaban el nuevo apartamento de Johana, y eso le provoco que sintiera una enorme envidia con respecto a la mujer. Pasa y siéntate — le dijo Anabella a Johana, la mujer miro a la que acaba de llegar, quien llevaba un traje de buena calidad, al parecer a Johana le había comenzado a ir bien en el lugar donde se encontraba trabajando, pero aun así se podía ver y sentir que le tenía una envidia bastante grande. Ya estoy aquí, dime que es lo que quieres,Anabella — le dijo Johana mientras se sent
Jean Carlo, ya había entregado la cantidad de dinero que había prometido, al parecer Ethan Smith se encontraba feliz, el hombre miraba a la persona que se encontraba chantajeándolo, contar el dinero con rapidez. Puedes confiar, Smith — Andollini hablo con mal humor — ya tienes el dinero espero que esta sea la última vez que nos veamos, e igual que ya no te acerques a mi esposa —lo dijo en tono amenazante. Creo que no sabes qué papel ahora desempeñare en la ciudad,Andollini — menciono Ethan — soy el nuevo fiscal de distrito y tengo poder, así que, si yo fuera tú, comenzaría a tener mucho cuidado con mis acciones — el hombre tomo el dinero y lo metió en la mochila — me encanto tener y hacer negocios contigo — Ethan se despidió con una sonrisa. Andollini se quedó de pie en su oficina, mirando como el hombre salía de la oficina; ahora tendría que andar con cuidado e igual muchos de sus trabajadores, que este hombre se convirtiera en el fiscal podía traerle muchos problemas a él y a los
Anabella llego a su casa, al parecer Jean Carlo no había llegado, la cita con Johana salió completamente mal, el té con su abuela fue igual de aburrido, tenía muchas cosas que hacer, pero se sentía bastante cansada, solamente necesitaba cerrar los ojos y dormitar un rato. Se recostó sobre la cama, necesitaba descansar y así que cerró los ojos, sin más se quedó profundamente dormida, en los sueños miraba muchas cosas, veía que Jean Carlo entraba y salía, miraba su boda y la pérdida de su bebé, aparecían los mensajes de Ethan y las burlas de la estúpida de Constanzza Brassi. El sueño era intranquilo, veía a su exmejor amiga Johana en la cama con su novio, necesitaba tranquilizarse, su inconsciente le decía que todo era un sueño, que muy pronto despertaría, así que las imágenes seguían entrando y saliendo, solo que la hacían sentir completamente incomodas. Jean Carlo, regreso de la tarde en el bar, miro su casa tenía algunas luces prendidas, el comedor se encontraba acomodado para la