C89- SONRISA MORTÍFERA.Odette caminaba con pasos lentos, la voz del sanador se repetía una y otra vez en su mente.«Odette, creo que estás esperando un hijo del Alfa…»El corazón le palpitaba con fuerza. Se llevó una mano al vientre, como si apenas ahora pudiera sentir la nueva vida que quizás latía dentro de ella. Sus dedos rozaron con suavidad la tela del vestido, y en ese gesto hubo un temblor... de esperanza, de miedo, de amor.—Hola, pequeño —murmuró apenas, con una dulzura temblorosa—. Estoy aquí… Mamá está aquí.Pero apenas dejó salir esas palabras, el miedo la golpeó con brutalidad. Su mirada se nubló, y su garganta se apretó. Pensó en sus últimos embarazos. En su pérdida desgarradora.¿Y si ese mismo destino la aguardaba?«Si no están destinados, los cachorros mueren…»Su pecho se alzó con dificultad, y los ojos se le llenaron de lágrimas contenidas. Pero no podía permitirse quebrarse. No ahora. No con esa posibilidad latiendo en su vientre.—No —susurró con firmeza, sacudi
C90- ESPERANZAS Y LA CRUEL OSCURIDAD DEL DOLOR.La noticia se esparció como un incendio. Odette estaba embarazada.Los susurros llenaron los pasillos del castillo, y uno a uno, los miembros de la manada se acercaban a Zayden para felicitarlo. Algunos lo hacían con una reverencia respetuosa, otros con una palmada en el hombro y sonrisas sinceras. Él respondía con un leve asentimiento, aún atrapado en una niebla de incredulidad, como si temiera que todo fuera un sueño.Pero no lo era. Odette. Su Luna. Su compañera. Estaba esperando un hijo suyo. Un cachorro.Y cada vez que lo pensaba, su pecho se llenaba de algo imposible de contener. Una mezcla de orgullo, felicidad desbordante y una ternura que ni siquiera sabía que existía dentro de él.«Tenemos que protegerla. A ella. Al cachorro.»La voz de su lobo rugía dentro de su mente, más dominante que nunca.—Claro que lo haremos —respondió Zayden, sonriendo para sí.«Y carne. Mucha carne. Pero no venado, quizás conejo o... pato. ¿Cuál es
C91- LO HARÍA POR AMOR.No fue hasta el amanecer cuando Noah regresó. Se había quedado en el bosque toda la noche y pensó en ella. Y aunque el vacío en su pecho seguía doliendo, había llegado a una conclusión: no se rendiría. No iba a dejar que ese fuera su final. Buscaría otras opiniones, otros sanadores en otras manadas. Haría lo que hiciera falta. Pero Willow y él iban a ser una familia. No iba a abandonar el sueño de tener un hogar con ella. No iba a abandonarla. Nunca.Cruzó la puerta con pasos lentos, el cuerpo exhausto, pero el corazón firme. Pero lo que vio al entrar le dio un vuelco al alma. Willow estaba de pie.—¡Willow! —corrió hacia ella con el ceño fruncido—. No deberías estar de pie, necesitas descansar.Ella giró lentamente la cabeza, sin sorpresa en los ojos. Estaba pálida. Demasiado. Los labios secos. El cabello revuelto.—Estoy bien —dijo con voz baja, sin emoción—. Es necesario.Noah frunció el ceño, confundido.—¿Qué es necesario?Ella no respondió de inmedia
C92- ¿NO QUIERES VERLOS CAER?La cascada rugía como una bestia viva, pero a Zayden le ofrecía calma. El agua helada le llegaba hasta la cintura, endureciendo sus músculos y templando sus pensamientos. Su lobo, siempre alerta, descansaba por fin en un silencio atento.Hasta que la sintió. Ni ramas rotas ni hojas crujientes. Solo el cambio en el aire. El olor. Zayden no giró la cabeza, pero sabía quién era. Ella, en cambio, estaba cansada de esperar.Desde su escondite entre los arbustos, Kendra observaba.«Esperé demasiado», pensó con rabia mientras se despojaba de la ropa. «Mientras yo me mantenía al margen, esa perra de Odette ganó. Se metió en su cama, en su vida. Se adueñó de lo que es mío por derecho». Ya no más.Respiró hondo, el agua la recibió como una cómplice, y avanzó hacia él.—No es sabio acercarse así a un lobo, Kendra. ¿Qué haces aquí?El silencio fue su respuesta. Luego, el chapoteo leve del agua al romperse por otro cuerpo. Su mandíbula se tensó y se dio la vuelta,
C93- LUNA DE SANGRE.La luna colgaba sobre la manada. Roja, inmensa, palpitante en el cielo oscuro. Parecía observar cada movimiento, cada respiración, cada secreto escondido en los corazones de quienes la integraban.El claro del bosque ardía con antorchas altas; la luz del fuego temblaba sobre los rostros de los lobos reunidos.El Festival de la Luna de Sangre había comenzado.Odette estaba de pie junto a Zayden, con una sonrisa y el rostro iluminado por la llama más cercana. A su lado, Zayden mantenía una sonrisa tensa, pero su mandíbula firme delataba lo que se esforzaba en esconder. Su corazón golpeaba con fuerza en su pecho, y un sudor frío bajaba por su nuca.Willow, unos metros más atrás, miraba sin realmente ver. Estaba rodeada por su gente, por su manada… y sin embargo, se sentía sola. Más sola que nunca. Y Noah, él, la buscaba con la mirada; cada minuto que pasaba se hundía más en ese silencio que ya no podía soportar.Entonces, un Viejo Lobo levantó ambos brazos, y todos c
C94- DOMINAR A UNA BESTIA.Odette caminaba con el corazón a punto de salírsele del pecho; cada paso la acercaba más a una verdad que no sabía si estaba lista para conocer.Atravesó el sendero con una vela en la mano.—Sigue el viento —había dicho—. Él te está esperando… aunque no quiera que lo veas.Odette no confiaba en ella.Pero había algo en sus ojos, una chispa de verdad que no pudo ignorar. Por eso siguió, siguió su corazón, mientras se adentraba en el bosque como si el propio destino tirara de sus pies.**Mientras tanto, bajo tierra, en la mazmorra húmeda, Zayden jadeaba con violencia, y su cuerpo ya no era completamente suyo.La bestia había salido.Sus ojos ahora brillaban con una furia salvaje, su iris completamente negro; ya no había rastro del hombre que una vez los había controlado. Las garras salían de sus manos, desgarrando el aire, y su piel estaba cubierta de pelos ásperos y oscuros, tensa, deformada, grotesca. Respiraba con dificultad, donde cada bocanada se mezclab
C95- NO VOY A HUIR.Odette nunca había estado tan cerca de la verdad.Allí, estaba él. Su compañero. No el Alfa fuerte que todos seguían. No el hombre que la miraba con fuego en los ojos y se contenía. No. Esta vez lo veía completo.La parte que él había intentado ocultar.La parte que lo aterraba tanto que prefirió encerrarse en el bosque, entre cadenas y oscuridad, antes que dejarla verlo así.Y ahora, ella lo entendía. Entendía el miedo. Entendía el silencio.Pero eso no borraba la punzada en su pecho.Porque él no confió en ella.La decepción la envolvió como una bruma amarga. Le dolía. Porque mientras ella había mostrado todas sus grietas, él había escondido las suyas. Y sin embargo, allí estaba. A pesar de todo. Porque no lo dejaría solo.No lo condenaría por tener una parte rota.Porque lo amaba. Incluso así.Especialmente así.Un rugido desgarró el aire, sacudiendo las paredes. Y las cadenas se tensaron; la bestia se revolvía, jadeando, garras, piel cubierta de pelo oscuro, oj
96- ELLA ERA SUYA.En la habitación, Rodrick estaba de pie, apoyado en una esquina con los brazos cruzados, sin apartar la vista de la puerta. No hablaba, no se movía, solo observaba.Kendra se había sentado en el filo del sofá, con la espalda recta y las piernas tensas. Tenía las manos entrelazadas, pero los dedos se movían sin parar. Le temblaban. Cada cierto tiempo tragaba saliva como si algo le quemara por dentro.Y Ursula, como siempre, era la única que parecía estar cómoda. Tenía una pierna cruzada sobre la otra, cuando la puerta se abrió con un chirrido seco.El padre de Kendra entró sin prisa y cerró la puerta con un golpe seco. No saludó, no miró a nadie en particular. Fue directo al grano.—¿La estúpida de Odette cayó en la trampa?Ursula soltó una risita suave, sin levantar la mirada. Se examinó una uña, ladeó la cabeza y habló.—Sí. Para este momento, Zayden debe estar destripándola.Rodrick sonrió y los ojos se le encendieron, literalmente. Brillaron con una chispa casi i