CAPÍTULO 3

- Definitivamente no puedo hacerlo - segundos después de expresar aquellas palabras Lucas unió sus labios con los de la mujer, ella contuvo la respiración, a labios que había anhelado sentir estaba besando los suyos, era un simple beso, prácticamente un roce de labios, pero fue suficiente para desbaratar las barreras de Alicia, el alcohol hizo lo suyo ella apoyo su cuerpo más al de él, sus pechos entran en contacto con el tórax de Lucas, el hombre rodeo la pequeña cintura de la mujer con sus tonificados brazos, pero segundos después Lucas se apartó y observó a la mujer con aquella intensa mirada que puede quemar a Alicia, su mirada ardiente estremeció a la mujer y él también se había percatado del deseo que brilla en los ojos verde de la rubia.

Entonces armandose de valor volvió a tomar con fuerza los labios de la mujer, aquellos labios carnosos que tienen sabor a vino, esta vez no fue un simple roce de labios inocentes, esta vez fue beso devorador, ella Gimió con fuerza y el hombre la apretó aún más a él, su lengua tomó el control explorandola, la mujer sentia un inmenso placer, la espalda de Alicia tocó el suelo Lucas se posicionó por encima de ella, las manos de él puestas en su cintura queman, Alicia se olvidó de donde estaba y con quien estaba, la venció el placer y el amor que albergaba por el hombre, Lucas acarició los pechos de la mujer con vehemencia las caricias eran muy íntimas, el hombre dejaba escapar gruñidos ante las caricias de sus expertas manos explorando el cuerpo de la mujer por encima de la tela, ya podía sentir la masculinidad rozando su parte íntima, aquel falo duro estremece aún más a la mujer, Alicia volvió a gemir y aquello fue el golpe que parece haber devuelto a Lucas a la realidad, el hombre se apartó de manera rápida de la mujer, la frialdad volvió a apoderarse del lugar, solo allí también Alicia volvió en si, la mujer se había quedado pálida al darse cuenta de lo que había ocurrido.

La culpa brillo en los ojos verdes de la rubia ante las sensaciones de su cuerpo, aun podía sentir las manos de Lucas recorriendo su cuerpo, la mujer se había puesto de pie.

- Lo lamento Lucas esto no debió ocurrir, fue la botella de vino y sucesos como este suelen ocurrir.

- Como si tu supieras de aquellos sucesos - Lucas se burló - estuvimos a punto de Follar, eres mi cuñada, eres la hermana de mi mujer, oh m****a, eso no suena nada bien, estuvimos cerca de tener sexo en el piso de la casa en que.

- Basta, fue un maldito error y si yo se o no de estos sucesos no tienen porque afectarte a ti, fue un error.

- No creo que haya sido un error te retorcias bajo mis caricias, el hielo se derritió bajo mis manos - Al momento en que Lucas Expuso aquellas palabras Alicia lo había abofeteado.

- Mejor Cállate ¿con que derecho tu me llamas hielo? Eres un imbécil no todos somos como tu que busca sexo todas las noches para tratar de calmar sus necesidades o quizás porque en realidad no sabes estar solo - Definitivamente mi hermana merecía alguien mejor que tu - la mujer no supo no que había dicho, ella estaba realmente enojada por la manera en que Lucas la llamo, él ni siquiera la conoce para venir a calificarla de esa manera y Lucas se percató de que se había expresado de manera exagerada, entonces se dio cuenta de que ella había cargado las cajas y salió de la Mansión.

El hombre se maldijo, cerró los ojos y estiro su cabello con fuerza - M*****a sea Alicia, como te digo que esto no fue un error que durante estos años había pecado deseándote, que estos años te imaginaba en mi cama, haciéndote mía.

El hombre se sentó en el sofá y enterró su rostro entre sus manos.

- Incluso te desee antes de que Alejandra se cruzara en mi camino, en mi Luna de miel en lo mas lejano de mis pensamientos estuviste tu, no paraba de imaginarme en la Oficina como seria tenerte debajo de mi cuerpo, dar riendas sueltas a la mujer que se esconde por debajo de los trajes que llevas puestos día a día.

entre tanto la mujer se había dirigido a su departamento ni bien la puerta se cerró ella se había dejado caer en el suelo, las lágrimas habían resbalado por su rostro esto era doloroso, perdió todo el control de sus emociones y Lucas estuvo cerca de intimar con ella, aquel aspectos que ella siempre había cuidado esta noche se desbarató, pero debía de mantenerse serena, pero antes de que pudiera pensar con claridad su teléfono había sonado, no quiso contestar, pero se resigno por el cansancio.

- Alicia, debemos de hablar- la voz de Lucas la sacó de su mundo desolado.

- Lucas no tenemos nada de que hablar - Fue la respuesta de la mujer - Definitiva Lucas no tenemos nada de que hablar - la mujer estaba dispuesta a terminar con la llamada, pero la voz de Lucas lo impidió.

- No termines con la llamada - Al momento en que el hombre expresó aquellas palabras la mujer de todas maneras había colgado.

Las lágrimas habían vuelto,  como podría mirarlo ahora, de seguro piensa que soy una cualquiera, aquellos fueron los pensamientos de la mujer, muy ajena a los pensamientos del hombre.

Ella acomodó las fotografías, el dolor de cabeza era intenso, aún todo lo ocurrido se reproduce en su mente, dejó escapar pequeños suspiros.

- Perdóname Alejandra no quise que esto fuera así - Alicia estaba desbastada, su mayor temor era mirar a la cara ahora al hombre y aquello la atormenta demasiado, Alicia había tomado la decisión de darse una ducha quizás así podrá eliminar la sensación de que las caricias del hombre quema su piel, como su intensa mirada la penetra.

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