Después de aquella comida Alicia se dirigió a su habitación, Alessandro también lo hizo, pero el hombre se sumergió en documentos y más documentos entonces la mujer había tomado la palabra de Alessandro y fue de compras de hecho tenia el resto de la tarde libre antes de abordar el crucero, no obstante no había usado la tarjeta de Alessandro, ella acostumbra a ser una chica independiente y aquello no va a cambiar. La mujer recorrió los centros Comerciales de los alrededores del Hotel, había encontrado las prendas necesarias y cuando llegó a la caja alguien más habló. - Pase los gastos de esta hermosa señorita a mi cuenta - Alicia no mostró ninguna emoción, pero ya había reconocido la voz de la persona que estaba a espaldas de ella, la cajera había dudado, pero iba a tomar la palabra del hombre. - No hace Falta señorita, cargue todo esto a mi cuenta - Alicia se dio la vuelta para enfrentar a la persona que estaba a espaldas de ella - Señor Morgan, no acostumbro a que paguen por mis g
- ¿Está bien? - Alicia se acercó a Alessandro el hombre se dio la vuelta para mirar a la mujer. - Si estoy bien o estoy mal no tiene nada que ver con usted - Responde Alessandro de muy mala gana logrando que Alicia se asustara, pero la mujer no era de dejarse aplastar por nadie aunque siempre sea callada y muy emotiva Alicia Santos también tenía un carácter dominante. - Ahora ni siquiera si se este muriendo no lo voy a ayudar, por mi puede arder en las llamas del fuego y aún así no voy a acercarme a usted - Alicia se dio la vuelta y lo dejo atrás. Alessandro tampoco dijo nada más simplemente se apartó más y fue hasta el sofá hasta que llegó la hora de abordar el crucero, su chófer le indico que ya estaban esperando por él, entonces Alessandro se acercó hasta la habitación en dónde Alicia estaba percatandose de que la rubia estaba dormida. - Bella Durmiente usted ha venido a trabajar y por tanto tiene obligaciones que cumplir - Expuso Alessandro, Alicia rodó los ojos y se puso de p
Alicia se quedó en silencio posteriormente Alessandro se alejó de ella, el Crucero ya estaba en movimiento, la mujer fue a elegir el vestido que usaría esta noche para la reunión con la Familia Casanova la rubia de ojos verdes optó por un vestido verde, que camina con el color de sus ojos, se acomodo el cabello se colocó unos aretes y un brazalete Alicia Santos en pocas oportunidades se arregla, pero cuando lo hace todos elogian su belleza, Alessandro también ya estaba listo, su pulcro traje negro le quedaba a la perfección el pañuelo hace combinación con el vestido de Alicia además traía puesto un pequeño arete que lo deja ver con un aura más peligroso, Alicia no oculta su sorpresa ante la presentación de su Jefe. - Vaya, estamos fusionados con la moda - Alessandro había sonreído - ¿Está lista señora Morgan? - pregunta el hombre, Alicia se acerca a ella ya Marlene estaba esperando por ellos por supuesto la morena quedó maravillada por la hermosura de su amiga, ella había sonreído or
Era media noche cuando la puerta de la habitación se abrió, Alessandro estaba de regreso, el lugar se encontraba completamente oscuro, el hombre frunció el ceño cuando encendió la pequeña lámpara de la habitación observó a Alicia dormida profundamente el hombre empezó a desvestirse cuando se preparo para dormir Alicia se percató de la presencia de Alessandro, la mujer se había puesto de pie inmediatamente, pero al estar prácticamente a oscuras había calculado mal sus movimientos y se había caído de la cama. Aquello ocasionó que Alessandro no pudiera contener la risa y encendió las luces en su totalidad viendo a Alicia en el piso. - ¿Qué demonios ha ocurrido contigo? - Pregunta el hombre aún con el rostro lleno de burla. - ¿No ha sido evidente? Estaba por abandonar su cama cuando me caí por no ver nada - Alicia se había fastidiado. - ¿Estás pensando dormir en el sofá? - Pregunta el Moreno. - Si señor, que tenga una buena noche - Alicia paso al lado de Alessandro, pero este la sost
Todos parecen mantener cierta distancia de Alessandro - Tomen asiento y conversemos - Expuso Alessandro claramente el será el que domine la situación. - Hermano, es un gusto que te volvamos a ver - Esta vez habló uno de los chicos. - Digo lo mismo ¿Han pedido algo? Ah, disculpen, ella es mi esposa - Alicia trago saliva mientras la madre de Alessandro se mostró sorprendida al igual que sus hermanos. - ¿Estás hablando con la verdad? - Pregunta la mujer aún consternada. - Madre, no acostumbro a hablar con mentiras ella es Alicia Morgan - Uno de los Guardaespaldas en ese momento habían apartado la silla para que Alessandro y Alicia tomarán asiento. - Bienvenida a la Familia querida, yo soy Grace Santoro madre de Alessandro - Entonces alli Alicia entiende de donde proviene el nombre de Alessandro, el hombre parece tener descendencia Italiana. - Mucho gusto señora - Responde Alicia con una pequeña sonrisa. - Ella es mi madre y ellos son mis hermanos menores, Marcus y Alfredo. - Much
- ¿No tenía que desayunar con los dueños del Casino de Arabia? - Pregunta Alicia que por atrevimiento al sentarse por encima de la alfombra había colocado su cabeza por encima de la rodilla doblada de Alessandro. - Ya lo he solucionado absolutamente todo - murmura el hombre con la voz muy baja. - ¿Se siente bien? - Alicia lo miraba fijamente. - Dijiste que incluso si el fuego estuviera consumiéndome no te preocuparía. - No puedo dejarlo en el abismo de aquello que estaba haciéndole daño. - Alicia, es muy complicado de entender - Alessandro se llevó la cabeza hacia atrás, antes de que Alessandro dijera algo se escuchó un murmuró afuera y la puerta se abrió con fuerza la figura de Marcelo contemplo la escena en dónde Alicia reposa su cabeza en el cuerpo de Alessandro el viejo había dejado ver una sonrisa peligrosa. - Tuviste suerte de que no te hayan bolado la cabeza con una bala - Alessandro se había puesto de pie, el hombre ayudo a la mujer a hacer lo mismo. - Soy tu abuelo el
Alessandro y Alicia se habían acomodado en un lugar privilegiado, allí donde las chicas ven a la mujer y sienten envidia de ella. — Deberías de ir al salón, es la fiesta - Expuso un hombre al cual Alessandro de inmediato se había levantado para saludar. — Arnaldo - Saluda el moreno. — Muchacho, siempre es un gusto verte, por lo que veo los rumores de que estás bien acompañado es verdad. - Claro, ella es mi esposa Alicia, Alicia él es un viejo amigo. — Hermosa Dama es un gusto conocerla, hombre deberías de ir al salón, lleva a tu esposa a disfrutar. — ¿Quieres ir? - Pregunta Alessandro, tal parece que para fingir a su jefe se le hace bastante bien. — Todo depende de ti - Fue la respuesta de la rubia. — Entonces no se diga más— con aquellas palabras fueron hasta el salón y allí había innumerables de personas, algunos están charlando, otros cantando y otros bebiendo, este parece ser otro lugar. — Miren quién ha llegado - Expuso Arnaldo y todos les prestó atención - el hombre que no nos
Sus miradas son intensas, el alcohol también quizás tiene su parte allí, entonces ella cierra los ojos ante una emoción palpitante Alessandro toma la decisión de acunar el rostro de Alicia entre la palma de sus manos lentamente sus labios se van acercando entonces las barreras se convierten en cenizas, cuando los fríos labios de Alessandro entran en contacto con los labios carnosos de Alicia, un beso lento, de esos inesperados que detienen el tiempo y aceleran los latidos, de aquellos que roban suspiros un beso que segundos a segundo se convierte en apasionado, Alessandro se aparta lentamente mientras que Alicia sonríe de manera avergonzada, el hombre entrelaza su mano con la de la mujer entonces se escucha la algarabía, posterior a aquel beso ellos deciden marcharse y volver a su respectiva habitación.— Lamento por eso, pero también esto hacen los esposos.— murmura Alessandro cuando la puerta se cerró, la pequeña mujer aún tenía el rostro sonrojado.— Si, lo entiendo - fue la respue