Alessandro y Alicia se habían acomodado en un lugar privilegiado, allí donde las chicas ven a la mujer y sienten envidia de ella. — Deberías de ir al salón, es la fiesta - Expuso un hombre al cual Alessandro de inmediato se había levantado para saludar. — Arnaldo - Saluda el moreno. — Muchacho, siempre es un gusto verte, por lo que veo los rumores de que estás bien acompañado es verdad. - Claro, ella es mi esposa Alicia, Alicia él es un viejo amigo. — Hermosa Dama es un gusto conocerla, hombre deberías de ir al salón, lleva a tu esposa a disfrutar. — ¿Quieres ir? - Pregunta Alessandro, tal parece que para fingir a su jefe se le hace bastante bien. — Todo depende de ti - Fue la respuesta de la rubia. — Entonces no se diga más— con aquellas palabras fueron hasta el salón y allí había innumerables de personas, algunos están charlando, otros cantando y otros bebiendo, este parece ser otro lugar. — Miren quién ha llegado - Expuso Arnaldo y todos les prestó atención - el hombre que no nos
Sus miradas son intensas, el alcohol también quizás tiene su parte allí, entonces ella cierra los ojos ante una emoción palpitante Alessandro toma la decisión de acunar el rostro de Alicia entre la palma de sus manos lentamente sus labios se van acercando entonces las barreras se convierten en cenizas, cuando los fríos labios de Alessandro entran en contacto con los labios carnosos de Alicia, un beso lento, de esos inesperados que detienen el tiempo y aceleran los latidos, de aquellos que roban suspiros un beso que segundos a segundo se convierte en apasionado, Alessandro se aparta lentamente mientras que Alicia sonríe de manera avergonzada, el hombre entrelaza su mano con la de la mujer entonces se escucha la algarabía, posterior a aquel beso ellos deciden marcharse y volver a su respectiva habitación.— Lamento por eso, pero también esto hacen los esposos.— murmura Alessandro cuando la puerta se cerró, la pequeña mujer aún tenía el rostro sonrojado.— Si, lo entiendo - fue la respue
— El horario de Oficina ha acabado señor Presidente - Expone Lucas mientras se da la vuelta.— Si, no obstante el tema que usted está tocando está fuera de Lugar - Ataca Alessandro - la señorita Montero tiene un asunto que tratar conmigo, es un asunto bastante profesional se viene conmigo, así que si nos disculpan se nos está haciendo tarde.— Con permiso señor Arango - Alicia toma su pequeña maleta y su cartera, pero Lucas no iba a rendirse así que al pasar al lado de él, la toma del brazo.— Cuando termines la Reunión voy a pasar por ti - Aquella solicitud de Lucas no obtuvo contestación, puesto que Alicia se zafa del agarre masculino y se va en compañía de Alessandro, lo único que Lucas puede hacer es observar sus espaldas alejándose.La Ferrari de Alessandro ya estaba esperando por ellos la mujer deja escapar un pequeño suspiro sabe lo que ocurrirá después, aquí van a dejar en claro las pautas del contrato, las avenidas Londinenses les da la bienvenida, hasta que Belgravia queda an
— ¿Quieres cenar? - Pregunta Alessandro dirigiéndose a la barra de Bebidas.— No, estoy cansada ¿Dónde puedo pedir un taxi? Es que después del viaje definitivamente extraño mi departamento.— ¿Taxi? Señorita Santos Montero, no va a pedir ningún taxi, yo la traje y yo la llevo - Alicia había sonreído la mención de ambos apellidos tanto de su madre y de su padre generan una rara sensación en ella.— No quiero ser una molestia, además usted también está cansado.— Alicia, no olvides que estaremos casados y aunque sea solo un contrato no importa es un matrimonio - Alicia asintió con la cabeza ahora mismo no estaba para discutir posteriormente el vehículo de Alessandro salió de la Residencia, Lucas por su parte estaba muy molesto marcó el número de Alicia, pero le dio apagado el hombre golpeó el volante con los puños, cuando los vio salir volvió a seguirlos esperaría que Alessandro la deje en su Departamento y él se acercaría a ella.— Nos vemos mañana - Expuso Alessandro deteniendo el and
Cuando el sol ya empezaba a alumbrar las primeras horas del día siguiente Alicia abrió los ojos sentía una pequeña opresión más allá de saber que solo era un contrato sentía muchos nervios salió de la cama y unos minutos más tarde ella ya estaba lista toma una taza de café y va en busca de su vehículo antes que nada iría a presentar su renuncia en FUEGO ENTERPRISE cuando ella llegó aún no estaba casi nadie, pero se percató de que estaban preparando una oficina.— Alicia - Marlene ya estaba en la Empresa.— ¿Quién vendrá? - Pregunta la rubia.— Uno de los accionistas - Alicia de inmediato había sospechado de que se trataba de Marcelo Morgan.— ¿Marcelo Morgan? - Pregunta la rubia.— Sí, el abuelo del CEO es accionista mayoritario y desde hoy volverá a la Empresa, ¿qué haces tan temprano aquí?— Vengo a presentar mi renuncia, volveré a levantar la Empresa Constructora de mis padres y sabrás qué.— ¿Me llevas contigo? - Marlene había sonreído.— No, voy a necesitar de ti en esta Empresa
Alessandro al cerrar la puerta de su Oficina había observado el anillo que tenía en su dedo entonces sacó todo el informe de la Empresa - ¿Valdrá la pena esto? - el hombre cerró los ojos entonces su abogado le hace llegar el trato ya firmado, 1 año de Matrimonio de Conveniencia, el contrato es irreversible ninguno de los dos puede terminar con ella, en eso su teléfono había sonado y al ver el identificador supo de quién se trataba. — Ava - murmura el hombre con la voz baja.— Lo he dejado Alessandro, dejé a mi prometido por ti, estoy dispuesta a casarme contigo - Lo expresado por la mujer dejó en total silencio al hombre por unos segundos.— Ava, eso que estás diciendo - Pero antes de que Alessandro dijera algo más, la mujer de nombre Ava había vuelto a hablar.— Estoy en Londres, acabo de llegar ven a buscarme Alessandro.— ¿En dónde estás? - El hombre se había puesto de pie.— En el aeropuerto - Alessandro se masajeó la frente antes de hablar.— Enviaré a alguien por ti, mi Empresa
— Puedes dejarme hablar - expresa el hombre y la tonada que había empleado no le agrada a la mujer que realiza una mueca - recuerdo perfectamente haberte dicho que lo dejaras todo si me amabas, te pedí que te casaras conmigo para demostrarte que yo si te amaba, pero que hiciste tú, me ocultaste que estabas comprometida que estabas por casarte, te pedí que vinieras conmigo, te pedí matrimonio te jure que iba a protegerte iba a asumir las consecuencias que trajera consigo nuestra unión, pero ¿qué hiciste? - Alessandro se veía aterrador - responde, dime que hiciste Ava, me dijiste no puedo hacerlo, no puedo ser la decepción de mis padres y yo como hombre acepte aquel destino.— Nada más lo hice para que yo pudiera coger tiempo para hacer esto - responde la mujer con lágrimas en los ojos.— Yo no te he pedido hacer esto Ava, no de esta manera y no ahora, tenía que ser tiempo atrás, además ni siquiera me lo ibas a decir yo lo descubrí porque aquel era la manera del cual que tenía que entera
— ¿Qué demonios haces tú aquí? - Alessandro se había puesto de pie prendiendo los botones de su camisa, mientras que Alicia tenía el rostro colorado.— Te he informado acerca de mi regreso, llevo 7 días aquí, pero antes quise recorrer Inglaterra ya después me han informado de que estabas en Arabia ¿por qué estás tan avergonzada? Ambos tienen el anillo de Matrimonio iguales - La morena realizo una mueca mientras observa a Alicia.— Alicia, ella es Lorena Morgan, mi hermana, Lorena, ella es Alicia, mi esposa.— ¿Por qué no me dijiste que estabas casado? Chica, eres hermosa y digna de ser esposa de un Galán como Alessandro - La morena había sonreído, aunque era consciente de que Alicia estaba muriéndose en el abismo de la vergüenza - ¿Me prestas uno de tus vehículos? Ya me cansé de andar en taxi, dame una llave y los dejo terminar, eso sí, yo seré la madrina del primer Heredero.— Lorena ¿Quién te ha puesto cuerdas para hablar? - Pregunta Alessandro, pero no hizo nada para que su hermana