Chicas, estoy haciendo un huequito para el maratón. Gracias por leerme.
EL DESAFÍO DEL DESTINO. Lorcan sentía cómo la furia ardía dentro de él mientras observaba a la hija del alfa Silver junto a su padre. Ella le dirigió una sonrisa tímida, fingiendo ser reservada, pero Lorcan no le prestó atención. En cambio, clavó una mirada severa en su padre y le pidió hablar en privado. ―Padre, necesito hablar contigo en privado. Es importante. ―¿Ni siquiera vas a saludar? ―lo reprendió el alfa ―¿Así es como te he enseñado? Pero antes de que Lorcan pudiera siquiera abrir la boca, la chica intervino. ― Me encantaría conocer la manada. El alfa Brutus sonrió complacido y le dijo a la hija del alfa Silver que su prometido, Lorcan, se encargaría de acompañarla. ―Por supuesto, por supuesto ―el viejo alfa sonrió y palmeó el hombro de su hijo ―Aquí tu prometido te acompañará. Los ojos de la chica brillaron. Desde que viera a Lorcan hace seis años, le gustó y cuando su padre le dijo que se haría una alianza que incluía su unión con el beta, ella no se opuso. Tanto as
ALFA RAGNAR Lorcan y Cassian se encontraban frente a la puerta de la habitación de Ivar. El aire estaba cargado de tensión mientras se preparaban para confrontarlo sobre el reciente ataque que había sufrido su manada. Todos sabían que necesitaban respuestas urgentes. Lorcan golpeó suavemente la puerta y esperó a que Ivar les permitiera entrar. El alfa los recibió con una mirada seria. ―Me alegra que ya estés despierto ―Cassian fue el primero en hablar y también en dar un paso ―Te preguntaras que estamos haciendo aquí, ¿verdad? Ivar simplemente asintió. Mientras Daphne tenía el corazón en la garganta. El beta siguió a su alfa, pero sin quitarle los ojos de encima a la delta. ―Necesitamos saber quién fue el responsable del ataque ―dijo Lorcan con determinación. Ivar suspiró y los invitó a sentarse. Los dos lobos se sentaron alrededor de la cama e Ivar comenzó a contarles lo que sabía. ―Fueron miembros de la manada de salvajes, liderados por Ragnar ―reveló Ivar con pesar en su voz ―
VERDADES DOLOROSAS Y PLANES OSCUROS. Esa noche, Daphne decidió salir al jardín de la casa de su padre para encontrar un poco de paz. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando Lorcan apareció de manera imprevista. Los nervios se apoderaron de ella y le pidió que se marchara, pero el beta se negó rotundamente. ―¿Hasta cuándo piensas seguir ocultando la verdad, Daphne ―pregunto Lorcan con voz firme ―¿Hasta cuando piensas mantener este juego? Daphne lo miró aterrorizada y preguntó con temor: ― ¿Cuál verdad? Lorcan dio un paso amenazante hacia ella y dejó salir toda la impotencia que había estado acumulando desde que salió de la habitación de Ivar. ― Leah es mi hija, Daphne. ― declaró Lorcan con determinación. ― Tengo todo el derecho de llamarla papá, no a Ivar. Tengo todo el derecho a que ella esté conmigo, ¡no con él! Daphne se apartó, sintiéndose abrumada, por el enojo de Lorcan, ella podía entender su rabia, pero tampoco podía poner en riesgo a su hija, no podía re
EL YA LO SABE. Había pasado una semana e Ivar ya estaba completamente recuperado. Su herida se había sanado por completo y podía ponerse de pie nuevamente. Daphne y Leah estaban felices de verlo recuperado y juntos como familia. Esa mañana, Daphne le llevó el desayuno a la cama, instándolo a comer lo suficiente para recuperar fuerzas. Ivar le agradeció por estar pendiente de él, pero notó la mirada triste en los ojos. ―¿Sucede algo? ―¿Eh? ¿A qué te refieres? ―pregunto ella tratando de disimular. No había tenido un día de tranquilidad después de que Lorcan le diera el ultimátum. ―Tus ojos… ―Ivar tomó su mano y la jalo para que se sentara junto a él, luego la acarició lentamente ―… Ya no brillan como antes. Daphne sonrió un poco, si de algo estaba agradecida, era de la ternura que Ivar le había demostrado desde que se convirtiera en su compañera. ―Estoy bien, son ideas tuyas. ―No me mientas, Daph. Algo te pasa, te conozco ―el alfa agarró un mechón de su cabello y jugó con él. ―¿Es
CONFRONTACIÓN. ―Quiero exigirte que dejes en paz a Lorcan. Ahora soy su prometida y no permitiré que te entrometas en nuestra unión. ―Irene le dijo con arrogancia. Si lo que esperaba era que Daphne se mostrara temerosa, se equivocó, en cambio, le dio una mirada indiferente y respondió. ―Puedes estar tranquila, Irene. Lorcan y yo somos cosa del pasado. Les deseo una feliz unión eterna. Irene se echó a reír cuando la escuchó, alzó una ceja y se burló. ―Deberías practicar más tu actuación, a leguas se te nota que te estás muriendo por dentro. Daphne dio un paso hacia ella y la miró a los ojos. ―Mantente lejos de mí, Irene. La delta pasó a su lado decidida a ignorarla e ir en busca de Ivar. ―Ah, y también mantén lejos a tu bastarda. Acabo de verla jugando con Lorcan cerca del bosque. Daphne se detuvo en seco y se giró con la mirada cargada de rabia. ―¿Qué dijiste? Irene se echó a reír con suficiencia. ―Lo que escuchaste, mantén lejos de mi hombre a tu bastarda. No creas que va
CONFRONTACIÓN (II)―¡¿Qué diablos está pasando aquí?! ¡Ivar, cómo pudiste engañar a Daphne de esta manera!Al descubrir a Ivar y Estéfano juntos, su corazón se llenó de ira. Lorcan dio un paso adelante, dispuesto a golpear a Ivar, pero el alfa lo detuvo.―Lorcan, no es lo que parece. Te lo aseguro.― ¿Ah, no? ―se burló ― Entonces, ¿qué es lo que acabo de presenciar?―Es cierto, Estéfano y yo tenemos una relación, pero nunca he engañado a Daphne. Te lo juro.Lorcan estaba confundido.―No entiendo a qué te refieres. ¿Qué estás tratando de decir?Ivar miró a Estéfano y supo que tenía que tomar una decisión y elegir con quién quedarse. A pesar de que quería a Daphne como una amiga, amaba a Estéfano y decidió elegir su felicidad.―Ivar, cuéntame la verdad. ―Lorcan lo instó ― ¿Qué hay realmente entre tú y Daphne?El alfa se mordió el labio y suspiró.―Nuestra unión es falsa. Me siento atraído por los lobos y nunca he tenido contacto íntimo con Daphne desde que nos unimos hace seis años. Mi p
CELEBRACIÓN DEL COMPROMISO. ―¡Con un demonio! Tenía que haberme dado cuenta de que Harald se traía algo entre manos ―el padre de Daphne estaba hecho una furia ―Se guardó muy bien el secreto de que su hijo es un marica. La manera en como su padre se expresaba de Ivar molesto a Daphne, había tenido que decirle la verdad, puesto que Ivar se había marchado a la manada de su primo junto con Estéfano. Tal como lo había prometido hablo con Leah, quien aparentemente no se tomó nada bien la noticia. Daphne sentía que su vida era un completo caos y anhelaba tener un poco de paz. ―Papá, no le digas así. Que le gusten los lobos no tiene nada de malo, ¿Por qué tienes que ser tan despectivo? ―¡Ja! ―resoplo Darius ―No le veo lo honorable a la situación. Un alfa debe tener a su luna, no a un beta que ni siquiera pueda darle descendencia. El delta apretó la mano en un puño y golpeó severamente la superficie de su escritorio. ―Debí haberlo intuido ―murmuro ―Te aceptaron demasiado rápido, y ahora q
CELEBRACIÓN DEL COMPROMISO (II) Leah se levantó temprano y salió al patio a jugar. Allí se encontró con Rowan, el hijo de Cassian, con quien ha entablado una gran amistad, el hijo del alfa, notó la tristeza en el rostro de Leah y le preguntó qué le pasaba. ―¡Hola, Leah! ¿Qué te pasa? Te veo triste. La niña bajó la cabeza y dijo. ―Estoy triste porque mi papá se fue. Rowan, miró a Leah por un momento y de repente sus cejas se crisparon. ―Si se fue, debe ser un mal papá, ¿no? ― ¡No es cierto! Mi papá Ivar es bueno. ―la chiquilla se apresuró a sacarlo de su error. ―¿Entonces por qué se fue? ―Rowan estaba un poco confundido ―Si es bueno como dices, debió irse. ―Es que… ―la niña jugó con una hoja de amaranto que estaba en el suelo ―… tenía que resolver unos asuntos. Pero… también descubrí que tengo dos papás. Ahora Rowan estaba confundido. ―¿Dos papas? A ver, explícame. ¿Cómo puedes tener dos padres? ――Sí, mi madre me dijo que tenía dos papás y uno que es papa Ivar y el otro