Nos falta el epilogo y las escenas extras.
PEQUEÑO GUERRERO (EPÍLOGO)En la calidez de la habitación adornada con flores silvestres y ramas de eucalipto, Braelyn se encontraba rodeada por las Omegas de la manada, quienes murmuraban palabras de aliento y ajustaban los últimos detalles de su atuendo. La luz del atardecer se colaba por la ventana, bañando la habitación en tonos dorados y rojizos, como si el mismo cielo participara en la preparación. Braelyn, con la mano posada suavemente sobre su vientre redondeado, sentía las mariposas de la anticipación revoloteando en su estómago. El pequeño ser dentro de ella parecía danzar al ritmo de su nerviosismo, pateando y girando con una energía que solo podía ser interpretada como alegría. Con cada movimiento, ella sonreía más ampliamente, susurrando palabras de amor y calma que solo su futuro hijo podía escuchar.Una de las Omegas, una loba de mirada tierna y manos hábiles se acercó y le colocó un delicado tocado de flores en el cabello.―Está lista, luna ―le dijo con una sonrisa tra
ESCENA EXTRA (UNA NUEVA VIDA)El sol se deslizaba hacia el horizonte, su luz desvaneciéndose en un abrazo cálido que parecía querer detener el tiempo. Sebastián y Callum, dos amigos de alma contemplaban el atardecer, sus siluetas recortadas contra el cielo ardiente que prometía el fin de un capítulo y el inicio de otro.Callum rompió el silencio primero, con una voz que llevaba el peso de mil memorias.―¿Recuerdas cuando nos conocimos? El mundo parecía tan grande, tan imposible…Sebastián sonrió, su mirada perdida en el ocaso.―Y ahora míranos. El mundo sigue siendo grande, pero lo imposible… eso lo hicimos posible.Callum asintió, pero la incertidumbre teñía su tono. Sebastián se volvió hacia su amigo, su semblante sereno pero sus ojos revelando una profundidad de emoción.―He encontrado la felicidad, Callum, ―comenzó, su voz tranquila, pero llena de convicción. ―Sin embargo, hay algo que falta… y es que no estaré completo hasta que tú también la encuentres.El Beta exhaló un suspiro
ESCENA EXTRA (UN FUTURO LLENO DE PROMESAS)La habitación estaba bañada en la suave luz de la luna, las sombras danzaban suavemente sobre las paredes adornadas con imágenes de bosques y montañas. En una cuna de madera tallada, un bebé de ojos curiosos miraba hacia arriba, hacia su madre, Braelyn, cuyos ojos grises destellaban con una mezcla de amor infinito y la melancolía de antiguas memorias, acariciaba suavemente la cabeza de su hijo, sus dedos deslizándose por los suaves mechones de cabello negro igual al de su padre. Con una voz que llevaba el peso y la calidez de generaciones, comenzó a cantar.―"En las noches, cuando la luna se alza alta, y las estrellas te susurran su luz, mi amor, mi pequeño, aquí estaré, tejiendo sueños en el cielo nocturno…"La canción flotaba en el aire, una melodía que parecía más antigua que el tiempo mismo, llena de palabras de poder y amor. Sebastián, quien había estado apoyado en el marco de la puerta, observando la escena, no pudo resistirse a unirse.
ESCENA EXTRA (UN NUEVO DESTINO) Tobías se detuvo ante la puerta de la casa de citas, su expresión era un cuadro de dudas y necesidades no resueltas. Sabía que entrar allí podría aliviar la tensión que sentía. Su lobo interior estaba tranquilo, pero eso no significaba que no anhelara la conexión más carnal. Con una decisión repentina, empujó la puerta y entró. El recuerdo de Sebastián mencionando este lugar le arrancó una risa breve, y la imagen de la sorpresa de Braelyn aún le calentaba el pecho. Apenas había dado unos pasos dentro cuando varias lobas Omegas se le acercaron, cada una más dispuesta que la anterior. A pesar de probar su suerte, su lobo interior permanecía indiferente. Con una sonrisa educada, pero distante, las despidió, provocando algunos pucheros desilusionados. Se acomodó en una mesa y soltó un suspiro. «Otra búsqueda infructuosa» se dijo. Fue entonces cuando una voz lo sacó de sus cavilaciones. ―¿Desea algo? ―levantó la vista hacia la fuente de esa voz y se enco
VALIENTES ALFAS. La luna, en su apogeo, derramaba su luz benevolente sobre el claro del bosque, un santuario natural donde todos se había congregado para celebrar el último viaje que, aunque llegaba a su fin, marcaba el comienzo de algo aún más hermoso. La noche estaba en calma, y el mundo parecía contener la respiración en honor a su reunión. Cassian y Aylin estaban juntos, sus pelajes oscuros y plateados entrelazados, reflejando la luz de la luna. Ellos, que habían perdido la fe en el amor, ahora se miraban con ojos llenos de una devoción inquebrantable. Su amor era un testimonio de que incluso las almas más heridas podían encontrar sanación en la aceptación y la ternura. Lorcan y Daphne se sentaban uno al lado del otro, sus colas rozándose suavemente. Ellos habían aprendido que el corazón podía renacer de sus cenizas, que una segunda oportunidad no era solo un sueño. Su unión simbolizaba la promesa de que cada día traería una nueva oportunidad para crecer juntos. Leandro e Irene
PROLOGO.Aylin,escondida en el mundo humano ya durante 4 años, terminaba de recoger las cosasde su clase de ballet, ya eran casi las seis, era tiempo de volver a casa, elpequeño Rowan, su hijo de cuatro años, la esperaba.No podíadejar al niño solo demasiado tiempo porque los rasgos de cachorro del niño ibanapareciendo poco a poco, tenía orejas de lobo y un poco de colmillos. En el casode que niño tuvo hambre y salió a hurtadillas, segura que asusto a los vecinos.Estaba apunto de darse la vuelta para agarrar su bolso cuando cinco hombres de aspectointimidante atravesaron la puerta. Ella se giró y sus ojos se abrieron contemor y sorpresa cuando vio sus rostros.― ¿BetaLorcan? ¿Qué haces aquí??El hombrele dio una sonrisa fría y sus ojos se entrecerraron.―Hola,Aylin, que bueno volver a verte.Ella se estremeciópor completo, porque este hombre era el beta de confianza del Alfa Rey CassianBlackwood, y que Beta Lorcan estuviera allí, solo significaba una cosa, y eraque de
SU TRAICIÓN CUATRO AÑOS ANTES... En el verano abrasador, los árboles de eucalipto inundan el camino con su aroma. Aylin Fox regresaba a casa. Esta vez se quedaría definitivamente con la manada, sus estudios en el área de administración en el mundo humano habían terminado y pronto cumpliría veinte años y finalmente tomaría su lugar como pareja del alfa, Logan Blackwood. Hoy quería sorprenderlo, es por eso, que no le dijo con anticipación que llegaría, y tampoco a su padre, el guerrero beta Rowan Fox. ― ¡Por fin! ―exclamo con los ojos emocionados. Abrió la puerta y casi corrió a la habitación de su novio, después de que entró descubrió que no había nadie en la sala. Estaba un poco desconcertada, sabía que hoy Logan no trabajaría. «¿Por qué no estaba en casa? ¿Es posible que saliera con Jason?» Un poco desanimada, arrojó la maleta y se acostó en el sofá, sacó su teléfono pensando en llamarlo, pero luego cambió de opinión creyendo que quizás estaría ocupado en alguna reunión con
UN LLAMADO DE AUXILIO ―Bien, entonces empezaremos cuanto antes ―Cassian extendió su mano y estrecho no tan fuerte la del hombre frente a él. Se trataba de los nuevos socios de su empresa, una trasnacional petrolera. No podía estar más satisfecho, esta cooperación significaría un gran avance para su gente. En específico su manada, los cazadores de la luna. En realidad, Cassian Blackwood era un hombre lobo, un descendiente de sangre alfa y un exitoso hombre de negocios. Su estadía auto impuesta en el mundo humano fue una decisión tomada hace mucho tiempo, primero porque le ayudaría a su hermano y segundo, porque era la única manera de escapar a su dolor. Aunque ya habia pasado suficiente tiempo, para Cassian era como si hubiera sido ayer, cuando recibió la peor noticia de su vida. Su pareja y su hijo por nacer habían muerto trágicamente en un incendio, todos dijeron que habia sido un accidente, pero en su interior sabía que no era así. Según el, habia sido premeditado, pero sin prue