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CELEBRACIÓN DEL COMPROMISO (II) Leah se levantó temprano y salió al patio a jugar. Allí se encontró con Rowan, el hijo de Cassian, con quien ha entablado una gran amistad, el hijo del alfa, notó la tristeza en el rostro de Leah y le preguntó qué le pasaba. ―¡Hola, Leah! ¿Qué te pasa? Te veo triste. La niña bajó la cabeza y dijo. ―Estoy triste porque mi papá se fue. Rowan, miró a Leah por un momento y de repente sus cejas se crisparon. ―Si se fue, debe ser un mal papá, ¿no? ― ¡No es cierto! Mi papá Ivar es bueno. ―la chiquilla se apresuró a sacarlo de su error. ―¿Entonces por qué se fue? ―Rowan estaba un poco confundido ―Si es bueno como dices, debió irse. ―Es que… ―la niña jugó con una hoja de amaranto que estaba en el suelo ―… tenía que resolver unos asuntos. Pero… también descubrí que tengo dos papás. Ahora Rowan estaba confundido. ―¿Dos papas? A ver, explícame. ¿Cómo puedes tener dos padres? ――Sí, mi madre me dijo que tenía dos papás y uno que es papa Ivar y el otro
FIESTA DE COMPROMISO. ―Señorita, su baño está listo. ―informo la omega a Irene. Le dio una mirada despreciativa y le preguntó con un poco de hostilidad. ―¿Colocaste mis sales? ―Sí, mi señora. ―¿Y mi jabón especial? ―Sí, señora. ―Perfecto ―sonrió y luego ordenó tajante ―Ahora largo, quiero disfrutar de mi baño. La omega asintió en silencio y se retiró. En la soledad de su habitación, Irene comenzó a desvestirse y pronto estaba envuelta en una bata. Miro el vestido que usaría en su fiesta de compromiso y sonrió. Finalmente, por lo que había estado esperando sería un hecho, Lorcan la tomaría como su compañera. Y aunque no la había buscado desde el incidente con Daphne, a Irene no le importo, lo único que quería era ser la única mujer en la vida de Lorcan. Camino hacia el baño y miro la bañera llena de agua y burbujas. Se abrió la bata y la dejó caer a sus pies, su piel blanca e impoluta brillo baja la tenue luz de las antorchas. Subió los escalones lentamente e introdujo uno de
SELLAR SU DESTINO. En el momento en el que Irene apareció en el salón de la gran casa Alerón, todos comenzaron a susurrar. Ella clavó sus uñas en su palma y sonrió como si no pasara nada. Rowan y Leah que la miran desde abajo, no pueden contener sus risas. ―Shh, no te rías tan fuerte. Si no descubrirán que fui yo. Leah asintió y trató de ponerse seria. ―Es que se ve rara ―hablo entre pequeñas risas ―Aun cuando tiene maquillaje aún puedo ver sus ronchas. Rowan hizo un gesto de arrogancia. ―Eso le enseñará a no ser una lagartona. ―luego torció los labios y le dijo a su amiga ―Lo malo es que tendrá que irse con nosotros. ―¿Por qué? ―Porque se convertirá en la compañera de mi tío Lorcan ―los ojos de Rowan se llenaron de decepción ―Incluso mis padres no la quieren. Leah se acercó a su amigo y lo abrazó. ―No estés triste, ¿Qué tal si le pedimos a la diosa que no los una? Rowan asintió de inmediato y cerró los ojos al igual que su amiga. En ese preciso momento, llego Lorcan, y todo
UN NUEVO CAMINO. La tensión en el salón, era palpable cuando Lorcan tomó a Daphne como su compañera delante de todos, humillando a Irene en el proceso. El padre de Lorcan, Brutus, también estaba furioso y se acercó a su hijo para reclamarle. ―¡Lorcan! ¡¿Has perdido la razón?! Rechazar a Irene, una loba beta honorable y comprometida, y tomar a Daphne, una… ―sus ojos se clavaron en ella con amenaza ―… Una delta que nos ha engañado a todos. Lorcan se mostró sereno; sin embargo, en sus ojos había determinación. ― Padre, entiendo tu furia y decepción, pero mi corazón me guió hacia mi única y verdadera compañera. Y sobre sus acciones pasadas, déjame decirte que creo en su redención. Al viejo alfa se le iba a explotar la bilis. ―¡Redención! No puedo creer que estés dispuesto a confiar en alguien que te traicionó sin compasión. Irene era la elección correcta, una compañera leal y confiable para ti y ¡para nuestra manada! El beta se alzó de hombros. ―Si tanto la quieres hacer parte de e
SEIS AÑOS SOÑÁNDOTE (+18) La pequeña, Leah, aceptó quedarse a regañadientes en casa del abuelo Darius. Lorcan tardó en convencerla de que al día siguiente pasaría el día con ella y le explicaría todo, pero que ahora, papá y mamá tenían algunos asuntos que atender. Daphne tenía la cara como un tomate y aunque dio pequeñas miradas suplicantes, el beta se negó a perderse su noche de apareamiento. Después de despedirse de Leah, Lorcan llevó a Daphne a un lugar especial. El beta guio a Daphne, hacia una cueva oculta en lo profundo del bosque. El sendero estaba iluminado por luciérnagas que destellaban suavemente, creando un ambiente mágico. Al llegar a la entrada de la cueva, Lorcan emitió un suave aullido, desencadenando una cascada de flores que caían desde el techo. Al entrar, Daphne quedó maravillada al ver la cueva decorada con pétalos de rosas y velas que producían una suave luz dorada. ―Esto… esto es… ―sus ojos brillaron emocionados ―… es hermoso, Lorcan. El beta estaba orgullo
LA VERDAD HACE SEIS AÑOS. Cuando Daphne abrió sus ojos, un par de orbes color avellana, acompañados de una sonrisa, la miraban con adoración. ―Buenos días, mi luna. ―dijo Lorcan mientras acariciaba su mejilla. La noche había sido larga y placentera, apenas y habían dormido unas horas, el beta no le dio tregua a la delta y por supuesto, a ella no le molesto. ―Buenos… mi amor ―respondió Daphne con una sonrisa. Lorcan correspondió su sonrisa con un suave beso, tomó su mano y se la llevó a los labios, buscando la manera de iniciar la conversación, ahora estaban formalmente unidos, tal como debió ser hace seis años. Sin embargo, Lorcan no había dejado de pensar que ella le ocultaba algo y hoy estaba decidido a descubrirlo. ―Daph… ―murmuro cautelosamente ―… ¿Sabes que puedes confiar en mi verdad? Y qué pase lo que pase… ahora estamos juntos. ―Lorcan se sentó y la miro a los ojos ―Se que estás ocultándome algo, mi instinto de lobo no se equivoca. ―el tomo su mano y la jalo suavemente ha
EL ALFA SOY YO. Lorcan, lleno de rabia, fue a confrontar a su padre. La tensión en la habitación es palpable mientras los dos lobos, padre e hijo, se enfrentaban cara a cara. ―¡No puedo creer que hayas sido capaz de hacer algo tan sucio! Brutus se levantó de su silla y caminó hacia su hijo con total seriedad. ―¿De qué m****a estás hablando? ―No te hagas el estúpido, padre ―escupió el beta conteniendo la furia que llevaba por dentro ―Sabes perfectamente de lo que hablo. El alfa se alzó de hombros y luego sonrió. ―¿Qué, tu putita, no te satisfizo lo suficiente? Escucharlo llamarla así, lo enfureció mucho más y sin querer seguir conteniéndose, golpeó con fuerza al viejo alfa en el rostro. ―Nunca… ―gruño mirándolo fijamente ―… vuelvas a ofenderla. Brutus miró la sangre en sus dedos y luego clavó una mirada asesina en su hijo. ―¡¿Cómo te atreves?! ¡Hijo no filial! ―¿Filial? ―el beta se burló ―No me interesa guardarle respeto a alguien como tú. Alguien a quien no le importa hacer
MI LUGAR ESTÁ AQUÍ. ―Cariño, sé que en la manada de Cassian te sentirás como en casa. Los miembros de la manada Cazadores de la Luna te querrán a ti y a Lean. Después de que Leandro expulsara a Brutus de la manada, Lorcan siguió manteniendo su posición de regresar con Cassian, aun si su amigo le dejaba elegir quedarse, él nunca lo abandonaría. ―Lo sé, Lorcan, pero no quiero dejar a mi padre, especialmente ahora que Brutus ha sido expulsado. ―Daphne tenía miedo ―Temo que el viejo alfa intente lastimarlo en venganza. El beta se acercó y acunó su cara, la besó suavemente y le dijo sonriente. ―¿Y si llevamos a tu padre con nosotros? Estaría más que feliz de tener a un delta tan respetado en nuestras tropas. Los ojos de la mujer brillaron de emoción. ―¿En serio? Eso sería maravilloso. Pero… ¿Crees que aceptará? ― No lo sé, pero vale la pena intentarlo. ―él la besó de nuevo y ella se perdió por un instante en sus besos ―¿Quieres que te acompañe? ―No, yo hablaré con él ―Daphne miró