Lorcan... mi niño... ¿dónde aprendiste eso? Ja, ja, ja.
LA VERDAD HACE SEIS AÑOS. Cuando Daphne abrió sus ojos, un par de orbes color avellana, acompañados de una sonrisa, la miraban con adoración. ―Buenos días, mi luna. ―dijo Lorcan mientras acariciaba su mejilla. La noche había sido larga y placentera, apenas y habían dormido unas horas, el beta no le dio tregua a la delta y por supuesto, a ella no le molesto. ―Buenos… mi amor ―respondió Daphne con una sonrisa. Lorcan correspondió su sonrisa con un suave beso, tomó su mano y se la llevó a los labios, buscando la manera de iniciar la conversación, ahora estaban formalmente unidos, tal como debió ser hace seis años. Sin embargo, Lorcan no había dejado de pensar que ella le ocultaba algo y hoy estaba decidido a descubrirlo. ―Daph… ―murmuro cautelosamente ―… ¿Sabes que puedes confiar en mi verdad? Y qué pase lo que pase… ahora estamos juntos. ―Lorcan se sentó y la miro a los ojos ―Se que estás ocultándome algo, mi instinto de lobo no se equivoca. ―el tomo su mano y la jalo suavemente ha
EL ALFA SOY YO. Lorcan, lleno de rabia, fue a confrontar a su padre. La tensión en la habitación es palpable mientras los dos lobos, padre e hijo, se enfrentaban cara a cara. ―¡No puedo creer que hayas sido capaz de hacer algo tan sucio! Brutus se levantó de su silla y caminó hacia su hijo con total seriedad. ―¿De qué m****a estás hablando? ―No te hagas el estúpido, padre ―escupió el beta conteniendo la furia que llevaba por dentro ―Sabes perfectamente de lo que hablo. El alfa se alzó de hombros y luego sonrió. ―¿Qué, tu putita, no te satisfizo lo suficiente? Escucharlo llamarla así, lo enfureció mucho más y sin querer seguir conteniéndose, golpeó con fuerza al viejo alfa en el rostro. ―Nunca… ―gruño mirándolo fijamente ―… vuelvas a ofenderla. Brutus miró la sangre en sus dedos y luego clavó una mirada asesina en su hijo. ―¡¿Cómo te atreves?! ¡Hijo no filial! ―¿Filial? ―el beta se burló ―No me interesa guardarle respeto a alguien como tú. Alguien a quien no le importa hacer
MI LUGAR ESTÁ AQUÍ. ―Cariño, sé que en la manada de Cassian te sentirás como en casa. Los miembros de la manada Cazadores de la Luna te querrán a ti y a Lean. Después de que Leandro expulsara a Brutus de la manada, Lorcan siguió manteniendo su posición de regresar con Cassian, aun si su amigo le dejaba elegir quedarse, él nunca lo abandonaría. ―Lo sé, Lorcan, pero no quiero dejar a mi padre, especialmente ahora que Brutus ha sido expulsado. ―Daphne tenía miedo ―Temo que el viejo alfa intente lastimarlo en venganza. El beta se acercó y acunó su cara, la besó suavemente y le dijo sonriente. ―¿Y si llevamos a tu padre con nosotros? Estaría más que feliz de tener a un delta tan respetado en nuestras tropas. Los ojos de la mujer brillaron de emoción. ―¿En serio? Eso sería maravilloso. Pero… ¿Crees que aceptará? ― No lo sé, pero vale la pena intentarlo. ―él la besó de nuevo y ella se perdió por un instante en sus besos ―¿Quieres que te acompañe? ―No, yo hablaré con él ―Daphne miró
EL VENENO DE LA AMBICIÓN. Después de que fuera expulsado de la manada, Brutus llegó a la manada de Ragnar con una actitud arrogante. ―¿A qué debo el honor, alfa Brutus? ―pregunto Ragnar con un deje de burla ―Nuestra próxima reunión es en unos días. Brutus torció los labios y pasó junto a Ragnar, miró a la omega que estaba de pie y le ordenó. ―Hey tú, ve a traerme algo de licor. La omega se movió, pero no sin antes mirar a su alfa. Ragnar sonrió un poco y le hizo un movimiento de cabeza. La loba fue a cumplir la orden. Por su parte, Brutus tomó asiento en la silla personal de Ragnar, el viejo alfa se tomaba muchas atribuciones para alguien a quien todavía no había aceptado en la manada. ―¿Y bien? ¿Vas a decirme que es lo que te traes? Tu cara habla por ti. Brutus chasqueó la lengua y finalmente habló. ―El imbécil de mi hijo mayor me expulsó de la manada. ―¿Hablas en serio? ―¿Tengo cara de estar jugando? ―los ojos de Brutus eran hostiles ―Todo es culpa de esa m*****a zorra ―es
CALMA ANTES DE LA TORMENTA.En el balcón de la habitación, Leah y Lorcan contemplan la luna mientras escuchan a todos los animales nocturnos salir de sus casas. El beta y su recién descubierta hija parecen tener mucho en común y ahora él, cómo un orgulloso padre, está a punto de responder su pregunta.―¿Sabes, Leah? La manada de los Cazadores de la Luna tiene una historia fascinante. Hemos pasado por muchas aventuras a lo largo de los años. ―Lorcan sonrió y abrazo a su hija ―Pero ahora, déjame contarte una anécdota sobre el día en que atravesé el bosque oscuro.Los ojos de la pequeña brillaron emocionados.―¡Sí, por favor! Quiero saber todo sobre la manada de Rowan.El beta se puso cómodo y comenzó.―En esos años, una terrible enfermedad azoto a la manada, los lobos corrían el riesgo de morir a causa de un virus. Así que teníamos que encontrar un árbol que se decía, tenía el poder de curar a nuestra manada del terrible virus.―¡¿Un árbol?! ―Leah pregunto asombrada ―¿De verdad?―Sí, mi
CALMA ANTES DE LA TORMENTA (II) Lorcan asintió, agradecido por la comprensión de su amigo. Se dirigió rápidamente hacia la habitación, donde sabía que Daphne lo estaría esperando. Al entrar, la encontró recostada en la cama, leyendo un libro. ― Hola ―dijo ella levantando la vista del libro. El beta se acercó lentamente y detalló su delicado camisón, se subió a la cama y gateó hasta ella, luego le dio un suave beso en los labios. ―Lamento hacerte esperar ―susurro. Daphne dejó el libro en la mesita a su lado y le acunó la cara. ―No te preocupes, sé que tienes tus obligaciones ―sus manos bajaron lentamente y desabotono el primer botón de su camisa ―Lo importante es que ya estás aquí ―murmuro coqueta ―Y eres todo mío. Los ojos del beta brillaron y una sonrisa pícara adornó su rostro. ―¿Ya te dije que me vuelves loco? ―No lo suficiente ―Daphne siguió abriendo los botones y pronto el duro pecho de su beta estuvo al descubierto. Su cuerpo se estremecía de anticipación ―Sin embargo, y
LA REUNIÓN DE LOS LÍDERES. Cassian y Leandro se encontraban en la sala principal de la manada Alerón, preparando todo para la reunión urgente que habían convocado con los líderes de otras manadas. La tensión se palpaba en el aire mientras esperaban a que los demás llegaran. Finalmente, los líderes de las manadas se reunieron en la sala, tomando asiento alrededor de una gran mesa. Cassian, con seriedad en su rostro, tomó la palabra. ―Hemos convocado esta reunión urgente porque tenemos información crucial que debemos compartir con todos ustedes ―Todos los líderes se miraron entre sí, expectantes. El alfa Cassian, continuó ―Recibimos información confiable de que el padre de Leandro, Brutus, ha estado en las tierras de Ragnar ―Un murmullo de sorpresa y preocupación se extendió por la sala. Uno de los líderes, llamado Ares, líder de la manada Blue, intervino. ―¿Cómo podemos estar seguros de la veracidad de esta información? No podemos tomar decisiones basadas en simples rumores. Cas
EMBOSCADA Y SECUESTRO. ―Mami, ¿seguro que no podemos acompañarlas? ―pregunto Rowan haciendo un puchero. ―No, cielo. Mejor quédate aquí, Daphne y yo regresaremos rápido. ―Mamá, déjame ir, sabes que me gusta cazar. ―la pequeña Leah le dio una mirada suplicante a su madre. ―No, cariño. Tal como dijo Aylin, regresaremos en poco tiempo. Daphne le pellizcó la nariz y le dio una sonrisa. Las dos habían decidido salir a cazar al bosque, la mayoría de los guerreros se habían marchado con Leandro y Cassian, y los que quedaron no eran muy buenos atrapando la cena. Sin embargo, Aylin y Daphne eran buenas cazadoras. ―¿Estás lista? ―le preguntó Aylin a Daphne, acomodándose una daga en el cinturón de cuero ―Sí, y tú, ¿ya tienes tu arco? ―Estoy lista ―respondió Daphne con una sonrisa y acomodó el arco en su espalda. Luego miró a su hija ―No hagas travesuras, Leah. Pórtate bien hasta que regrese, ¿de acuerdo? La niña asintió con una sonrisa, pero, de hecho, ya había planificado con Rowan ir a l