¿ES REALMENTE ELLA? (II)―¡¿Perdiste la razón?! ―Lorcan de verdad tenía ganas de golpear a su amigo ―¿Cómo… cómo vas a llevarla a la gran casa? ¿Qué va a pensar Aylin?El alfa apretó los labios y los puños dentro de sus bolsillos. Había pasado la noche en vela reflexionando en lo que tenía que hacer. Y por más que pensó una y otra vez, llegó a la misma conclusión. No podía abandonar a Ruth nuevamente.―Aylin… ella… lo entenderá ―aseguro ―Hablare con ella.El beta resopló.―¿Y qué le vas a decir? Oye Aylin, juguemos a la casita feliz, ahora tendrás una amiga con la que hablar y se turnarán por las noches. ¡¿Estás loco?! Con el carácter de tu mujer, estoy seguro de que te arrancará la polla y créeme, estaré gustoso de que lo haga.Las sienes de Cassian palpitaron, odiaba tener que aceptar que su amigo tenía razón. Pero él no tenía intenciones de que su relación con Aylin cambiara.―Ella no dejará su lugar, seguirá siendo mi luna, mi mujer. ―sentenció ―Mi única intención es cuidar de Rut
LA DECISIÓN DE CASSIAN.El alfa se encontraba sentado en su habitación, sumido en sus pensamientos. Sabía que debía tomar una decisión difícil y no estaba del todo seguro de cuál era la correcta.Lorcan entró en la habitación y se sentó a su lado.―¿Qué pasa, Cassian? ―pregunto con preocupación.El alfa suspiro.―Estoy dividido entre mis sentimientos por Ruth y mi amor por Aylin ―confeso ―No quiero lastimar a ninguna de las dos.Lorcan asintió comprensivamente.―No sé cómo te sientes, pero solo sé que debes tomar una decisión. No puedes pretender vivir así, Cassian. Es una locura.El alfa apretó los labios antes de hablar.―Voy a llevar a Ruth a la manada. Tal vez ella pueda encontrar la felicidad allí.Lorcan frunció el ceño.―No estoy seguro de que eso sea una buena idea, Cassian. Ya te dije las razones. ―miró a su amigo y dijo con cautela ―Hay algo en el comportamiento de Ruth que no me gusta. No me da buena espina.Cassian se sorprendió por las palabras de su amigo.―¿Qué quieres
LA LLEGADA DE RUTH.El todoterreno se detuvo frente a la entrada de la gran casa, las tres personas que iban en el auto no dijeron una palabra durante todo el camino. Cassian apagó el motor y miró un segundo a Ruth, quien miraba con curiosidad todo a su alrededor.―¿Nada se te hace conocido? ―pregunto con suavidad ―No ha cambiado mucho desde que…La mujer sonrió y tomó suavemente su mano, algo que no pasó desapercibido para Lorcan que observaba en silencio detrás de ellos, afortunadamente Cassian apartó la mano de inmediato. A pesar de sentir ese fuerte deseo hacia Ruth, ponía todo de su parte para contenerse, no quería, ni deseaba traicionar a Aylin.―Bien, entonces es hora de entrar ―dijo y abrió la puerta del auto.Mientras tanto dentro de la gran casa se respiraban aires de amor, una de las empleadas de la mansión reconoció el auto del alfa y corrió a avisarle a su señora. Llamó a la puerta y abrió de sopetón.―¡Señora! El alfa ha vuelto.Los ojos de Aylin brillaron emocionados, a
EL INICIO DE UNA GUERRA FRÍAAl día siguiente, Lorcan entró en el estudio de Cassian y lo encontró bebiendo una copa de hidromiel.―¿Es muy temprano para beber, no crees?El alfa levantó la vista y lo miró con un semblante de mal humor. Parecía no haber dormido bien y su rostro estaba marcado por la preocupación.―No me importa ―gruño.El beta sintió pena por su amigo, ya que sabe que todo lo que está pasando es a causa de su mala decisión. Jalo la silla y tomó asiento frente a él.―¿Qué te dijo Aylin? ―lo miro serio, pero dada su cara estaba seguro de que nada bueno ―Por tu rostro, estoy seguro de que no se lo tomó muy bien.Cassian siguió mirando su vaso y recordó la manera en que su mujer lo había rechazado. Eso sólo aumentó su mal humor.―Se cambió de habitación ―dijo entre dientes.Lorcan negó levemente con la cabeza y lo miró preocupado.―¿Lo ves? ―dijo con un tono de reproche ―Te dije que era una mala idea. Cassian, todo esto es demasiado extraño. Ruth aparece de la nada y tú t
UNA GUERRA FRÍA (II)Cassian siguió a Aylin hacia la casa, justo cuando iba a subir las escaleras, Ruth apareció de la nada y sus ojos estaban rojos, señal de que había estado llorando. En cuanto el alfa lo vio, fue inevitable que se preocupara por ella.―¿Qué pasó? ¿Por qué estabas llorando?―N-no es nada ―dijo evitando su mirada.El alfa se acercó y levantó su barbilla.―No intentes mentirme Ruth, ¿Qué pasó?―Es que… no sé si deba decirlo ―susurro ―Después de todo ella…Cassian supo de inmediato a quién se refería.―¿Aylin te dijo algo?―Ella tiene razón… ahora es tu esposa, mientras que yo… ―los labios de Ruth temblaban y de repente lo abrazo.Su movimiento lo tomó por sorpresa y no hizo nada por apartarla, en cambio, extendió su mano y acarició su cabello con lástima. De hecho, no estaba enojado con Aylin, pero sí decepcionado, creyó que al menos tendría un poco de sororidad con Ruth.―Ya no llores ― le dijo suavemente ―Todo esto… todo esto también está siendo difícil para ella.―
ROMPER UNA PROMESA.Después de haber arreglado sus diferencias, Aylin y Cassian fueron a dar un paseo por el bosque. El alfa, de hecho, había preparado una sorpresa para ella. Cuando llegaron al claro del bosque, había una manta sobre la hierba, vino, y algo de proteína. Ambos se acostaron y observaron las estrellas.Hicieron el amor mientras los cielos observaban, Cassian fue dulce y delicado, era como si estuviera adorándola. Se meció lentamente dentro de su cuerpo, llenándola con cada embestida.Sus besos amortiguaron los gemidos de Aylin, mientras ella le clavaba las uñas en la espalda. De un segundo a otro, se giró y le permitió montarlo, las caderas de Aylin giraron en el punto correcto, tocando ese punto sensible dentro de ella, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, dejando que su cabello dorado acariciaras los muslos de Cassian.Los movimientos se volvieron frenéticos y cuando finalmente la ola golpeó contra ella, su cuerpo se convulsionó en el más poderoso orgasmo.―Te
ROMPER UNA PROMESA (II) «¡Demonios!» Cassian se levantó de la cama y se apresuró a perseguirla. La atrapó fuera de la casa y la agarró del brazo para detenerla, la giró y lo que lo recibió fueron un par de ojos llenos de decepción y rabia. ―No es lo que estás pensando ―trato de explicarse. Pero Aylin no estaba interesada en escucharlo. Se safó con brusquedad y escupió. ―¡Vete a la m****a! Luego se echó a correr a la gran casa. El alfa cerró los ojos y se maldijo mil veces y se echó a correr tras ella. EN LA HABITACIÓN… ―Aylin, no es lo que piensas, yo… ―¿Qué vas a decirme? ¿Qué te quedaste dos días fuera de esta casa para dormir con tu ex? Cassian se pasó la mano por la cara en señal de frustración, y le preguntó. ―¿Qué le diste de beber? ―¿Qué? ―Aylin no comprendió ―¿Qué le di de beber? ¿De qué hablas? ―Aylin, no voy a condenarte. Pero debes saber que lo que hiciste… La sangre dentro de Aylin hervía. Al parecer la estaba acusando de algo. ―Habla con claridad. ¿De qué de
ROMPER UNA PROMESA (III) Cassian estaba en su oficina revisando unos documentos, sin embargo, su mente no podía dejar de pensar en Aylin. Miro el reloj de la pared y eran un poco más de las nueve, a esta hora la cena ya había sido servida y lo más probable es que ella estuviera encerrada en su habitación como lo ha hecho los últimos días. El alfa dejó los papeles y se pasó las manos por la cabeza. No sabía cómo remediar la situación que había creado. Aylin se negaba a dirigirle la palabra y su indiferencia lo estaba volviendo loco. Su interior se había vuelto un laberinto sin salida, si estaba cerca de Aylin se sentía culpable y cuando estaba cerca de Ruth se sentía enojado. Había sido un imbécil al decir lo que dijo. «¡¿En qué estabas pensando Cassian?!» Se reprochó. «La amas, lo sabes. ¡¿Por qué ibas a decir semejante estupidez?!» Sin embargo, el alfa sentía que al amarla de alguna manera también estaba decepcionando a la diosa. Puesto que ella también había elegido a Ruth para