XOXO
ATAQUE SORPRESA (III) Cerca de las tierras de Ragnar. ―¡Hay noticias! ― informó el beta de Lorenzo ―Hay un informe de una emboscada por parte de los lobos de Ragnar, al parecer están atacando el campamento donde se encuentra Cassian, señor. Lorenzo se puso de pie, y el beta espero instrucciones. ―¿Qué tan mal están? ―pregunto. ―Me han dicho que hay muchas bajas, señor ―respondió ―Los guerreros de Ragnar están matándolos a todos. Lorenzo caminó hacia su espada y miró a su segundo al mando. ―Rodrik, quédate aquí y vigila. Manténme informado sobre cualquier noticia. Nos vamos a unir a Cassian. ― el lobo asintió y Lorenzo se volvió hacia su beta ―¿Ellos están listos? ― preguntó. ―Tengo lobos listos para pelear. Darán su vida en el campo de batalla, mi alfa ― proclamó el beta. Mostrando el debido respeto hacia su superior. ―Bien, entonces es hora de irnos. ―Lorenzo ordenó y se perdió en la oscuridad de la noche. Mientras tanto, Serafina continuó su camino hacia la casa de Ragnar.
LA LLEGADA DE LA MANADA SANGRE DE LOBO. Mientras tanto, en el campamento asediado, Cassian y Aylin luchaban con todas sus fuerzas contra los lobos invasores. El sonido de los aullidos y los golpes resonaba en el aire mientras se abrían paso a través de la feroz batalla. Parecía que estaban superados en número y que la derrota era inminente. Sin embargo, en un momento crítico, cuando la esperanza parecía desvanecerse, algo cambió en el aire. De repente, un grupo de lobos enigmáticos emergió de entre los árboles circundantes, sus ojos brillaban bajo la luz de la luna. Con gracia y determinación, se unieron a la lucha, lanzando mordiscos y zarpazos, desequilibraron a los lobos enemigos. Cassian y Aylin se quedaron atónitos ante la aparición de estos guerreros. Nunca habían visto tal demostración de habilidades, los lobos acababan con los lobos enemigos con maestría. Impulsados por la nueva alianza, Cassian y Aylin encontraron una renovada determinación. Se unieron a los guerreros mís
REGRESO A LA MANADA ALERÓN Cassian y los demás lobos finalmente regresaron a la manada Alerón. El aire fresco del bosque llenaba sus pulmones mientras se adentraban en el territorio familiar. La emoción y el alivio se reflejaban en los ojos de cada lobo. Una vez que estuvieron solos, Lorenzo, se acercó a Cassian con una expresión de curiosidad en su rostro. ―¿Conoces al lobo que escapó? ― preguntó Lorenzo, su voz llena de intriga. Cassian, recordando la petición de Serafina de mantener su identidad en secreto, respondió con cautela. ―No, no lo conozco. ―Sin embargo, no iba a negar que le causaba curiosidad saber qué había pasado entre ellos.―Pero me intriga por qué te interesa tanto. Lorenzo suspiró, como si estuviera luchando internamente con sus propios pensamientos. ―Siento una extraña conexión con ella ―confesó. ―Una conexión que solo había sentido antes con mi compañera muerta. Estas palabras dejaron a Cassian perplejo. «¿Podría ser posible que supiera que Serafina estaba v
DESPEDIDAS Y NUEVOS COMIENZOS. El patio de la casa Alerón estaba lleno de lobos y sus familias, todos reunidos para despedir a Lorenzo, Cassian y Lorcan. La emoción y la tristeza se entrelazaban en el aire mientras los miembros de la manada se abrazaban y se decían adiós. Leandro se acercó a su hermano y lo abrazó con fuerza, transmitiéndole su apoyo y cariño. ―Lorcan, quiero que sepas que esta también es tu casa ― le dijo con sinceridad. El beta asintió, agradecido por las palabras reconfortantes de su hermano. Una sonrisa se dibujó en el rostro de Leandro mientras se acercaba a Leah, se agachó frente a la niña de cabello rojizo y le dio una gran sonrisa. ―Espero que siempre recuerdes al tío Leandro, Leah. Llévame siempre en tu corazón. La chiquilla dio un paso adelante y lo abrazó con cariño, luego besó su mejilla. ― Te prometo que nunca te olvidaré, tío Leandro. Siempre llevaré tu amor conmigo. ―Eres una niña especial, Leah. ―dijo mientras acariciaba el suave cabello de su
UN AMOR ETERNO. ―¡¿Ya llegamos?! ―pregunto Daphne mientras sostenía con fuerza la mano de Lorcan. ―No. Aún falta y no hagas trampa, mi amor. ―dijo, el beta mientras conducía a su compañera hacia la cima de una colina. Había preparado una sorpresa, habían pasado dos meses desde que regresaron de la manada Alerón, afortunadamente Leah se integró demasiado rápido a la manada y ya tenía muchos amigos, sin embargo, su favorito siempre sería Rowan. Aylin y Cassian acababan de regresar de su viaje al mundo humano, de hecho, la cara del alfa se veía rozagante y fresca. Lorcan sospechaba que había tenido una atención especial de su compañera, lo confirmaban que se habían llevado a la niñera de las gemelas con él. ―Cariño, ya quiero ver, ¿Cuánto falta para llegar? ―murmuro Daphne no pudiendo con la impaciencia. Lorcan le había dicho que le tenía una sorpresa y ella también tenía una para él, una que estaba segura haría estallar su corazón de felicidad. ―Solo un poco más, Daph… ya casi llega
UN AMOR PROMETIDO.DIEZ AÑOS DESPUÉS…Rowan y Leah se encontraban sentados en la acogedora casa del árbol que Cassian había construido para ellos cuando eran niños. El ambiente estaba lleno de calidez y amor. Rowan le dedicó una dulce sonrisa a la niña que ya había dejado de serlo.Leah se había convertido en una hermosa joven, con diecisiete años era más hermosa que su madre. Su cuerpo había crecido y se había llenado de curvas en los lugares correctos, su cabello del mismo color de su madre brillaba bajo la luz del sol. Sus ojos avellana, como los de Lorcan, se fijaron en el apuesto joven alfa.Rowan también había cambiado, aun cuando apenas tenía dieciséis años, había heredado la masculinidad de Cassian, sus facciones y también su valentía. Lograba hacer suspirar a la mayoría de las jovencitas de la manada.El futuro alfa, tomó la mano de la chica y la apretó con suavidad.―Pronto me iré al mundo humano, Leah.―Lo sé ―dijo la joven con tristeza ― Y te voy a extrañar, Rowan.El joven
MARCADOS POR EL DESTINO. SIPNOSIS: Irene Sterling, la princesa mimada de la manada Silver, ve su destino cambiar en una noche de borrachera. Despertando con una marca de pareja del aburrido alfa, Leandro Aleron, decide fingir indiferencia y alejarse para evitar más humillación. Sin embargo, su padre organiza un campeonato para ganar su mano y Leandro sorprendentemente decide competir por ella. Leandro Aleron, es un lobo solitario que ha sido rechazado dos veces, y por eso ha perdido la fe en el amor. Pero cuando descubre que la loba marcada con su sello es el premio en el campeonato en su honor, decide arriesgarse una última vez para conquistar el corazón y el alma de Irene, quien parece indiferente. El camino hacia el amor estará plagado de peligros y un secreto impactante que amenaza a todos los lobos de los siete reinos. Irene y Leandro deberán enfrentar desafíos mortales mientras luchan por su amor y la supervivencia de sus manadas. En esta carrera contra el tiempo, descubrirá
¿QUIÉN ES EL LOBO? Irene estaba parada frente a su padre, el poderoso alfa de la manada Silver. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras escuchaba sus palabras llenas de ira. ―¡Eres una loba sin valor! ¡Has deshonrado a nuestra manada! ― grito Ulzun furioso. El enfado del alfa se intensificó y, en un arrebato de furia, abofeteó a Irene con fuerza. El sonido del golpe resonó en la sala mientras ella llevaba una mano a su mejilla ardiente. Irene se sintió humillada y avergonzada. Sabía que había cometido un error, pero no merecía ser tratada así. A pesar del dolor y la humillación, Irene se mantuvo firme. Levantó la mirada y desafió a su padre con determinación en sus ojos. ―Puedes humillarme todo lo que quieras, pero pagarás las consecuencias de tus acciones ― le dijo con voz temblorosa, pero llena de determinación. El alfa la miró con incredulidad. No esperaba que Irene respondiera de esa manera. ―¿Qué te atreves a decirme, mocosa, insolente? ―rugió. Irene respiró profundament