Ángel
El día de mi pelea ha llegado, Daniel ha vuelto a ganar hace un fin de semana, fue un noqueo después de 20 segundos, el chico es bueno. Ahora me estoy preparando para salir al octágono después de un par de meses de descanso.
Me siento preparado para esto, me siento preparado para ganar. Salto de un lado a otro, Mae ya se encuentra en su lugar, saber que está aquí y me apoya me hace sumamente feliz, también está Daniel, mi madre, mi padre, Lucy y mi abuela, todo el equipo. Me siento emocionado por volver a entrar a un octágono aunque esta vez no es con la finalidad de matar a mi contrincante. Los tiempos han cambiado, mi vida ha cambiado y ahora seré papá y estoy a punto de inaugurar mi fundación, se llamará Fundación Mae Rogers, por que todo este cambio se lo debo a ella, a su persistencia conmigo, a no rendirse conmigo…
—Hora de s
MaeNo me han dejado ver a Ángel. El hombre con el que peleo es un salvaje, lo ha golpeado cuando dieron el dictamen de la pelea, cuando él lucía relajado y tranquilo. Después se lo han llevado directo a la comandancia. Jr. Se quedó en el lugar espero que realmente lo sancionen de alguna manera, porque esto esta fuera del contexto y han trasladado a Ángel en ambulancia, no sé que es lo que ha sucedido… no sé como está.Miro como Aaron cruza el umbral de urgencias y voy directo hacia él.—Aaron ¿qué ha sucedido?, ¿está bien? —pregunto de manera desesperada y él bufa, tiene mala cara, esto no me da buena espina.—Lo ha cegado —pestañeo varias veces sin entender lo que está diciendo.—¿Cómo?—¿Qué has dicho? —pregunta Stella—Que
Ángel Están a punto de nacer, Mae está en labor de parto y yo estoy a punto de desmayarme. —Vengan chicos —dice el médico cuando comienza el parto—. Padre, ¿se encuentra bien? Ya viene su hijo Asiento sin decir una palabra y limpio el sudor que corre por mi frente. Está a punto de llegar a este mundo y sigo dudando de mi capacidad para ser un buen padre, pero tengo a Mae y sé que con ella todo lo puedo. —Venga, que ya llegó—su llanto me inunda los oídos—. Es niño. Mae no ha querido que nos enteremos de su sexo hasta que el momento llegase y bueno, esto si que es una sorpresa. —¿Ni… niño? —digo tragando saliva y él medico asiente. Luego Mae aprieta mi mano y yo solo voy directo a sus labios, es cuando noto que estoy llorando. —Está completamente sano—. Mae me mira con una gran sonrisa y es cuando una enfermera llega entregar al pequeño bebé lo colocan en su pecho y veo como Mae besa su cabecita pequeña. —Tu hijo
Daniel Ella está llorando, trato de encontrarla pero no está, se la han llevado. —¡LUCY! —grito pero no está, solo escucho como grita mi nombre, necesita ayuda, necesita que la salve. Corro recorriendo todo el lugar, el agua salada moja mis pies pero Lucy no está. No quiero que nadie más vuelva a lastimarla, no quiero que nadie más vuelva a ponerle una mano encima. La encuentro en la orilla echa un ovillo. La tomo entre mis brazos y puedo escuchar como solloza, me duele escucharla así, me duele escuchar que sufre. —Tranquila Lucy, estoy aquí, nadie va a hacerte daño, te lo juro —digo mientras la abrazo y cubro su cuerpo—. Mi Lucy… mi Lucy. Escucho el despertador y tomo un gran suspiro. He vuelto a soñar con ella… siento como la tengo en mis brazos. Abro los ojos y puedo ver la luz de la luna aun, son las 4 de la mañana y tengo que iniciar el entrenamiento. Empujo mi cuerpo fuera de la cama y tomo la ropa que he colocado cerca
6 años después Lucy Mi primer día de vacaciones invernales, la verdad es que no planeo hacer mucho salvo salir con mis amigas a tomar un par de cafés y estar en casa. Mi vida no es precisamente la más sociable y yo solo me concentro en terminar mis tareas y ayudar a Mae con Bartros, es un niño muy listo, mis tardes las paso con él en la playa o practicando soccer. Tiene 6 años y parece que será un chico enorme. Me visto con un par de mayas y un suéter gigante que me hace sentir bastante protegida del frío. Me maquillo un poco el rostro para después salir hacia la casa de Mae donde quedé con el pequeño Bartros, hoy visitaremos a su papá en el gimnasio y después iremos por un helado. Llamo a la puerta y escucho sus gritos hasta que termina por abrirla y me invita a pasar. —¡SIIII!, ¡MAMÁ LUCY HA LLEGADO! —me abraza por la cintura y yo le correspondo el abrazo. —Lucy —Mae me abraza y besa mi mejilla —. Gracias por c
Lucy Bartros y yo vamos de vuelta a casa. Son las 6 de la tarde y siento que soy yo quien ha estado corriendo por el parque todo este tiempo, el nivel de energía que este chico tiene es… impresionante. —Entonces ¿podemos ver la película Lucy?, ¿puedes quedarte a dormir hoy en casa para ver la película del elefante? —tomo un suspiro y al ver esos bonitos ojos no puedo decirle “no chico, me tienes muerta de cansancio, necesito una ducha y 10 horas de sueño. —Si Bartros, puedo quedarme —y sus gritos me hace casi desviarme del camino. —¡SI, GENIAL!, ¿podemos comer palomitas con queso cheddar? —asiento y me aparco fuera de mi casa. Bartros se libera del cinturón de seguridad y salta fuera del auto—. ¡Mamá!, Lucy va a quedarse Me aseguro de que Bartros esté con Mae para ir a casa por una pijama. Al verme Mae suelta una carcajada. —Ha terminado contigo —y yo asiento —Voy por la pijama, veremos una película… si es que
Daniel Golpeo una y otra vez el saco que hay frente a mi, puedo escuchar los gritos de Ángel pero no logro ponerle atención, solo pienso en Lucy y en sus bonitos ojos. Ayer no he podido mantenerme lejos de ella por más tiempo y he besado la comisura de sus labios, aun puedo sentirla, aún puedo oler el tan característico aroma de su piel. Uno, dos, tres golpes más y me detengo para tomar un poco de aire. —Estás desconcentrado —dice Ángel y yo bufo —Me tienes entrenando desde las 4 de la mañana y tu hijo no me ha dejado dormida hasta terminar la película —digo entre jadeos y Ángel me mira con una ceja alzada. —¿Eso es lo que te tiene desconcentrado? Te olvidas que te conozco… —Ya… —digo tomando una bocanada de aire grande. —Estoy casi seguro de que se trata de una mujer, me pasaba lo mismo con Mae —carraspeo —No… tu eras un jodido loco fuera de control —digo entre risas, Ángel asiente con una cara de enfado—. Sol
LucyLas palabras que Daniel pronuncia aún no logran a ser aterrizadas en mi cabeza, por Dios él ha dicho que…—No te vayas por favor Lucy —dice de nuevo y yo asiento.—Yo… papá no lo aprobó de igual manera, él dice que no soy… lo suficiente estable y piensa que haré alguna estupidez solo porque no soy como…—No Lucy, no es eso, tienes que entender que lo que te sucedió hace años… —miro como Daniel cierra sus ojos y toma una larga bocanada de aire—. De verdad todos tememos que algo pueda pasarte, que alguien pueda dañarte y ese idiota todavía está prófugo Lucy… no podemos… no puedo dejar que alguien te dañe, ¿lo entiendes? —Daniel me mira con los ojos muy abiertos, el silencio nos invade, no puedo despegar su mirada de la mía, no puedo dejar de m
Lucy Al llegar a casa Daniel baja del auto y se adentra a casa sin decir nada más. Yo tardo un poco en salir el auto y no es más que por el sonido de los gritos de Bartros que logro hacer que mi cuerpo reaccione.Bartros corre hasta la casa y yo solo ingreso para informar que me iré a casa, dudo mucho que con la reacción de Daniel quiera verme aquí. Mae entiende sin problemas así que voy a casa. Mamá no está, papá tampoco, así que voy a mi habitación me deshago de la ropa y me acurruco en la cama.Las palabras de Daniel me taladran la cabeza. Es verdad, mi actitud de víctima a terminado por acabar con mi entusiasmo y mis ganas de vivir, tengo que cambiar y también creo que sería buena idea hablar sobre mis sentimientos con Daniel.Me refiero a que si, siento atracción por él, sin duda, cada vez que lo veo mi mente va y viene co