Lucy
Bartros y yo vamos de vuelta a casa. Son las 6 de la tarde y siento que soy yo quien ha estado corriendo por el parque todo este tiempo, el nivel de energía que este chico tiene es… impresionante.
—Entonces ¿podemos ver la película Lucy?, ¿puedes quedarte a dormir hoy en casa para ver la película del elefante? —tomo un suspiro y al ver esos bonitos ojos no puedo decirle “no chico, me tienes muerta de cansancio, necesito una ducha y 10 horas de sueño.
—Si Bartros, puedo quedarme —y sus gritos me hace casi desviarme del camino.
—¡SI, GENIAL!, ¿podemos comer palomitas con queso cheddar? —asiento y me aparco fuera de mi casa. Bartros se libera del cinturón de seguridad y salta fuera del auto—. ¡Mamá!, Lucy va a quedarse
Me aseguro de que Bartros esté con Mae para ir a casa por una pijama. Al verme Mae suelta una carcajada.
—Ha terminado contigo —y yo asiento
—Voy por la pijama, veremos una película… si es que
Daniel Golpeo una y otra vez el saco que hay frente a mi, puedo escuchar los gritos de Ángel pero no logro ponerle atención, solo pienso en Lucy y en sus bonitos ojos. Ayer no he podido mantenerme lejos de ella por más tiempo y he besado la comisura de sus labios, aun puedo sentirla, aún puedo oler el tan característico aroma de su piel. Uno, dos, tres golpes más y me detengo para tomar un poco de aire. —Estás desconcentrado —dice Ángel y yo bufo —Me tienes entrenando desde las 4 de la mañana y tu hijo no me ha dejado dormida hasta terminar la película —digo entre jadeos y Ángel me mira con una ceja alzada. —¿Eso es lo que te tiene desconcentrado? Te olvidas que te conozco… —Ya… —digo tomando una bocanada de aire grande. —Estoy casi seguro de que se trata de una mujer, me pasaba lo mismo con Mae —carraspeo —No… tu eras un jodido loco fuera de control —digo entre risas, Ángel asiente con una cara de enfado—. Sol
LucyLas palabras que Daniel pronuncia aún no logran a ser aterrizadas en mi cabeza, por Dios él ha dicho que…—No te vayas por favor Lucy —dice de nuevo y yo asiento.—Yo… papá no lo aprobó de igual manera, él dice que no soy… lo suficiente estable y piensa que haré alguna estupidez solo porque no soy como…—No Lucy, no es eso, tienes que entender que lo que te sucedió hace años… —miro como Daniel cierra sus ojos y toma una larga bocanada de aire—. De verdad todos tememos que algo pueda pasarte, que alguien pueda dañarte y ese idiota todavía está prófugo Lucy… no podemos… no puedo dejar que alguien te dañe, ¿lo entiendes? —Daniel me mira con los ojos muy abiertos, el silencio nos invade, no puedo despegar su mirada de la mía, no puedo dejar de m
Lucy Al llegar a casa Daniel baja del auto y se adentra a casa sin decir nada más. Yo tardo un poco en salir el auto y no es más que por el sonido de los gritos de Bartros que logro hacer que mi cuerpo reaccione.Bartros corre hasta la casa y yo solo ingreso para informar que me iré a casa, dudo mucho que con la reacción de Daniel quiera verme aquí. Mae entiende sin problemas así que voy a casa. Mamá no está, papá tampoco, así que voy a mi habitación me deshago de la ropa y me acurruco en la cama.Las palabras de Daniel me taladran la cabeza. Es verdad, mi actitud de víctima a terminado por acabar con mi entusiasmo y mis ganas de vivir, tengo que cambiar y también creo que sería buena idea hablar sobre mis sentimientos con Daniel.Me refiero a que si, siento atracción por él, sin duda, cada vez que lo veo mi mente va y viene co
Lucy Nos dirigimos hacia la arena donde será la pelea de Daniel. Mae conduce y Bartros no deja de hablar en la parte trasera del auto.—Es impresionante como algo tan pequeño puede… que va si eres igual que tu padre —le dice y el pequeño sonríe.—Abuela ya sé que quiero para navidad —y la plática comienza, escuchamos como Bartros enumera una lista interminable de video juegos y juguetes para que cada uno podamos tener una opción a regalarle. Ese chico si que es listo.Mae aparca en el estacionamiento privado que hay en el lugar, luego nos entrega un par de gafetes que previamente Jr le ha dado y comenzamos a caminar en dirección a la entrada. Bartros salta de arriba a abajo sin detenerse y yo me siento algo nerviosa por volver a ver a Daniel, no sé si estoy segura de estar lista para explicarle lo que siento.—Bienvenidos —dic
Daniel Miro como Lucy se pone de pie, la pelea está a punto de comenzar y Ángel ha venido por ella para acompañarla a su sitio, eso me deja más tranquilo.—Nos vemos —dice sin mirarme y quisiera alzarla en un abrazo y besar sus labios pero me detengo porque Ángel está aquí y no creo que sea buena idea mezclar tantas emociones—. Mucho éxito.—Gracias Lucy —digo con una sonrisa y ella asiente, está a punto de irse, Ángel ha salido del lugar, Aaron está entretenido con Matt y Jr mira su móvil, el resto de personas están sumidas en su pensamientos.—Te quiero —le digo y ella me mira con los ojos bien abiertos y una gran sonrisa—Yo… también te quiero —dice sin dejar de mirarme y luego Ángel nos interrumpe con su llamado. Lucy da media vuelta y camina en dirección a
Lucy Hemos llegado a casa hace una hora, es la 1 de la mañana y no he tenido noticias de Daniel. Tal vez esté ocupado, tal vez esté en esos eventos que hacen después de cada pelea…Me reacomodo para el toro lado del colchón y miro por la ventana, la luz de la luna llena entra por la ventana. Aun la imagen de él golpeando a aquel pobre hombre me pone la piel de gallina, estaba furioso, estaba… incontrolable.Solo quiero saber si se encuentra bien, solo… debería de escribirle.Para Daniel (1:25am):¿Estás bien?, no quiero molestar solo… saber cómo estás.Doy “enviar” y espero lo que me parece una eternidad para recibir una respuesta que ilumina mi pantalla y pone como loco mi corazón.De Daniel (1:27am):Si, estoy bien ¿y tú?, &iq
Lucy La vibración del móvil me despierta. No estoy en casa, ni en mi cama.—Mierda —digo y trato de moverme pero Daniel me tiene bien sujeta a él, me remuevo con esfuerzo hasta llegar al móvil y encontrarme con mamá. El corazón se me acelera…—Si —digo lo más tranquila que puedo—Lucy, ¿dónde estás?, ¿has salido a correr? —carraspeo un poco y tomo el aire que me falta—Si mamá, yo… no he dormido bien y, estoy caminando por la playa, en un rato llego —en ese momento miro como Daniel se mueve y abre sus ojos de golpe, le hago una seña para que guarde silencio, él asiente y cubre su rostro con las manos.—Bien… ¿estás bien Lucy? —pregunta de nuevo mamá.—Si… estoy bien, llego en un rato —y termino la llam
DanielAyudo a mamá a subir un par de maletas al auto. Aaron se ha encargado de rentar camionetas gigantes para transportarnos, creo que de verdad está muy entusiasmado por este viaje y quiere que todos la pasemos muy bien.Miro a Lucy caminar hacia donde estamos con sus maletas en mano, me apresuro a llegar hasta ella. Luce hermosa con ese suéter color rosa, y una enorme chamarra del mismo color.—Hola —le digo y guiño un ojo, miro como se pone como un tomate y susurra un “hola”—¡LUCY! —grita Bartros dentro de la camioneta, es cuando miro como ingresa y luego nada.—Creo que son todas —dice Ángel y yo asiento para terminar por cerrar las puertas del equipaje. Mis músculos están muy cansados, a penas y puedo las piernas y lo único que realmente hace que me recupere es tener a Lucy cerca de mi.—¡TODOS AR