Mateo y Adriana, pasaron un buen rato en la mansión de su hermano compartiendo con su cuñada y sobrinos. Cuando este llegó, se sorprendió de ver ahí, a su hermano y su cuñada. —¡Que extraordinaria sorpresa, hermano, cuñi! ¡Me alegro, que estén aquí! —celebró él.—Hemos venido a ver la mansión y ya la estoy negociando —explicó Mateo— espero que sea cuestión de días para que nos mudemos y seamos vecinos. Solo habrá una casa intermedia, entre la de ustedes y la nuestra —aseguró este.—¡¡¡Qué bueno!!! —expresó y aplaudió, Claudia feliz.—Ya que están aquí, ¿por qué no almorzamos juntos? —preguntó Marcos, mirando a Mateo y Adriana, quienes se miraron con complicidad.—¡Vale! No obstante, voy a avisar a Alicia para que se encargue de dar de comer a Mateo. Él, está acostumbrado a comer con nosotros —comentó Adriana, sacando su celular. Al responder esta, ella se alejó un poco del grupo e incluso habló con su hijo.Luego, todos pasaron al comedor, Marcos abrió una botella de vino para
Para el Comandante, si había relación entre la actuación de estos implicados y la sentencia de Rossi. Había mucha coincidencia. También le informó que al día siguiente, serán enviados los cuatro detenidos a Cabimas, para presentarlos a los jueces que los solicitan y agregar esta nueva causa. Por último, le comentó:—Vamos a requerir de tu presencia en la Fiscalía, para que ratifiques la denuncia en su contra y poder procesar a todos, para que sumen más años a su condena —comentó el Comandante.—Por eso, no hay problemas, cuenta conmigo, para ratificar las denuncias que he formulado, que ya no sé ni cuantas son —confesó Mateo, con una sonrisa— se me está haciendo costumbre visitar diariamente la Comandancia o la Delegación.Este, se despidió de Mateo, mencionando que seguirá con su custodia hasta que se resuelvan todos esos procesos. Y que lo espera en Cabimas. Mateo, al colgar salió de su despacho y fue directamente a su habitación, para hablar con Adriana.(***)Al entrar a la habit
—¡Dios! Mi amor, no voy a seguir asistiendo a reuniones con Cárdenas y su mujer, porque podrán arriesgar a mi hija —afirmó Marcos, sintiéndose peor de lo que ya estaba. Pensando, que no puede seguir ayudando a Marisol, puesto que le puede traer problemas con Claudia.—¡Tranquilo! Mi amor puede ser por el embarazo que estoy tan sensible a los olores. Solo que vas a tener que bañarte antes de acercarte a mí, al llegar de la calle —aseguró ella.—¡Yo, sí creo! —respondió él, colocando en la mesita de noche, lo que le había traído, para aplacar el antojo, que le da normalmente en plena madrugada.Él, entró directo al baño, se duchó, arrojó toda la ropa en el cesto y se vistió con un simple pijama. Luego, se acercó a ella, para abrazarla y consentirla entre sus brazos. No obstante, sentía fuertes remordimientos por haber estado de visita, solo con su ex.En la clínicaPor otro lado, esa misma noche estando Diego de guardia, recibió la visita de su tío Elí Saúl, en la Clínica. Este, se veía
En CabimasUna vez, que cesó por unos minutos esta arremetida, el franco tirador, tratando de ubicarse en la misma posición anterior, disparó contra la segunda camioneta. No obstante, falló el disparo. Mientras Nava, por celular, reportó la situación, al teniente que le fue asignado la custodia de Mateo y quien envió refuerzos.Por otra parte, el conductor del vehículo aceleró y embistió nuevamente contra el vehículo de Mateo. Al parecer, la intención era sacarlos de la carretera, pero no lo logró. El chófer de este, experto en el volante se tiró hacia un lado de la carretera esquivando el golpe, acelerando de nuevo, inmediatamente.Para Nava, estas acciones buscaban evitar la llegada de Mateo a la delegación y con ello, la ratificación de su declaración. Asimismo, impedir la identificación de los delincuentes y los autores del atentado en su contra.En breves minutos, Nava observó como la camioneta, salió de la carretera, tomando una trinchera, mientras varios vehículos oficiales iba
En ese momento, Mateo también entró para informar que había llegado el funcionario que presidirá la ceremonia junto con su secretaria. Además, que también había llegado Diego y su familia.—¡¡¡Te ves muy bella, hermana!!! —comentó él, abrazando a esta y deseando lo mejor para ella, como para su amigo.—¡Lamentablemente, quien siembra vientos, recoge tempestades! —clamó ella con tristeza, arrepentida y abrazando a Mateo, agradeciendo que precisamente él, era quien estaba ahí deseando lo mejor, la persona a quien más daño causó.—¡Ya, hermanita! Eso pertenece al pasado, eso lo olvidé y lo perdoné. Hoy es momento de celebrar tu felicidad, tu nueva vida y en eso nos debemos enfocar todos los que aquí estamos —afirmó él con mucha ternura.—¡Mis acciones de antes, generaron consecuencias! Y estos son los resultados de esas acciones mal encaminadas. Me imagino que Adriana aún no ha podido perdonarme, ¿cierto? —preguntó ella dolida y triste, de no poder tener a sus sobrinos en su boda.—Sabes
Al amanecer del siguiente día...Marcos y sus hijos estuvieron casi hasta el amanecer, acompañando a los nuevos esposos e incluso escoltaron a los padres de Diego y a sus primos desde la salida de la mansión hasta la Avenida, donde cada quien tomó el camino que le conduce directamente a su casa.En este estado, Mauricio se quedó a dormir en la habitación de huéspedes, para no conducir a esa hora hasta su apartamento. Mientras, los nuevos esposos subieron a su habitación, la cual ocuparán unos meses, entretanto, se lleva a cabo los trabajo de remodelación de la mansión, para dividirla.En la mansión de Marcos GonzálezAl llegar a la mansión, Marcos y sus hijos estaban muy alegre, lo cual agradó a Claudia puesto que esto significaba que a pesar de todo, la fiesta había sido todo un éxito.—¿Cómo estuvo todo mi vida? —Consultó ella, curiosamente.—¡Excelente! Aunque al principio, Angélica hasta lloró, pensando que sus invitados no asistirían. Le afectó mucho, tu ausencia y la de Adriana
En la mansión de Kelvin—Pero, te he dicho en varias oportunidades, cuál es mi posición ante esto. Para evitar que te sigas preocupando innecesariamente, te voy a quitar del cargo, si quieres trabajar para mí, lo harás pero bajo las órdenes de Luisa —replicó Kelvin, tomando una decisión definitiva.—¡No padrino! ¡No, por favor! No me castigues por querer ayudarte. Eso será como degradarme —alegó ella, con rabia.—¡Lo tomas o lo dejas! —fue cortante Kelvin.—¡No padrino! Por favor, no me hagas eso. Solo quería ayudarte —repitió ella, observando a Mateo, quien hasta ahora, no había pronunciado ni una sola palabra.—¡Lo siento! O es eso, o buscas trabajo en otra parte —al decir esto, llamó de inmediato a Luisa por celular, con quien habló y le explicó la situación que se le estaba presentando. Y ella aceptó de inmediato.Al colgar la llamada, le comunicó a su ahijada que se presentará ante Luisa, para comenzar a trabajar de una vez, bajo sus órdenes. Ella, enojada tomó unos documentos qu
En la habitación conyugalMientras, los dedos, manos, labios y lengua de Mateo recorrían toda la intimidad de Adriana, ella experimentaba ese cosquilleo tan especial que recorre su cuerpo, cuando experimenta un orgasmo. Llegando incluso a sentir simultáneamente con su esposo, fuertes espasmos orgásmicos y pélvicos que le brindan un inmenso placer.—¡Mateo, mi amor, ahí! ¡Por favor, ahí mi vida! ¡Ahí me gusta! —rogaba ella, temblando de placer y vibrando todo su cuerpo de placer.—¡Si mi amor, así me gusta! ¡Que me supliques! Ese ruego tuyo me enloquece. ¡Saber que te gusta lo que te hago, me llena de inmensa satisfacción! —repitió con una voz ronca y gutural.—¡Siempre mi amor! El solo verte, me produce inmensa excitación —replicó ella, arqueando su cuerpo contra él.»¡Mmmm! ¡Mmmm!—¡Soy tuyo mi amor, solo tuyo! —confesó este. Los dos experimentaron fuertes emociones, logrando alcanzar el clímax simultáneamente, sintiéndose ambos satisfechos y sobre todo plenos. Estaban hecho el uno