Mario José estalló en cólera y ha tomado del cuello a su prima y presionándola contra la pared le exige que diga la verdad, ella sigue negándose aunque ya casi ni pueda respirar, no da su brazo a torcer mientras que su primo tampoco se da por vencido, y por su parte la hubiese terminado ahorcando, pero la voz de su pelirroja lo ha hecho que se detenga.— Amor déjala, no te manches la conciencia con la muerte de esta perr4. No vale la pena pasar años en la cárcel por su culpa. —Suplicó Ángela, hasta entonces el hombre aflojó el agarre del cuello de su prima y la dejó caer al suelo para él acercarse a su mujer.— Cariño, perdóname por favor. No debí de decirte aquellas palabras tan ofensivas y hacerte sentir mal, en verdad yo…— ¡Cuidado! —Gritó Ángela. —Pero fue demasiado tarde, la chiquilla se levantó del suelo y le ha dado con la silla en la cabeza a Mario José, haciéndolo que caiga desmayado al suelo y ella se ríe a carcajadas por su maldad.— ¿Qué te pasa estupid4? ¿Qué te hemos he
Ángela se quedó llena de asombro al escuchar lo que su marido ha confesado delante de su señor padre. Ella no ha movido la boca por temor a entorpecer las cosas entre padre e hijo. Solo está esperando a que su suegro se vaya para interrogarlo, quizá él se sienta bien contándole a alguien sus más íntimos secretos que hasta hace unos minutos mantenía guardados.— Amor, ¿estás bien? ¿Te hiso algo ese señor? —preguntó con preocupación.— No, gracias a Dios que tú llegaste a tiempo como si sabías que él estaba aquí. Hace escasos diez minutos más o menos tenía de haber llegado y estaba bastante tranquilo.— Ya no estés nerviosa, él ya no va a volver por aquí ni a ningún otro lado llegará.— ¿Qué le vas a hacer amor? tú no eres un asesino.— No cariño, para eso tengo a mis hombres. —Mintió el hombre mientras sonríe al mismo tiempo en su interior, pues desde hace un tiempo lleva planeando en su mente lo que le haría cuando lo encontrara y ahora que por fin lo tendrá frente a él, se va a dar g
De ese pequeño incidente ya han pasado varios días, Mario José le agradeció a su mujer por haber pedido que le pasara a su nombre una parte de sus bienes, y aunque ella lo hiso por celos o castigo al enterarse de que él sostenía una relación con su ex prometida, el que salió ganando fue Mario, porque ahora aunque su padre le haya heredado todo a esa mujer, ella no podrá gozar de nada de esos bienes porque Ángela es la dueña legitima. La señora Estrella hasta el momento no sabe que su amado esposo ya está sin vida, y que fue su mismo hijo quien dio la orden para que lo exterminaran. Según ella, el hombre todavía anda huyendo y no lo han encontrado, incluso cree que sus hijos ya se olvidaron de lo que hiso y ya han dejado de buscarlo.La felicidad se siente en la mansión, pues la señora Estrella, ha respondido de lo mejor a las terapias y al tratamiento que está recibiendo, le toca dos veces al mes ir a la clínica y aunque jura que son muy dolorosas, pero siempre hace la fuerza de re
Amanda, la ex prometida de Mario José, está siendo buscada por las autoridades policiales y militares de este país, pero ella no lo sabe y en este momento se dirige hacia una tienda de ropa de esas donde solo los millonarios van, ¿Y cómo no, si al tonto de Mario lo ha hecho paste ella y su amante, el padre de Mario.— Señorita deténgase, señorita Amanda Garmendia, es a usted que le estoy hablando. —Haga el favor de detenerse ahora mismo. —Gritó desde la radio patrulla un agente que la ha venido siguiendo desde que la mujer salió de un restaurante.— ¿Qué pasa? —no entiendo por qué me detiene señor policía, yo no he hecho nada. —Pronunció la mujer cuando ya le han caído y proceden a colocarle las esposas porque ella se resiste a subir por las buenas a la patrulla policial.— En la estación de policía sabrá el motivo de su detención, le recomiendo que guarde silencio o todo lo que diga en mal para nosotros será usado en su contra.La mujer se tranquilizó al escuchar eso y se quedó calla
Un mes ha pasado y la pareja está demasiado feliz viviendo la mejor etapa de su vida, disfrutando a sus hijos y amándose con locura cada día como si ese fuera el último. El joven Owen, ha llevado a su chica para que viva con él en la mansión, a petición de su madre lo ha hecho. Casi solo por complacerla porque aún no se quería hacer cargo de ella, pero cuando se lo propuso a la chica, ella con mucho gusto aceptó, y es que su madre le ha dicho que siente como si estuviese a punto de abandonar este mundo y que no quiere que él se quede solo porque entonces no va a poder descansar en paz.— Espero que tú y yo nos podamos llevar bien. —Le dijo la nueva integrante de la familia a Ángela.— Ya verás que nos llevaremos de maravilla, y desde ahora te digo que puedes contar conmigo para lo que necesites.La señora Estrella se ve muy radiante en la mesa del comedor, está rodeada de toda su familia, sus dos hijos, cada uno con su mujer y les acompañan los dos pequeños de la casa, aunque para que
Al salir de la habitación de sus hijos, Ángela se dirigió a la suya, esta vez lleva en mente pedirle a su marido que les lleve de vacaciones a cualquier lugar del mundo, aprovechando los días de feriado que los niños tendrán en la escuela.Cuando estaba a punto de cerrar la puerta, se percató de que alguien iba subiendo las gradas seguramente para ir a la habitación que comparte con su marido, porque ¿Qué más sería? si en la última planta lo único que está es esa habitación.Rápido se fue detrás de la chiquilla que no es nada más y nada menos que la prima de Mario José. —¿Qué será lo que quiere ahora esta muchachita? —Se preguntó en su mente. —Pero no se quedó con la curiosidad, entre abrió la puerta de la habitación y la vio entrar al baño. — ¿Será que Mario no ha salido del baño y por eso ella va a buscarlo allí? —Le consultó a su subconsciente, pues él le dijo que no iría a acostar a los niños porque se dará una ducha, para su desgracia lo dijo al frente de la chiquilla y por eso e
Ángela terminó de desayunar, pidió permiso y se levantó de la mesa para ir a su habitación tal como se lo pidió su marido. Detrás de ella se fue Mario José, su misión es sacarle un buen susto, ahora ya se imagina que su mujer sabe lo que pasó en la ducha con aquella chiquilla.— ¡Ah! ¡pero que maravillosa es la juventud!. —Exclamó la señora Estrella con un suspiro. —Recuerdo los días en que tú y yo éramos así de intensos también, mi amor ¿dónde estarás ahora esposo mío? Espero que te encuentres con bien y que nuestros hijos no se den cuenta en qué lugar estás, sé que me hiciste mucho daño, pero mi corazón te ama demasiado y no tiene espacio y la capacidad para odiarte.— ¿Qué hiciste Ángela? —cuestionó el hombre cuando se encontró con su mujer en la habitación.— ¿A qué te refieres? —la pelirroja quiere hacerle creer que no fue ella la persona que golpeó a la chiquilla.— No te hagas como si no sabes nada cariño, sabes bien a lo que me refiero.— ¡Amorcito lindo, como crees que yo adi
El primer evento del día llegó a su fin, y ahora tendrán un receso para luego volver y dar inicio con otra ronda de participantes. El profesor Owen casi ni ha podido concentrase en las presentaciones por estar observando a la chica que ahora luce más delgada y su línea de curvas se ven perfectamente bien entalladas en un pantalón jean estilo colombiano, de esos que hacen lucir a la mujer muy bella porque son levanta nalg4s y aplasta pansa (léase con sarcasmo, todas somos hermosas) “gif” “carita feliz y sonriente”.— ¡Hola, señor Owen! nunca pensé que nos volveríamos a encontrar. —comentó la profesora al acercarse a él, contoneando sus caderas y su melena castaña moviéndose por la fuerte brisa.— Créeme que yo pensé lo mismo, déjame decirte que estás hermosa. —el chico la saludó con un beso en la mejilla y aquel delicioso aroma a flor silvestre de su perfume lo dejó embobado, a tal grado que se quedó por varios segundos pegado a ella.— Muchas gracias señor, es usted muy amable. —la pr